cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
cuando los trigos encañan
y están los campos en
flor,
cuando canta la calandria
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
cuando los enamorados
van a servir al amor.
Sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta
prisión,
que ni sé cuándo es de día
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
Matómela un ballestero;
¡déle Dios mal
galardón!
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