Uno se despide,
insensiblemente, de pequeñas cosas,
lo mismo que un árbol, en tiempos de otoño, muere por sus hojas.
Al fin, la tristeza es la muerte lenta de las simples cosas,
esas cosas simples que quedan doliendo en el corazón.
Uno vuelve siempre a los viejos sitios en que amó la vida,
y entonces comprende cómo están de ausentes las cosas queridas.
Por eso muchacha no partas ahora soñando el regreso,
que el amor es simple, y a las cosas simples, las devora el tiempo.
Espérame aquí, en la luz mayor de este mediodía,
donde encontrarás, con el pan, al sol, la mesa servida.
Por eso muchacha no partas ahora soñando el regreso,
que el amor es simple, y a las cosas simples las devora el tiempo.
lo mismo que un árbol, en tiempos de otoño, muere por sus hojas.
Al fin, la tristeza es la muerte lenta de las simples cosas,
esas cosas simples que quedan doliendo en el corazón.
Uno vuelve siempre a los viejos sitios en que amó la vida,
y entonces comprende cómo están de ausentes las cosas queridas.
Por eso muchacha no partas ahora soñando el regreso,
que el amor es simple, y a las cosas simples, las devora el tiempo.
Espérame aquí, en la luz mayor de este mediodía,
donde encontrarás, con el pan, al sol, la mesa servida.
Por eso muchacha no partas ahora soñando el regreso,
que el amor es simple, y a las cosas simples las devora el tiempo.
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