jueves, 26 de julio de 2018

LA CANA, de Julián Centeya

A la final, ya ves, saltó la bronca.
El gil, que se avivó, la fue de esparo,
de cruzada un botón lo chapó al monga,
y me sirven a mí, si no me paro.

Yo siento que ese fato mishio y raro
de vos me aleja, y es lo que más siento.
La parlo poco, lo sabés, y claro,
y amás te es rejunao mi sentimiento.

Tu breón te cayó en cana, negra amada,
la tasuer me empaqueta de zarpada,
y espero una aliviada en la sentencia.

Batile al bepi, que me fui de viaje,
portame entre otras cosas algún traje.
Yo me la aguanto. Vos tené paciencia.

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