Un sueño soñaba anoche,
sueñito del alma mía,
soñaba con mis amores,
que en mis brazos los tenía.
Vi entrar señora muy blanca,
muy más que la nieve fría,
por dónde has entrado amor,
cómo has entrado a mi vida.
Las puertas están cerradas,
ventanas y celosías,
no soy el amor amante,
soy la muerte Dios me envía.
Ay muerte tan rigurosa
déjame vivir un día,
un día no puede ser,
una hora tienes de vida.
Muy deprisa se cansaba,
más deprisa se vestía,
ya se va para la calle
en donde su amor vivía.
Ábreme la puerta blanca,
ábreme la puerta niña,
como te podré yo abrir
si la ocasión no es venida.
Mi padre no fue a palacio,
mi madre no está dormida.
Si no me abres esta noche
ya no me abrirás querida.
La muerte me anda buscando
junto a ti vida sería.
Vete bajo mi ventana
donde labraba y cosía.
Te echaré cordón de seda
para que subas arriba,
y si el hilo no alcanzare
mis trenzas añadiría.
Se rompió el cordón de seda,
la muerte que ahí venía,
vamos el enamorado
que la hora ya es cumplida.
Las montañas se abren para que entren la ruta y el río juntos al pueblo, uno de los más lindos de la Argentina, al pie de esa piedra impresionante que es el Fitz Roy. Ese pueblo es EL CHALTÉN, en la patagónica Santa Cruz. Esta página permite mirar el lugar en que subo algunas cosas de mi archivo personal. La mayor parte pertenece a otras gentes; las menos, son propias. Algunas están muy arraigadas en mi vida, con mis afectos. A una parte de ellas algunos talentosos le han puesto música. (rt)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
FORMULARIO DE CONTACTO
BUSCAR EN ESTE BLOG
SEGUIDORES
HOMBRES TRABAJANDO, de Horacio Verbitzky - 19/10/2025
Martín Rico y Ortega (1852) Hombres trabajando subidos a una polea. Intervenido por Navaja. Animado por Silvia Canosa El Cohete expuso hace ...
-
Si mañana no despertara, solo cree que me he dormido. Piensa que en la paz de mi sueño, te sueño, y no me he ido. También escucha mi música...
-
Está mi corazón en esta lucha. Mi pueblo vencerá. Todos los pueblos vencerán. Uno a uno estos dolores se exprimirán como pañuelos, h...
-
Por esa época yo trabajaba en el Juzgado, y era un abogadito recién recibido, imbuído de mi propia importancia. Lamentaba profundamente que ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.