en la Edad Media, un hombre trabajador
y muy virtuoso fue injustamente
acusado de haber asesinado a una mujer.
En realidad el verdadero autor del crimen
era una persona muy influyente del reino,
amigo y mano derecha del Rey,
por eso desde el primer momento
buscaron a una víctima
propicia para encubrir a éste,
el verdadero culpable.
era una persona muy influyente del reino,
amigo y mano derecha del Rey,
por eso desde el primer momento
buscaron a una víctima
propicia para encubrir a éste,
el verdadero culpable.
El hombre fue llevado a juicio,
sabiendo de antemano
que tendría muy pocas posibilidades
de ser declarado inocente.
sabiendo de antemano
que tendría muy pocas posibilidades
de ser declarado inocente.
Antes del juicio
su destino ya estaba decidido,
iba a morir en la horca.
su destino ya estaba decidido,
iba a morir en la horca.
El Juez, que también estaba confabulado,
trató de dar todo el aspecto de un juicio justo
e imparcial y por ello dijo al acusado:
trató de dar todo el aspecto de un juicio justo
e imparcial y por ello dijo al acusado:
- Conociendo tu fama de hombre justo
y sabiendo que eres un fiel creyente,
vamos a dejar tu destino en las manos de Dios,
así que ahora vamos a escribir
en dos trozos de papel
las palabras culpable e inocente.
Tú escogerás uno y será la voluntad
de Dios la que decida tu destino.
y sabiendo que eres un fiel creyente,
vamos a dejar tu destino en las manos de Dios,
así que ahora vamos a escribir
en dos trozos de papel
las palabras culpable e inocente.
Tú escogerás uno y será la voluntad
de Dios la que decida tu destino.
Por supuesto el Juez había preparado
dos papeles con la palabra:
Culpable.
dos papeles con la palabra:
Culpable.
La pobre víctima aún sin conocer
los detalles, se daba cuenta
que el sistema propuesto
era una siniestra trampa.
No tenía escapatoria.
los detalles, se daba cuenta
que el sistema propuesto
era una siniestra trampa.
No tenía escapatoria.
Al momento, el Juez ordenó al hombre
que tomara uno de los dos papeles doblados.
que tomara uno de los dos papeles doblados.
El acusado se quedó en silencio
unos segundos con los ojos cerrados,
meditando y cuando la sala comenzaba
ya a impacientarse, abrió los ojos
y con una amplia sonrisa tomó
uno de los papeles y llevándolo a su boca,
rápido, se lo tragó.
unos segundos con los ojos cerrados,
meditando y cuando la sala comenzaba
ya a impacientarse, abrió los ojos
y con una amplia sonrisa tomó
uno de los papeles y llevándolo a su boca,
rápido, se lo tragó.
Sorprendido e indignado,
el Juez le reprochó airadamente:
- ¿Pero qué has hecho?
¿Y ahora cómo vamos a saber el veredicto?
el Juez le reprochó airadamente:
- ¿Pero qué has hecho?
¿Y ahora cómo vamos a saber el veredicto?
- Es muy sencillo, respondió el hombre,
sólo es cuestión de leer el papel que queda
y sabremos lo que decía el que me tragué.
sólo es cuestión de leer el papel que queda
y sabremos lo que decía el que me tragué.
Así fue que, en medio de un gran bullicio
en la sala, y aún ante la evidente desilusión
del Juez, no tuvieron más remedio
que liberar al acusado.
en la sala, y aún ante la evidente desilusión
del Juez, no tuvieron más remedio
que liberar al acusado.
Moraleja
Por más difícil que se nos presente
una situación, nunca dejemos
de buscar la salida, ni de luchar
hasta el último momento.
"En momentos de crisis, sólo la imaginación
es más importante que el conocimiento.”
es más importante que el conocimiento.”
Albert Einstein
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.