la luna se aferró a tu
piel,
y el
mar se sintió celoso,y quiso en tus ojos, estar él también...
Tu boca, sensual, peligrosa,
tus manos la dulzura son.
Tu aliento, fatal fuego lento
que quema mis ansias y mi corazón.
Ternura que sin prisa apuras,
caricias que brinda el amor.
Caprichos muy despacio dichos
entre la penumbra de un suave interior.
Te quiero, y ya nada me importa.
la vida lo ha dictado así.
Si quieres, yo te doy el mundo,
pero no me pidas que no te ame así.
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