viernes, 28 de marzo de 2025

PARA LA LIBERTAD, de Miguel Hernández

Un día 28 de marzo de 1942 moría en la prisión de Alicante, a donde lo había confinado la dictadura de Franco, el genial poeta Miguel Hernández.
Lo recordamos con uno de sus más bellos poemas.


Para la libertad, sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho; dan espumas mis venas
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan
ella pondrá dos piedras de futura mirada,
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño,
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado que retoño:
AÚN TENGO LA VIDA.

jueves, 27 de marzo de 2025

ÚTERO VACÍO, de Cecilia Solá.

Por esa época yo trabajaba en el Juzgado, y era un abogadito recién recibido, imbuído de mi propia importancia.
Lamentaba profundamente que mis ingresos todavía no me permitieran acceder al ansiado 128, que me ahorraría esas cuadras hasta la estación de Tribunales, donde tomaba el subte que me dejaba sano, salvo y algo desarreglado en mi departamento, al borde mismo de Once.
Ella subió en la estación de la Facultad de Medicina.
Flaca, alta, con el pelo oscuro tapándole media cara y un montón de libros en las manos de dedos largos y huesudos.
Manos de artista, diría mi abuela; manos de cirujana, pensé yo.

Se sentó a mi lado, arremangándose el guardapolvo blanco que llevaba abierto y flotante, como alas, sobre los jeans, que entonces llamábamos vaqueros, y una camisa a cuadritos, muy poco femenina.
Casi sin querer eché un vistazo a los libros que se puso sobre la falda.
El título y el nombre del autor me saltaron a la cara, y no pude evitar el respingo: La Náusea, de Sartre.
Era poco sabio, por no decir totalmente estúpido, andar circulando en un transporte público con un libro prohibido.

Alcé la vista y me encontré con sus ojos, grandes y pardos, como los de un cachorro, que habían sorprendido mi mirada de horror y me la devolvían, divertidos.

- No nos podemos quedar solo con lo que dicen los comunicados, no te parece?- cuchicheó, y reconocí la cadencia musical de Córdoba en su voz.

Tal vez debería haberme callado, quizás hubiera sido mejor mirar para otro lado, o cambiarme de asiento, pero esos ojos lo enganchaban a uno , y me di cuenta de que quería seguir mirándolos.
-¿No es peligroso?- pregunté, y ella me sonrió con una boca ancha y generosa, en un relámpago de dientes blancos.

- ¿Sartre? Hay cosas más peligrosas, y mucho menos bellas- sentenció, y a continuación disparó su nombre, como una declaración.

- Victoria.

- Aníbal - me las arreglé para responder, sin tartamudear.

- Ah, como el Cartaginés- sonrió.

- Como Troilo, mi viejo era fanático - reconocí, y ella se rió, con tintinear de cucharitas de plata.

Se bajó igual que como había subido, un remolino de pelo suelto y piernas largas, apoderándose de la plataforma como una conquistadora.

Dos días después volvió a subir en la misma estación.
Me identificó de inmediato, y abriéndose paso entre la gente, fue a pararse a mi lado.

- ¿Cómo te va, Cartaginés? - saludó, y yo sonreí, feliz, ante ese chiste que sentí privado.
Una tapa colorida asomaba, insolente, entre los apuntes. Elsa Borneman y "Un elefante ocupa mucho espacio".

Esta vez me animé a hacerle la pregunta con los ojos.
- Para los pibes de la villa - explicó -
Doy una mano en un comedor comunitario, ya sabés, higiene, alfabetización, esas cosas.
Asentí, imaginándomela leyendo, con esa sonrisa blanca y abierta, y la voz cantarina.

Desde entonces nos veíamos tres o cuatro veces a la semana, en ese tubo rugiente y veloz, demasiado veloz para mi gusto, que terminó transformándose en mi universo paralelo, un lugar mágico que me desesperaba por alcanzar, caminando deprisa hasta la boca del subte, bajando las escaleras de dos en dos, hasta zambullirme en ese útero mecánico que me llevaría hasta ella.
Hablábamos y reíamos; a veces había incluso pequeños conatos de pelea por lo que ella llamaba mi "burguesa miopía", y yo su "exaltada hipersensibilidad".

Terminaba noviembre cuando le dije que deberíamos tomar algo, animarnos a salir del útero a la vida real.
Sonrió, apartándose el pelo de la cara, en un gesto que yo ya había aprendido a identificar como previo a una de sus lapidarias declaraciones.

- Esto debería ser la vida real, Cartaginés. Ojalá lo fuera. No me gusta mucho lo que hay ahí afuera.

Insistí, debatí, arguyendo, en esa esgrima verbal que tanto disfrutábamos, hasta arrancarle un casi sí.

- Me voy a Córdoba unos días, pero en dos semanas vuelvo. Entonces capaz que exploramos ese "afuera" que vos querés - me sonrió, antes de plantarme un beso en la boca y bajar, casi de un salto.

La vi alejarse, hacerse más chiquita en el andén, muerta de risa ante mi cara de desesperado asombro por no haber bajado a tiempo para seguirla.
Pelo suelto y piernas largas, sonrisa plena, a medida que el subte se alejaba, aprisionándome lejos de ella.

Pasaron los quince días prometidos, y treinta mas. Terminó Diciembre.
Aún durante la Feria, me iba hasta Tribunales y tomaba el subte de vuelta, la cara pegada a la puerta, buscándola, esperando el reencuentro que no llegaba, y dándome cuenta de que solo sabía su nombre, sin dirección, ni apellido, ni teléfono.

Pasaron meses, después años; empecé a no pensarla durante un par de horas al día, luego un par de días al mes, y así, hasta llegar a ese estadío de sonrisa melancólica, muy de vez en cuando.

En febrero del 2005, atravesando la Plaza de Mayo, me crucé con la Marcha de las Abuelas.
No presté mucha atención, pensando en el regalo que le iba a comprar a mi nieta al salir de mi despacho, inmerso en mi vida, tan lejos de su lucha, porque yo nunca había tenido problemas.

Pasaba de largo, indiferente, inmune, hasta que los ojos de cachorro y el largo pelo lacio me golpearon desde la imagen congelada de una fotografía en blanco y negro: Victoria Armendáriz, 22 años, secuestrada por un grupo armado paramilitar el 26 de noviembre de 1979 en las escaleras del subte, estación Facultad de Medicina.

Y de golpe dejé de ser indiferente, dejé de ser inmune, y me quedé mirando la foto hasta que me picaron los ojos.

Y después corrí.
Crucé la Plaza, corriendo, olvidado del auto que me esperaba en el estacionamiento pago, olvidado de mis 52 años, corrí hasta llegar a la boca de Catedral y me sumergí en el vagón, casi sin ver.

Lloré todo el recorrido.
Lloré como un chico y como un hombre, lloré porque ella siempre había tenido razón, y hay cosas mucho más peligrosas y menos bellas que Sartre.

Y porque ahora yo también deseaba que el mundo real fuera ese, nuestro útero mecánico, ahora vacío, que ya no me llevaría a su encuentro.

jueves, 20 de marzo de 2025

ENTONCES, de María Elena Walsh

Cuando yo no te amaba todavía
- oh verdad del amor, quien lo creyera -
para mi sed no había
ninguna preferencia verdadera.

Ya no recuerdo el tiempo de la espera
con esa niebla en la memoria mía:
¿El mundo cómo era
cuando yo no te amaba todavía?

Total belleza que el amor inventa
ahora que es tan pura
su navidad, para que yo la sienta.

Y sé que no era cierta la dulzura
que nunca amanecía
cuando yo no te amaba todavía.

miércoles, 19 de marzo de 2025

ODIAN, de Diego Capussotto

Odian al pobre.
Odian al morocho.
Odian a la mucama y al albañil.
Odian al villero y al que vive en los suburbios.
Odian a los bolivianos y a los paraguayos.
Odian a los judíos.
Odian a los homosexuales y las diversidades.
Odian a las mujeres que marchan contra el machismo.
Odian a los marginados y excluidos del sistema que cobran planes sociales.
Odian al laburante que protesta en la calle porque lo dejan sin trabajo.
Odian a las mamás luchonas y sus bendiciones.
Odian a los pibes que estudian en la escuela pública.
Odian al docente que exige un salario digno.
Odian la voz popular cuando se manifiesta en voz alta.
Odian que cualquier otro irrumpa en su burbuja de privilegios, en su torre de marfil reservada para la élite, para los salvados de la patria, para quienes pretenden ser dueños de un país que detestan.
Aunque canten el himno a los gritos y se emocionen, lo detestan, porque detestan a las mayorías.
Aunque griten los goles de la selección, aprovechan el humor racista, xenófobo, de clase, para comunicarse, para sentirse parte de la minoría con el real linaje patriótico.
Vienen muy orgullosos de sus colegios privados de nombre anglosajón y tuitean con brutos errores de ortografía.
Se refugian en sus muy protegidos barrios privados y repiten el discurso de papá y su billetera forrada de timba financiera y evasiones millonarias, delincuentes de traje y corbata y estafas corporativas y muy patrióticas también.
Sueñan con un país uniformado, donde la policía defienda sus posesiones y aniquile a la masa morocha, pobre, excluida, arrojada en la banquina de la pobreza.
No disimulan su odio: están orgullosos de ese odio.
Ese odio los define. Ese odio los deja dormir tranquilos.
Odian a todos, excepto a la minoría como ellos.
Viven de inocular su veneno y de crecer burlándose del otro, del diferente, del paria que nunca pisará su burbuja de privilegios.
Se creen dueños de un país que detestan.

lunes, 17 de marzo de 2025

EL GUITARRISTA CIEGO, de Horacio Verbitzky - 16/3/2025


Pablo Picasso: El Guitarrista Ciego (1903-4)
Intervenido por Navaja y animado por Silvia Canosa

Pablo Picasso pintó El guitarrista ciego entre 1903 y 1904.
Un viejo tan frágil como los jubilados argentinos se aferra a una guitarra.
Los críticos de arte interpretaron que la guitarra es su única esperanza de supervivencia.
La intervención de la obra por el artista argentino Navaja reemplaza al anciano por la imagen de Milei, ya sin sus pilosidades.
Todavía le falta más de una década para jubilarse, pero también se aferra a su guitarra, porque desde hace un mes solo viene acumulando reveses, tema por tema.

El memecoin.
Las juezas María Servini y Sandra Arroyo se disputan la competencia para investigar el rol presidencial.
Desde algún punto del planeta el principal responsable del lanzamiento de esa burbuja, Hayden Mark Davis, reiteró que esperaba instrucciones de "la Argentina" para entregar los 100 millones de dólares que dice tener en su poder. ¿Cuál de sus contactos conocidos (los Hermanos Milei, Mauricio Novelli, Manuel Terrones Godoy, Sergio Morales) será "la Argentina"?

Davis también designó como abogado al Director del posgrado en CiberCrimen y Evidencia Digital de la Universidad Nacional de Buenos Aires, Marcos Salt.
Como asesor del entonces ministro de Justicia Germán Garavano, Salt participó en 2017 en la negociación amistosa entre el gobierno y la constructora brasileña Odebrecht, ambos interesados en sofocar el escándalo que los involucraba por el pago de coimas en los trabajos para el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento.
Odebrecht acudió en auxilio de las Sociedades Macrì (SOCMA) en el concurso de acreedores del Correo.
Eran socios en el fondo de inversión Blackwood Group.

Hasta hoy Milei evitó cualquier recriminación pública a Davis.
Cuando un papagayo mediático le preguntó por qué no lo hacía, el Presidente respondió con una enérgica diatriba… contra los periodistas.
Es comprensible, porque Milei y Davis están unidos en cualquier investigación seria sobre $Libra.
Todo sugiere que alguien está extorsionando al Presidente, advirtiéndole que, si se conocieran todos los pasos previos al lanzamiento de Libra, no podría eludir su propia responsabilidad y/ o la de su rubio Jefe.

La inundación de Bahía Blanca
El gobierno reaccionó tarde y mal ante la catástrofe, que por un lado ridiculiza su negación del cambio climático y por otro cuestiona su aversión al Estado que conduce, una contradicción insalvable que se repite en otros temas.
Pasó una semana repitiendo su interpretación del federalismo: que cada uno se arregle como pueda.
Apenas ofreció un socorro de unos 10 millones de dólares, cuando la intendencia reclamaba no menos de 400.
Ni siquiera aprovechó para señalar la precariedad de las obras preventivas y de remediación que no adoptaron los gobiernos de la UCR, el PJ y el PRO que lo precedieron.

La ex Presidenta CFK y el gobernador Axel Kicillof lo primerearon.
Ella señaló la ostensible falta de empatía presidencial con sus representados. Kicillof visitó de inmediato a Bahía Blanca, durante varios días, presentó un plan ordenado para cada etapa, cuando las calles vuelvan a ser transitables y los hogares viviendas, mantuvo estrecha relación con el intendente Federico Susbielles y anunció unos 200 millones de dólares en asistencia a los arrasados y para la reconstrucción.

Perturbado por las consecuencias del criptoescándalo, el Presidente estaba recluido en Olivos.
Sus íntimos lo arrastraron de madrugada hasta el avión que lo llevó a la ciudad anegada.
Sin previo aviso, para que nadie lo esperara.


Un Presidente rodeado por los suyos.

La fugacidad de la visita, más breve que el viaje, su cara de fastidio, la magnitud de su custodia, la absoluta falta de contacto con víctimas y prensa y los insultos dedicados por los presentes a la pareja presidencial, lo forzaron a anunciar de regreso a Buenos Aires un paquete de asistencia para Bahía Blanca.
Se preocupó por señalar que era superior al de Buenos Aires, lo cual no deja dudas de su preocupación electoral, a la que por supuesto tampoco es ajeno el gobernador, en un año irremediablemente electoral.
Al día siguiente Milei lo compensó con un baño de multitud, ovacionado por los empresarios rurales en Expoagro.
Kicillof, por su parte, fijó la fecha para las PASO que no quiere realizar: el 13 de julio.

La relación con el FMI
Moviéndose a los tumbos conceptuales, Milei dijo al empezar la semana que enviaría una ley al Congreso, porque así se lo exigen la Constitución y la ley específica que acompañó el acuerdo firmado en 2022 por el Doctor Fernández. Pero, a mediados de la semana, en vez del proyecto de ley firmó un decreto de necesidad y urgencia, que no revela las condiciones de un acuerdo que solo existe en las intenciones oficiales.
No se conoce ni el monto, ni las tasas, ni las condiciones que el FMI nunca deja de imponer con cada dólar que desembolsa.
Lo explica con todo detalle en esta edición Pablo Manzanelli.
Y el amigo presidencial Juan Carlos De Pablo sinceró que sería creer en los Reyes Magos que el gobierno enviara al Congreso la fecha de la devaluación.
Por lo visto, la única duda es cuándo ocurrirá.
Así lo entendieron los mercados, que el viernes obligaron al Banco Central a vender casi 500 millones de dólares, al tiempo que el informe del INDEC constataba que el IPC vuelve a empinarse.

Hasta Maurizio Macrì dijo que el decreto demostraba la debilidad institucional, pero al mismo tiempo elogió la negociación y sin dudas dará su apoyo en el Congreso. También respaldó la represión a los jubilados de su enemiga personal Bullrich.

La aberración es tan evidente que ni el abogado Daniel Sabsay se privó de decir que aquel DNU es ilegal e inconstitucional.
Por supuesto en otro tono que cuando exigía a los gritos, ante una audiencia empresarial que lo ovacionaba, que Cristina exhibiera su título universitario.
Ahora habló casi como si fuera un constitucionalista y sugirió que Milei "debería" ser denunciado por abuso de poder, incumplimiento de deberes de funcionario público y malversación de fondos.

Además, el ministro Luis Caputo contradijo a Milei.
El Presidente se jactó del plan de estabilización más exitoso de la galaxia.
En cambio, los considerandos del decreto, luego explicados por Caputo, señalan que la situación es muy grave, en circunstancias excepcionales que imponen la exigencia imperiosa de adoptar de inmediato las medidas que eviten un impacto sobre la economía.
Es decir, dólares ya o catástrofe.
Su desesperación se reflejó también en el descomunal aumento de la tasa de interés que paga el Banco Nación por depósitos en dólares: 200 veces mayor que las de los principales bancos privados.
Casi como para convencernos de que el Estado es una maldición.

En 2005 Néstor Kirchner canceló la deuda con el FMI entregando una letra intransferible al Banco Central.
Así convirtió una deuda con el acreedor externo más exigente en un asiento contable entre dependencias del Estado, renovable cada vez que fuera necesario. De este modo se libró de las condiciones que impone el Fondo en cada renegociación.
Esto permitió un crecimiento económico y una mejora en la distribución del ingreso únicos en las cuatro décadas post dictatoriales.
Ahora Milei hace todo lo contrario: adquiere una nueva deuda con el Fondo para limpiar esos inofensivos papelitos del balance del Banco Central.

Peor aún: Milei le enchufó al Banco Central más del 10% de las letras que considera veneno.
El argumento oficial para firmar lo que el Fondo le pida, sin pasar por el escrutinio del Congreso que mandan tanto la Constitución como la ley de 2022, es fortalecer al Banco Central, el mismo al que Milei mostró en llamas cuando lanzó el primer memecoin, en 2021.

También se le perdió en el camino la dolarización.
Lo que queda firme es el arrasamiento de los derechos de los trabajadores, que será respondido entre el 3 y el 10 de abril con un nuevo paro general de la CGT.

La planificada brutalidad represiva
El fotógrafo periodístico Pablo Grillo se agazapó con su cámara para enfocar a través de una barricada en llamas el avance de las fuerzas de inseguridad que disparaban gases irritantes.
Uno de esos cartuchos impactó en su cabeza.
La ministra de Seguridad Nacional Patio Bullrich declaró que era un militante de La Cámpora, equiparándolo al delito de subversión que rigió durante tres décadas en la Argentina, que ella intenta reeditar ahora con su imprecisa "ley antimafia". Agregó que el fotógrafo estaba detenido por tirar piedras, cuando su imagen con la cámara como única arma es irrefutable.
El extremo fue un columnista de Clarín, quien escribió que "hay neo montoneros enquistados en filas kirchneristas y ultraizquierdistas".
En su batalla desigual con la sintaxis responsabilizó a "Héctor Cámpora, un obsecuente liberador de criminales, que revivió en una organización que existe; la Cámpora justamente, presente en los desmanes de ésta semana bestial".
Llegó a fustigar a la Vicepresidenta Victoria Villarruel por calificar de ejercicio democrático la "agresión a mansalva" (¡cometida por los manifestantes!).
Concluyó que "las momias de los ‘70 están vivas. Seguimos bajo fuego".
Y no se refería a Patio Bullrich.

Los peritos de la plataforma web Mapadelapolicia.com utilizaron registros de audio y filmaciones desde distintos ángulos para reconstruir la trayectoria de la bala e incluso especificar quién fue el tirador.
Se lo puede ver, rodilla en tierra, junto a un tanque hidrante, disparando en línea recta, lo cual contradice todo protocolo, internacional o incluso bullrichonista.
Lo confirmó hasta Clarín con la filmación de un drone.

Los mismos peritos esclarecieron con ese método científico el asesinato de Teresa Rodríguez en 1997 y la masacre de la base aeronaval de Trelew, ocurrida en 1972, pero examinando las paredes de la edificación encontraron los impactos de las balas.

La ministra sumó una mentira a otra: dijo que el efectivo policial disparó en ángulo de 45 grados, hacia un grupo de manifestantes, que Grillo estaba en el medio, que el proyectil rebotó contra los metales de la barricada y lo impactó (La Nación documentó con una foto el impacto del cartucho sobre la barricada, que no era de metal sino de madera).
Otra curiosidad argenta: la ministra soltó esa falsedad en una entrevista con la esposa de su compañero de fórmula en la elección presidencial y actual Ministro de Defensa, Luis Petri.
Saldo: como dijo la insuperable Lilia Lemoine, para hacer una omelette hay que romper algunos huevos.


Bullrich edita la realidad, junto con la esposa de su compañero de fórmula y de gabinete Luis Petri.

Pablo Grillo es hijo y nieto de sindicalistas peronistas.
Su abuelo fue uno de los presos Conintes en 1961, por la huelga ferroviaria de 42 días en protesta por el plan del Banco Mundial, elaborado por el general ingeniero estadounidense Thomas Larkin: desmantelar la red ferroviaria y despedir miles de trabajadores para favorecer al transporte automotor.
El padre de Grillo milita en la Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía (APSEE).

El episodio tiene similitudes y diferencias con el asesinato en Neuquén del maestro Carlos Fuentealba en abril de 2007.
En ambos casos, los agresores uniformados cumplieron órdenes de los respectivos gobiernos para impedir cortes de rutas.
Entre dirigentes sindicales y policías neuquinos, se acordó que se detendría la represión y que los docentes se retiraran, escoltados por vehículos policiales.
No obstante, el policía José Poblete disparó a dos metros de distancia del auto en el que se retiraba Fuentealba y le acertó en la nuca.
Fue condenado a prisión perpetua por homicidio.
A raíz de eso se prohibió el uso de escopetas de gases en movilizaciones, veda que suprimió Bullrich.

Los jueces neuquinos dijeron que, además de la seguridad, el Estado debía garantizar la protesta social.
Lo mismo sostuvo el miércoles la jueza porteña Karina Andrade, quien ordenó la liberación de 114 detenidos.
El gobierno no demoró en calificarla de "camporista".

El jefe, subjefe y la plana mayor de la policía neuquina recibieron penas menores, por abuso de autoridad.
El gobernador Jorge Sobisch sólo declaró como testigo.
¿Ocurrirá lo mismo con Patio Bullrich, por dar órdenes que no pueden dejar de producir consecuencias gravísimas, con abuso de autoridad y dolo eventual?
Lo sucedido es todo lo contrario de los "accidentes no previstos" cuya responsabilidad el jefe de gabinete, Guillermo Francos, endilgó a los manifestantes. Lo mismo hizo con la anciana golpeada por un policía que la arrojó al piso de espaldas. "Se cayó sola por su impulso al pegarle un bastonazo al policía", dijo con su seriedad habitual Francos.
Bullrich directamente la llamó "vieja patotera".
Una bonita proyección.

Con la ayuda de sus guacamayos mediáticos, el gobierno instaló desde el día anterior y lo reiteró sin descanso desde entonces que se trataba de un acto desestabilizador, un golpe de Estado.
Señaló a los barrabravas del fútbol, el kirchnerismo y la izquierda e hizo saber que los reprimiría sin miramientos.
Milei mostró su respaldo total, al llevar a Expoagro a Bullrich, a quien llamó la mejor ministra de la historia.
Ella anunció que no habrá sanciones ni sumarios a los policías. Es su práctica habitual.
El miércoles, entre los policías que reprimieron la manifestación estuvo el efectivo que el año pasado arrojó gases al rostro de una nena de 12 años.

El jueves 13, el diario Clarín afirmó que hubo un centenar de barrabravas detenidos, lo cual motivó una declaración de repudio de los compañeros de trabajo del autor.
Pero la jueza de garantías Andrade dijo que "ninguna de las personas detenidas lo fue bajo la imputación de delitos de portación de armas de fuego, lesiones o incendio a bienes públicos".
Destacó que la información policial era imprecisa, que no consignaba la hora y lugar de cada detención, ni qué delito la justificaba.
Andrade también sostuvo que el Poder Judicial debe garantizar derechos constitucionales fundamentales: a la protesta, a manifestarse en democracia, a peticionar ante las autoridades gubernamentales en disconformidad con sus decisiones.

Este dictamen excepcional enfureció al gobierno, que anunció que denunciará a Karina Andrade ante el Consejo de la Magistratura porteño.
Francos, Bullrich, Manuel Adormi y Cúneo Libarona repitieron que fue un intento de golpe de Estado y acusaron a "los jueces garantistas" por la puerta giratoria.
Cúneo señaló que los barrabravas eran delincuentes organizados.
Tiene como saberlo, porque ha sido abogado defensor de delincuentes organizados de las barras de Racing, River y Boca.
Pero varios periodistas deportivos de primera línea, entre ellos Juan Pablo Varsky, de La Nación, aseguran que los barrabravas no asistieron.
Otros mencionaron a dos ex integrantes de un par de barras, y no más.
El gobierno sólo mencionó a cinco.
La pretensión bullrichonista de convertir a quien lleva cualquier camiseta de fútbol en objeto de control administrativo, represión armada y proceso judicial sólo puede calificarse de delirante.

Su Ministerio exigió el apartamiento de la jueza Andrade y denunció penalmente a los detenidos por la presunta comisión de los delitos de “sedición, asociación ilícita agravada, atentado contra el orden constitucional y la vida democrática”.
Señala como financiadores (no explica de qué) a los municipios de La Matanza y Lomas de Zamora y afirma que los barrabravas están asociados a grupos delictivos, asociaciones ilícitas profesionales destinadas a ejercer violencia para apoyar intereses económicos y políticos, que actúan como “mano de obra” de ciertos sectores políticos.
El fiscal federal Franco Picardi le requirió que fundamentara cuáles de los detenidos merecen esa caracterización y con qué documentación lo sustenta. Parece sobre todo una intimidación dirigida a disuadir nuevas movilizaciones.

Lo que las filmaciones periodísticas mostraron fueron agresiones violentas contra manifestantes que se alejaban, golpes brutales incluso a mujeres octogenarias, a niños de 12 años, a transeúntes que esperaban un colectivo en la parada.
También nítidas provocaciones policiales.
Una toma muestra a un uniformado cuando arroja al pasto un arma de fuego y se aleja.
Otra documenta el abandono de un coche patrullero con las puertas abiertas y sus luces destellando.
Una multitud lo da vuelta y dos disfrazados de hinchas de fútbol le prenden fuego.
Desde un camión hidrante se escuchaba decir “vengan, zurdos”, eco cercano del discurso del Presidente y su cohorte.

Según Bullrich querían "tomar el Congreso. Es una mezcla de narcopolítica con otras personas".
Dijo que secuestraron armas de fuego, que no mostró.
Lo único que se vio fue a manifestantes que arrojaban piedras.
El gobierno fingió creer en la autenticidad de un panfleto recogido en la calle. Llevaba la firma de un presunto Frente de Izquierda, e instruía cómo atacar y cometer desmanes.
Las fuerzas de inseguridad comenzaron a lanzar agresivos químicos antes de la hora de convocatoria, para disuadir de su asistencia.

Para quienes militamos en la subversión de décadas pasadas, el desempeño de Bullrich es una invitación a reflexionar sobre los valores y los objetivos de cada quien.
Mientras la mayoría procuraba un cambio social en favor de los trabajadores, que no logramos y del que no desistimos, hubo quienes participaron por impulsos violentos y por ansias de poder.
La actual ministra y su cuñado, Rodolfo Galimberti, no son los únicos, pero sí ejemplos paradigmáticos.

Al mismo tiempo, el designado viceministro de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Troy Edgar, justificó el arresto, retiro de la visa de residente permanente y orden de deportación del estudiante palestino Mahmud Khalil, equiparando las protestas que encabezó en la Universidad de Columbia con terrorismo.
Cuando el entrevistador de la Radio Pública Michel Martin le preguntó de qué modo Khalil apoyó a Hamás, Edgar sólo respondió que "se puede ver en la televisión".
El gobierno de Trump anunció también que recortaba 400 millones de dólares de fondos federales para Columbia, porque no protegió debidamente a los estudiantes y profesores judíos de aquellas manifestaciones.
Además fue detenido un centenar de militantes de la organización La voz Judía de la Paz, que hicieron una sentada en favor de la libertad de Khalil en el vestíbulo de la Trump Tower de Nueva York.

La sumisión argentina a las decisiones de política internacional de Estados Unidos e Israel llegó a un extremo hace dos semanas, cuando fueron los únicos tres países que votaron en contra de la resolución de las Naciones Unidas que fijó el 28 de enero como Día Internacional de la Paz y la Coexistencia Pacífica.
El tablero de la votación es elocuente: esos tres votos se completan con 161 a favor y dos abstenciones (Perú y Paraguay).
Hasta ahora Trump no se ha inclinado a la reciprocidad que Milei busca: ni apoyo explícito en el FMI, ni excepción al aumento de aranceles al aluminio y al acero.
Al gobierno no le preocupa demasiado, porque entre el capital financiero internacional y los grupos locales, no tiene dudas.


161 países en soledad

La valijera tropezó
También contrarió a Milei la denuncia sobre el vuelo misterioso del avión privado más rápido y lujoso del mundo.
Llegó con una sola pasajera y muchas valijas que la Aduana habría recibido orden de no inspeccionar.
Lo que comenzó como una pugna entre dos sectores de los servicios de inteligencia que defienden sus respectivas competencias, puede proveer indicios de que existe un grado de coordinación en las acciones y planteos de la internacional reaccionaria que integran Estados Unidos y la Argentina.
Al menos, la pasajera del vuelo fue una de las coordinadoras de las filiales estadounidense y argentina de la Conferencia Política de Acción Conservadora, que ha organizado dos grandes encuentros en Mar-a-Lago y Buenos Aires.
La historia de Laura Belén Arrieta ha sido bien investigada por la pluma irónica de Carlos Pagni.
La explicación oficial es que no se revisó el equipaje que quedó a bordo, en tránsito.
Pero esa escala fue de una semana en Buenos Aires, con el carísimo avión parado, antes de completar el trayecto más extravagante: Miami - Buenos Aires -  París (sic).


Arrieta con Milei.

Bullrich es un instrumento al servicio de una política de reingeniería social que intenta imponerse por el miedo.
La movilización del miércoles sugiere que no lo está logrando.
Pero antecedentes históricos obligan a ser cautelosos.
El libro del periodista Clay Risen (Pánico rojo: listas negras, macartismo y la creación de los Estados Unidos modernos) afirma que el pánico rojo del macartismo fue una “guerra cultural” y transformó todas las instituciones de la vida estadounidense: Hollywood, los sindicatos, las iglesias, las universidades, las escuelas primarias y el estado de seguridad nacional.

En las audiencias de la comisión que conducía, Joseph McCarthy anticipó el método de la sortija, que en la Argentina popularizó el fiscal Stornelli: quien no acusaba a otro, era perseguido porque eso demostraba que era comunista, de modo que los delatores hicieron cola.
Para llegar al Senado, ese mediocre ex entrenador de boxeo introdujo un nuevo estilo político: golpear duro, moverse rápido, decir mentiras en serie.
En vez de responder a la agenda de los medios generó titulares para ellos, con una constante actitud de indignación.
Apuntó contra los empleados públicos, "burócratas del gobierno que te dicen cómo manejar tu vida" y publicó listas de presuntos comunistas infiltrados entre ellos.
De ese modo también golpeó al Partido Demócrata de Franklin Roosevelt, que durante la guerra había sido aliado de la URSS.
Los republicanos temían que cada nuevo empleo público era un voto para sus adversarios, que gobernaban desde 1933. Gracias a los mamporros de McCarthy, en 1952 los republicanos no sólo recuperaron la Casa Blanca, con el general Eisenhower, sino también las dos cámaras del Congreso.
McCarthy, dice Risen, era especialmente popular entre la clase obrera católica, un sector que no era partidario de los republicanos.
El principal asesor de McCarthy, Roy Cohn, fue uno de los primeros mentores de Trump, cuya guerra antiwoke parece calcada de aquella locura y seduce a débiles mentales de distintas latitudes.


Joseph McCarthy.

La ventana de los jueces
La pelea a golpes entre dos diputados libertarios (Oscar Zago y Lisandro Almirón) y la gritería, empujones y vasos de agua contra celulares entre cuatro diputadas de la Libertad Avanza (Marcela Pagano, Rocío Bonacci, Lilia Lemoine y Celeste Ponce) fue provocada con el objeto de levantar la sesión del miércoles, mientras los gases policiales de la calle penetraban el recinto.
Almirón insultó a Zago hasta que consiguió que se levantara de su banca para trompearlo.
Ponce y Lemoine tuvieron menos éxito con sus compañeras, a las que recriminaron dar quorum, porque ninguna despegó el culo del sensor de la banca que registra la presencia de su ocupante.

Seis temas perturbaban al gobierno.
  • En la comisión de Acuerdos del Senado: el ingreso de Manuel José García - Mansilla Baring por una ventana de tribunales. No sólo García - Mansilla Baring sino también Ariel Lijo deberán pasar por el recinto del Senado el jueves próximo, donde con alta probabilidad sus pliegos como comisionados del Poder Ejecutivo en la Corte Suprema de Justicia no alcanzarán los dos tercios. Y cinco en la Cámara de Diputados.
  • la represión a los manifestantes en las calles,
  • la creación de una comisión investigadora de la estafa con el memecoin presidencial,
  • la confirmación de Pagano como presidenta de la Comisión de Juicio Político,
  • la objeción al DNU de la deuda externa y
  • la anulación de las facultades delegadas que la Ley Bases le concedió a Milei, quien las está utilizando sin darse un respiro.
Los diputados olían los gases lacrimógenos, veían la represión en sus telefonitos e insistían con sus puntos.
Pese a los intentos por impedirlo, se acordó tratar la semana próxima los proyectos de creación de la comisión investigadora y la ratificación de Pagano, a quien Karina Milei le niega el agua y la sal.
Aunque se declara libertaria, reivindica el pensamiento propio, lo mismo que Zago, que por la misma razón fue separado de la presidencia del bloque.
Como en una novela de Soriano, Pagano se descargó con Ponce y Lemoine porque "no representan a Milei".

El columnista de temas empresariales de La Nación, Francisco Olivera, preguntó cuánto tiempo podría aguantar el gobierno "una batalla campal entre manifestantes y fuerzas de seguridad, todos los miércoles durante más de seis horas, sin que termine en un desastre".
La nota tiene un título sugestivo: "Con la mecha corta y el fuego encendido".
Milei se aferra más fuerte a su guitarra.

APROVECHA EL DÍA, de Walt Whitman

No dejes que termine sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber alimentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho de expresarte, que es casi un deber.
No abandones tus ansias de hacer de tu vida algo extraordinario
No dejes de creer que las palabras y la poesía, sí pueden cambiar al mundo; porque, pase lo que pase, nuestra esencia está intacta.
Somos seres humanos llenos de pasión, la vida es desierto y es oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa. Y tú puedes aportar una estrofa…
No dejes nunca de soñar, porque sólo en sueños puede ser libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores: el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes, huye…
"Yo emito mi alarido por los tejados de este mundo”, - dice el poeta -,
valora la belleza de las cosas simples, se puede hacer poesía sobre las pequeñas cosas.
No traiciones tus creencias, todos merecemos ser aceptados.
No podemos remar en contra de nosotros mismos, eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que provoca tener la vida por delante.
Vívela intensamente, sin mediocridades.
Piensa que en ti está el futuro, y asume la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes pueden enseñarte. Las experiencias de quienes se alimentaron de nuestros “Poetas Muertos”, te ayudarán a caminar por la vida.
La sociedad de hoy somos nosotros, los “Poetas Vivos”.
No permitas que la vida te pase a ti, sin que tú la vivas…

miércoles, 5 de marzo de 2025

SOY SETENTISTA, de Rafael Amor

Soy setentista,
el fuego de esa edad me habita,
la sangre rebelde, lo que llaman utopía,
cuando la tierra y su clamor
nos preñaba el amor y la poesía.

Soy setentista.
He sobrevivido al asesino
y sigo siendo todavía un ser humano.
Hoy vengo a desandar olvidos,
por todos los caídos, mis hermanos.

Soy setentista.
¿Quién me reprocha el estar vivo
y seguir siendo consecuente en la pelea?.
Esta hora es tan mía como aquella,
Hoy como ayer, la libertad mi estrella.

Soy setentista.
El dolor de ayer me duele ahora
y sé que mañana también me dolerá,
porque no hay edad para los sentimientos,
también es milenario el viento y sopla igual.

Soy setentista.
Hoy que cae el decorado de la burla
del “primer mundo” que algunos se creyeron
que por las calles recoge con angustia,
el humillado pueblo “cartonero”.

Yo levanté siempre mi voz sin atenuantes
ni cobertura vergonzante y medias tintas,
he traspasado la raya divisoria
y por razones de amor y de memoria...
soy setentista.

No me queda el pavor y la “prudencia”,
esa “cierta blandura de conciencia” de los oportunistas.

martes, 4 de marzo de 2025

YO TUVE UN HERMANO, de Julio Cortázar.

Cada 4 de marzo, en Argentina, festejamos el día del hermano.
Lo recordamos con un poema de Julio Cortázar para alguien que nos sigue interpelando todavía...

Yo tuve un hermano
no nos vimos nunca
pero no importaba.

Yo tuve un hermano
que iba por los montes
mientras yo dormía.

Lo quise a mi modo
le tomé su voz
libre como el agua.

Camine de a ratos
cerca de su sombra
no nos vimos nunca
pero no importaba.

Mi hermano despierto
mientras yo dormía.

Mi hermano mostrándome
detrás de la noche
su estrella elegida.

lunes, 24 de febrero de 2025

LAS RELIGIONES, de autór anónimo.

Las religiones han convencido a la gente de que hay un hombre INVISIBLE, viviendo en el cielo, que mira todo lo que haces cada minuto, de cada día.
Y el hombre invisible tiene una lista de 10 cosas específicas que ÉL no quiere que hagas.
Y si haces alguna de estas cosas, él te enviará a un lugar especial donde habrá un ardor de fuego y humo, tortura y angustia, para que vivas para siempre sufriendo, ardiendo y gritando hasta el fin de los tiempos.
Pero Él te ama…

ÉL TE AMA…!!


Él te ama, PERO NECESITA DINERO…!!
Él SIEMPRE necesita dinero…!!!!
Él es todopoderoso, omnisciente y omnisapiente, pero simplemente, ÉL NO PUEDE MANEJAR EL DINERO…..

Las religiones recaudan miles y miles de millones de dólares.
Ellas no pagan impuestos, pero de alguna manera SIEMPRE NECESITAN DINERO..!!

Hablamos de una verdadera historia de mierda, verdad…?
Si tal vez permitiéramos un pequeño juego de palabras, diríamos que es PURA MIERDA, no…?

viernes, 21 de febrero de 2025

HAY QUE PASAR EL INFIERNO, de Ricardo Aroskind 16/2/2025

¿Quién va a ser el responsable si el gobierno capota?


Sólo por la hegemonía ideológica muy fuerte del poder económico concentrado sobre amplios sectores de la población, se puede lograr instalar la idea de que “lo están logrando”, es decir, que el plan económico mileísta está dando frutos positivos y permanentes para la economía.
Hace pocos días, un grupo de 36 gremios de la CGT y la CTA ha reclamado con claridad la actualización metodológica de las mediciones de precios del INDEC, que, como ya se ha señalado, están registrando una inflación artificialmente más baja que la que realmente ocurre.

Por ejemplo: la inflación de enero oficial fue del 2.2%, pero el subgrupo de servicios registró un incremento del 3,8% y los precios de “vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” subieron el 4%.
Son precisamente estos gastos los que el INDEC vino subestimando durante 2024, y que arrojarían un resultado inflacionario mayor que el actual.
La “hazaña” mileísta, aceptando incluso la errónea metodología actual, arrojó un 84,5% de inflación durante 2024, que en la muy destruida y construida percepción social, sería mucho más baja que el “insoportable” 25% anuales de inflación registrado en algunos de los peores años de la gestión de Cristina Kirchner.
En cambio, en lo único que realmente le importa al gobierno, que es lo financiero, se expresaron turbulencias que denotan un mayor clima de incertidumbre en el sector.

Desde el 9 de enero y hasta la segunda semana de febrero, las acciones que cotizan en Bolsa cayeron cerca de un 20%, un número apreciable que no se asemeja a una de las tradicionales “toma de ganancias”.
Se parece más a una retirada por parte de los inversionistas de cierto mercado financiero, para buscar otros activos con mayores perspectivas de rentabilidad.
El riesgo país, que había registrado una baja significativa en enero, se movió hacia una zona que refleja mayor incertidumbre.
Hasta mediados de febrero creció un 16% (de 580 a 675 puntos).

La baja de las retenciones a las exportaciones agrícolas que realizó Caputo recientemente, urgido por conseguir dólares retenidos internamente parar sostener la política cambiaria, promueve la suba de precios internos.
Ya en la primera semana de febrero, tanto en carne como en panificados, se observaron importantes aumentos.
Pero frente a la realidad no hay magia, ni control perfecto de las redes: el malestar salarial que expresaron en esta semana efectivos de la Gendarmería habla de una realidad social que diverge cada día más de las estadísticas y los discursos oficiales.

Dólar atrasado o precios adelantados

Vale detenernos por un momento en la puja interna de los sectores dominantes en Argentina: devaluar o no devaluar.

Hay dos datos objetivos que parecen incontrovertibles:
· que la devaluación de diciembre de 2023 que Milei realizó para restaurar la “competitividad” de la economía se evaporó completamente.
· que el efecto económico global del “amigo” Trump, con sus aranceles del 25% al acero y al aluminio de todos los países, y sus políticas comerciales agresivas y proteccionistas, están acelerando la incertidumbre, la desglobalización económica y las devaluaciones competitiva.

Es el caso de nuestro gran vecino y socio comercial.
Se calcula que sólo con Brasil, en 2025, el déficit comercial será de 4.000 millones de dólares.

Con un tipo de cambio anti competitivo, y un escenario de mayores pujas comerciales globales, Argentina parece adentrarse en las aguas turbias del mercado mundial de 2025 con el casco del barco agujereado por una moneda local completamente desfasada de la realidad que la circunda.

Sólo un dato: los bancos de plaza le ofrecen a los ahorristas tasas de plazos fijos entre el 24/26%, suponiendo que se cumplirían las metas inflacionarias mileístas.
Pero al mismo tiempo fijan para los préstamos tasas del 87% anual.

Si bien el negocio de intermediación bancaria se basa en que haya un “spread”, una diferencia entre las tasas que cobran y las que pagan las entidades para que haya ganancias, esto no es un spread “normal”, sino un mega diferencial, que no refleja otra cosa que el riesgo percibido por las entidades financieras de que la inflación este año no será del “24/26%” sino mucho más alta, producto de un salto inflacionario.
Pero, ¿por qué ocurriría ese salto, si todos están oficialmente embelesados con los prodigios del gobierno liberal libertario?

En el corto plazo, el único disparador imaginable para un brusco reacomodamiento alcista de los precios sería un salto cambiario.
Eso es lo que está contenido en el 87% anual que piden los bancos para otorgar un crédito.

Para fijar la tasa que le pagan a los ahorristas, “le creen” a Milei. Total, si hay algún problema, se le licuarán los ahorros a los pequeños ahorristas.
Pero para dar créditos, en los que arriesgan perder capital, le creen al Fondo Monetario Internacional, que reclama con insistencia una devaluación.
Y todos sabemos el comportamiento remarcatorio posterior a cualquier devaluación.

Esta semana el ministro Caputo fue consultado reiteradamente sobre el problema cambiario, y sostuvo que no era que el dólar estaba atrasado, sino que los precios estaban adelantados.
Fue objeto de burla, ya que en materia de precios relativos todos están relacionados con todos, y elegir uno que sea parámetro es discutible.
Sin embargo, entendemos que las palabras del ex Messi de las finanzas aluden a una situación sobre la que conviene reflexionar.

Lo que no entra en la discusión convencional sobre la carestía argentina en dólares es que existe, en la composición del precio final de todos los bienes que se transan en el mercado, un elemento relevante, que es la ganancia empresaria.
En una economía de mercado ideal, en donde existe competencia perfecta, ese beneficio está acotado por la propia competencia, y tiene una dimensión “razonable”, con una incidencia no muy alta en el precio final.
En cambio, en la economía real, con monopolios y oligopolios, con abuso de poder en el mercado, con falta de transparencia por efecto de la inflación y otros factores, la ganancia empresaria es mucho más arbitraria y deja de tener límites objetivos: depende del poder del actor concreto en la economía en cada momento.
Esta aclaración viene a cuento porque las grandes empresas argentinas remarcaron sus precios durante 2023 y 2024 en base a un dólar imaginario, “estimado” por los gerentes financieros.
En base a ese dólar imaginado se fijaron precios finales, desvinculados de la evolución de los costos reales.
Los precios fueron fijados con amplios márgenes de arbitrariedad, pero siempre lo suficientemente altos para cubrir a las empresas de eventuales subas de costos y del dólar, y “equivocándose para arriba”, sobre todo en el caso de los sectores empresarios que tienen demandas “inelásticas”, es decir, consumidores que no pueden prescindir de sus productos más allá del nivel de precios.

En El Cohete, en los primeros meses de 2024, advertimos sobre esa situación, que era disimulada porque todavía el impacto de la gran devaluación de diciembre hacía que los precios, incluso conteniendo enormes ganancias, estuviesen competitivos en dólares.
A lo largo del año, y más allá de la errónea política cambiaria oficial, continuó la distorsión de precios, que siguen conteniendo rentabilidades completamente excesivas.
No es meramente una avivada empresaria que no le incumbe al resto.
Esas ganancias extra que están cosechando son a costa de los consumidores y de otras ramas productivas o comerciales.
Son híper rentabilidades que finalmente redundan en un menor nivel de actividad económica por compresión del salario real, peor distribución del ingreso y baja competitividad externa del conjunto de la economía.

¿A quién le van a echar la culpa?

Si colapsara el programa de Milei - Caputo - con el apoyo externo del macrismo - en algún momento del año, la gran pregunta política será: ¿a quién le atribuiría la sociedad la responsabilidad de un nuevo fracaso económico?
Ni qué hablar que esta sociedad está profundamente fragmentada en muchos tipos distintos de votantes y de sensibilidades, con lo cual es muy difícil pensar en reacciones o interpretaciones que reflejen el comportamiento de macro - agregados homogéneos.

Además, nuestra sociedad está intervenida profundamente, en su pensamiento e intercambios, por el sesgo que la concentración económica da a la información y a la comunicación: punto a favor de la incomprensión colectiva de los fenómenos económicas y de la impunidad de sus protagonistas.

Y ni qué hablar que por un problema de despolitización, o de degradación del debate político, buena parte del espectro partidario es incapaz de visualizar la relación entre las crisis económicas que ocurren y el comportamiento de los actores económicos influyentes. Sostenemos que la relación entre las políticas económicas en Argentina y el resultado de las mismas no son como las imagina el ciudadano común.

No ocurre como se piensa: el electorado vota un determinado programa, y luego el gobierno elegido trata de ejecutarlo, pero no sabe hacerlo, o lo traiciona.
No está para nada elaborado, ni en la política, ni en el pensamiento académico, la complejidad del “co - gobierno” Estado - grandes empresas desde que se restauró la democracia en Argentina.
El co - gobierno no es un chiste. Existe.
Alguien podría decir que en todas las sociedades capitalistas existe tal cosa, simplemente porque los Estados capitalistas no están contra el capital, sino que intentan regularlo de una forma u otra para que cumpla determinados objetivos sociales o nacionales.

Diversos autores, entre ellos Dani Rodrick, han estudiado las complejas y muy diversas formas de relación entre las grandes empresas y los gobiernos en diversos tipos de naciones periféricas, encontrando que no están asegurados los resultados de tal interacción.
Pueden ser virtuosos o pueden significar la consolidación del atraso, según sea la calidad de la relación.

En el caso argentino, esa articulación existió estructuralmente, tanto en la etapa agro - exportadora como en la de industrialización mercado - internista.
Pero a partir de la vuelta de la democracia, se agregó un nuevo problema que es la herencia directa de la dictadura cívico - militar.
Desde el primer tramo del gobierno de Alfonsín, con Bernardo Grinspun como ministro de Economía, se pudo observar que la relación de fuerzas entre el Estado nacional y el poder económico había cambiado significativamente durante el denominado “proceso”.
Grinspun intentaba encauzar a la economía en una dirección tomando medidas “dirigistas” que en otro tiempo habían sido eficaces, pero resultaba que naufragaban ante las reacciones tanto productivas como financieras de las grandes corporaciones.
Estábamos en presencia de una nueva realidad.

A la supuesta potestad de gobernar de los partidos electos en forma mayoritaria y democrática, le fue impuesta una doble restricción, con la cual convivimos hace 41 años, y que parece que no entra en la conciencia ni de las mayorías, ni de las dirigencias populares:

· los condicionamientos políticos y económicos severos que genera el masivo endeudamiento externo, y
· las restricciones de gobernabilidad que le imponen a las gestiones de todo signo los grupos económicos y sectores que manejan y regulan, desde la actividad privada, partes importantes de la economía.


Es una ficción sostener que los gobiernos democráticos, en Argentina, hacen lo que quieren.
Los gobiernos neoliberales hacen lo que programáticamente quieren las grandes empresas (“los mercados”), con lo cual no tienen conflictos con los poderes fácticos.
En todo caso, se encuentran con otros problemas de gobernabilidad económica que se derivan de las incongruencias estructurales de las propuestas empresariales.

De esos gobiernos sí se puede decir que “hacen lo que quieren”, porque hacen con convicción lo que las diversas fracciones del capital les demandan.
El problema es más visible con los gobiernos que tienen alguna ambición política más allá del libreto pro - empresario.
Porque se encuentran con que efectivamente no manejan las principales palancas de la economía.

Los gobiernos con vocación popular, hasta ahora:

· No controlan en forma efectiva el comercio exterior porque no saben realmente cuánto exportamos en materia de hidrocarburos, minerales, productos agropecuarios y de la pesca. Salen las riquezas de nuestra economía en forma parcialmente registrada. La mayor o menor provisión de dólares a la economía la manejan las grandes empresas exportadoras.
· No captan en forma eficiente los flujos de dólares que circulan por el país, que son el instrumento fundamental que permite la dolarización y fuga de los excedentes económicos de las empresas locales y extranjeras, así como de los grandes ahorristas internos.
· No recaudan los recursos impositivos que corresponden según las leyes vigentes, porque hay vacíos en la legislación que permiten eludirla, y porque los organismos encargados de garantizar que se cobren los impuestos - incluido el Poder Judicial - no cumplen con sus funciones en forma eficiente. Por lo tanto se recauda, en definitiva, a la “gorra”, lo que desean pagar los privados.
· Al no recaudar lo que corresponde, los gobiernos no controlan sus propias cuentas públicas, y por lo tanto, o achican el gasto a los niveles que determinan “los mercados”, o tienen que endeudarse o emitir moneda en magnitudes tales que finalmente generan efectos inflacionarios.
· El Presupuesto Nacional, en vez de ser la condensación de las prioridades de gasto que los distintos sectores de la sociedad negocian en la arena parlamentaria, es el resultado que definen desde afuera los evasores impositivos y desde adentro, los acreedores internos y externos y los lobistas privados que actúan a través del sistema político.
· No pueden regular los precios, porque el Estado se desprendió de muchas empresas públicas que eran formadoras de precios, porque los organismos públicos capaces de controlar flujos relevantes de producción fueron desmantelados, y porque hoy el Estado no está en condiciones de sancionar a quienes violan los derechos de los consumidores. En caso de comprobarse flagrantes ilegalidades, difícilmente los culpables serán sancionados porque la Justicia - en claro alineamiento con la derecha social - no está dispuesta a acotar los abusos de los más poderosos.

En ese sentido, una forma de comprender con claridad qué es el gobierno de Milei, con la colaboración central de Federico Sturzenegger en esta tarea, es observar cómo favorece el debilitamiento estructural de las capacidades públicas de intervenir en los procesos económicos.
Es grosera la forma en que este gobierno intenta que se agudice aún más la capacidad privada para modelar la economía y la sociedad argentina.

En síntesis: la realidad es que los gobiernos con algún sentido popular tienen muchas dificultades de gobernabilidad, porque parte de las decisiones económicas las toman los privados, que pueden llegar a neutralizar medidas racionales en función del bien común y erosionar la credibilidad de las políticas con sentido popular.

Lo que viene ocurriendo en los últimos 40 años es que el público tiende a responsabilizar en exclusiva a los gobiernos, al poder político, porque sigue inmerso en la ilusión de que con sentarse en el Ministerio de Economía y emitir resoluciones basta para conducir la economía.

Volvemos entonces a la pregunta: ¿quién va a ser el responsable si el gobierno capota?
No van a ser sus mandantes reales, el poder económico local y los grandes intereses multinacionales que quieren jugar en y con la Argentina, porque están invisibilizados por las razones arriba analizadas.

¿Será Milei, será Caputo el culpable?
Sacrificar a Caputo serviría para preservar a Milei, aunque haya dicho que es el mejor ministro de Economía del mundo.
No tiene ninguna importancia.
Pero también podría ocurrir que se culpe a la oposición por “obstruccionismo”.
Eso podría parecer un chiste para cualquier persona informada de la notable cantidad de agachadas serviles - por parte de la oposición “centrista” - al poder que respalda a Milei.
O que se demonice el limitado perfil opositor que ha asumido el kirchnerismo, que se circunscribe a la denuncia mediática y a la disputa parlamentaria, que ha sido neutralizada gracias al DNU 70/2023.

Cómo se hará para lograr la impunidad para quienes impulsaron y protagonizaron el actual experimento desastroso para el país es un tema político.
Lo que hoy sabemos con certeza es que en los experimentos neoliberales anteriores lograron la impunidad, ya que los chivos emisarios, en todos los casos, fueron el personal político, y jamás los beneficiarios materiales e impulsores reales de las experiencias antipopulares.

También sabemos que con el actual nivel de consciencia colectiva, podría volver a pasar lo mismo: que el malo de la película resulte ser un panelista libertario que pasaba por la calle y que “nos engañó a todos”.
Hay un gran trabajo pendiente, conceptual y político, que es que se logre perforar la capa más visible de la realidad institucional de cómo es gobernada la Argentina, para pasar a una comprensión superior, que permita abordar con más eficacia política los problemas de fondo de una democracia vaciada de contenido democrático.



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