lunes, 31 de enero de 2022

YA PERDONÉ ERRORES CASI IMPERDONABLES, de Charles Chaplin

Traté de sustituir personas insustituibles,
de olvidar personas inolvidables.

Ya hice cosas por impulso.
Ya me decepcioné con algunas personas,
mas también yo decepcioné a alguien

Ya abracé para proteger.
Ya me reí cuando no podía .
Ya hice amigos eternos.
Ya amé y fui amado pero también fui rechazado.

Ya fui amado y no supe amar.
Ya grité y salté de felicidad.
Ya viví de amor e hice juramentos eternos,
pero también los he roto y muchos.

Ya lloré escuchando música y viendo fotos.
Ya llamé solo para escuchar una voz.
Ya me enamoré por una sonrisa.

Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y...
tuve miedo de perder a alguien especial
(y terminé perdiéndolo)
pero sobreviví.
Y todavía vivo.

No paso por la vida.
Y tú tampoco deberías solo pasar...
Vive.

Bueno es ir a la lucha con determinación,
abrazar la vida y vivir con pasión.
Perder con clase y vencer con osadía,
porque el mundo pertenece a quien se atreve
y la vida es mucho más para ser insignificante".

EL FIN DE LAS PESADILLAS, de Graciana Peñafort - 30/1/2022

El 1 de febrero iré a la marcha para hacer sentir mi voz frente a los cínicos que fueron ariete de la opresión.

Mi amigo Fernando Casullo escribió ayer: 
"Puedo evitar los defaults mas tristes esta noche".

Tal vez fue lo único que me arrancó una sonrisa entonces.
Porque seamos claros: contento no está nadie.
Sí creo que muchos están aliviados.
Supongo incluso que yo lo estoy,

Ayer, un amigo economista me explicaba que Mauricio Macri simplemente no pudo evitar caer en la tentación de endeudarse.

Primero fue la deuda con los fondos de especulación.
Pienso en un nombre y se me viene a la cabeza Templeton, pero no fue el único.
Fondos que compraron bonos de deuda argentina, endeudamiento de la Argentina que utilizó para garantizar una tasa de ganancias inaudito en el mundo, que se generaban en pesos y se retiraban en dólares.
Esas épocas en las que Juan de los Palotes podía comprar hasta 5 millones de dólares y sacarlos del país, con el precio del dólar planchado.
Pero la timba financiera no fue eterna - no podía serlo - y un día la Argentina se quedo sin financiamiento privado.
Y entonces el gobierno de Mauricio Macri sucumbió a la tentación final y volvió al Fondo Monetario Internacional del cual nos había sacado Néstor Kirchner.

El viernes acordamos con ese Fondo al que le debemos 44.000 millones de dólares de una deuda fraudulenta e ilegal, en mi opinión. Deuda que se acordó solo para sostener el gobierno ilegítimo de Macri y sin un solo estudio técnico que validara su sustentabilidad.
Porque de hecho no es sustentable.

Los vencimientos son simplemente impagables para un país con un superávit récord de 15.000 millones.
Un país que a duras penas se sostiene en pie después de las dos pandemias: la pandemia del endeudamiento y la pésima administración que nos dejó Mauricio Macri, y la pandemia de la enfermedad que nos costó tantas vidas y aun hoy nos tiene asustados, y que busca recuperar del todo nuestra antaño considerada normalidad. (que por cierto no era muy normal que digamos, pero al menos podíamos abrazarnos sin miedo y juntarnos sin tantos reparos)

¿Es la solución el acuerdo..?
No lo sé, no conozco ningún país que haya arreglado con el FMI y haya terminado bien.
Tampoco conozco algún país que no haya logrado el acuerdo, declarado el default y que haya terminado bien.
Así que no tengo historias con final feliz para comparar y las que tengo, además de carecer de finales felices, me dan algo de espanto.

Lo que sí sé es que parece el acuerdo posible, el que nos aleja en lo inmediato de la hipótesis del default.
También presupongo que ha sido negociado con buena leche y responsabilidad y sin rifar las posibilidades de crecimiento de este país tan al sur de casi todo.
Y sin regalar las dosis mínimas de autonomía que necesita una nación para tener dignidad, además de reservas y gente con vida.

Y es cierto, en mi interior pienso que el Fondo es como ese novio golpeador que jura que las cosas van a ser diferentes esta vez.
El problema es que yo no le creo más, porque tengo en cuerpo y en la historia las huellas de viejas y vergonzosas palizas.
Y si bien el cuerpo no suele retener la memoria del dolor, como estrategia de supervivencia, instintivamente me siento abrazándome a mí misma y protegiendo el cuerpo.

Pienso en las heridas posibles y no sé bien cómo evitarlas.
Uno aprende a maquillar machucones, pero están los que no podés cubrir con maquillajes.
Los viejos sin jubilación digna, los pibes sin futuro, los desempleados sin esperanzas son los verdugones que no sé maquillar de mi cuerpo - patria.
Y el miedo a la próxima golpiza, que te inmoviliza y no te deja escapar.

Pero las sociedades están obligadas a ser más valientes en términos colectivos de lo que somos las personas en términos individuales.
Y tienen el deber ético de seguir adelante. Aun cuando estemos tristes o asustados.
Obligación que no es por nosotros, sino por el futuro mismo de todos, los que están hoy y los que van a venir, que merecen un mundo de posibilidades y esperanzas posibles.

Y supongo también que en este punto de mi pensamiento, abandono lo que sé economía y reivindico la posición creyente, no solo en Dios sino en la política, como herramienta superior de soñar y construir destinos dignos para la sociedad.
Voy a pasar por alto el cinismo contumaz de quienes nos trajeron a esta situación, por más que hablen y cacareen y hagan muchísimo ruido.
Sabemos quiénes son, sabemos sus nombres y también sabemos que no es la primera vez que lo hacen, por el contrario: cada vez que aparecen vienen a hacer lo mismo, con una regularidad aterradora donde siempre ganan unos pocos - que también conocemos, aunque se travistan - y siempre pierden unos muchos, invisibles al momento de decidir y siempre visibles al momento de padecer.

Pero esos cínicos no son los únicos cínicos de esta historia.
Porque están los cínicos a quienes la sociedad les ha confiado la potestad de cuidarnos.
¿Quién debía investigar la legalidad de esta deuda..?
El Poder Judicial.
¿Quién debía custodiar que se cumpliese con la Constitución..? ¿Quién debía impedir que se cerraran cientos de comercios y clubs de barrio porque se dolarizaron las tarifas y se volvieron impagables..?
El Poder Judicial.
¿Y quién debía custodiar a quienes osaban levantar la voz contra lo que pasaba en esos días en Argentina..?
El Poder Judicial, también.

Pero estos cínicos no hicieron nada de eso.
Se aliaron con los malos de esta historia, con los mismos que nos endeudaron y se olvidaron de nosotros, a quienes debían cuidar.

En lugar de controlar las condiciones del endeudamiento, se entretenían tomando cafecitos en Olivos o jugando al paddle o sacándose fotos con Moro, que venía de hacer desastres en Brasil.

En lugar de controlar la razonabilidad de las tarifas, se divertían inventando prisiones preventivas y wasapeándose con personas como Marcelo D’Alessio.

Y mientras se cerraban los clubes de barrio y cientos de comercios, ellos estaba muy ocupados escuchando conversaciones privadas y dándole las grabaciones a periodistas del tres al cuarto.

Y en lugar de proteger a las voces disidentes o que se oponían a los que estaba pasándonos a todos, ellos - los cínicos - se ocupaban de perseguirlos, hostigarlos y acallarlos armándoles causas y negándoles las más esenciales garantías del Estado de Derecho.

Digo esto y pienso en el acoso que sufrieron Cristina Fernández de Kirchner y su familia.
Sin derecho a defensa, sin derecho a producir prueba, espiados y estigmatizados.

Pienso en Milagro, presa en una cárcel del norte para que un triste y precario dirigente radical pudiera gobernar Jujuy.

Pienso en Amado Boudou, sometido a la prisión para que no hubiese una voz que cuestionase las políticas económicas. Y pienso que le privaron de esa voz a sus propios hijos mientras crecían.

Y los muchos compañeros y compañeras que la pasaron mal, mal de verdad, para que unos pocos pudiesen hacer lo que hicieron sin voces disidentes.
Pienso que perseguían desde el Poder Judicial hasta a pobre twitteros, porque hasta twittear una canción de cancha era inadmisible en el reinado del silencio, que como la deuda impusieron sobre este país.

¿Saben..?
Yo no hacía derecho penal, empecé a hacerlo de verdad cuando un amigo me pidió que lo defendiera de una acusación infamante, que terminó costándole la vida.
Recorrí esos pasillos grises pidiendo justicia, pidiendo respeto, pidiendo garantías y solo me encontré con cínicos y cobardes.
Y en esos días entendí que si no peleábamos por esas cosas que dábamos por descontadas en democracia, podíamos perderlas para siempre en la desmemoria de las conciencias cómodas.

Cuento lo anterior con dolor y con orgullo también.
Siempre ame una frase de Paulo Freire que dice:
“No es en la resignación en la que nos afirmamos, sino en la rebeldía frente a las injusticias”.

Pensé en ella durante todos estos años.
Para los pueblos todos y también para mi sociedad, tan mansa a veces frente al espanto.
Y para mí misma también.

Y por eso el 1 de febrero voy a ir a la marcha para hacer sentir mi voz frente a estos cínicos que fueron ariete de la opresión que sufrimos estos años.
No pedí permiso ni lo consulté con nadie.
Cuando a todos perseguían tampoco pedí permiso para defender lo que eran groseras violaciones a las garantías, violaciones que no estaba dispuesta a tolerar para nadie.

¿Qué esperanza tengo, que me empuja a marchar..?
Que la injusticia y el cinismo se tienen que acabar de una buena vez.
Y de nuevo recurro a la fe, fe en que el gobierno no se apoye en la resignación sino en la rebeldía ante la injusticia y decida tomar de una buena vez cartas en el asunto.
Porque de cínicos estamos hartos.

Pero no es el hartazgo lo que me lleva a la marcha.
Es la intención real de respaldar medidas para que cambien las cosas.
Confianza en que pueden tomarlas y convencimiento de que podemos respaldarlas entre todos.
Para que algo cambie y se destraben los mecanismos institucionales que permiten modificar el estado de las cosas.

“Cuando el fuego arda, ¡quiero estar ahí..!", canta el Indio Solari y yo quiero estar ahí, con una sola esperanza.
Llevo años teniendo pesadillas con mi amigo gritando de dolor, mientras los cínicos jugaban al paddle o tomaban café.
Y quiero que esas pesadillas dejen de acosarme en las noches y estoy convencida que eso va a suceder si logramos cambiar las cosas.

Así que voy a marchar por el fin de las pesadillas, las mías y las de una sociedad sin justicia ni ley.
Porque una vez más, como hicieron las Madres y las Abuelas, vamos a reclamar algo que nos merecemos: Justicia y también un Poder Judicial que invite a rebelarnos contra las injusticias y no un poder que invita a la resignación.
Por un Poder Judicial que no sea puro cinismo.

Porque acá no se resigna nadie. Como siempre hemos hecho y como vamos a seguir haciendo.

No nos resignamos a no tener futuro.
Porque lo tenemos y vamos a marchar por ese futuro.
Que será infinitamente más justo.

Escribo esto también con dolor y con orgullo, pero sobre todas las cosas con una esperanza terca y feroz de que podemos cambiar al Poder Judicial.
Que merecemos cambiarlo.

CIELO DE LOS TUPAMAROS, del muro de Jorge Gorostiza

Mauricio Rosencof recibió una vez, dos veces, muchas, el premio Nobel de Literatura.
Pocos lo saben, y no es de extrañar.
La íntima ceremonia se realizó bajo tierra, en un cuartel, durante la última dictadura uruguaya.
Curiosamente, invariablemente, el premio se lo entregó otro oriental, otro tupa, Eleuterio Fernández Huidobro.

Los militares habían silenciado a Mauricio y Eleuterio, enterrándolos en vida.
Y así y todo, o por eso mismo, durante diez años y medio, el Ruso y el Ñato hablaron con las manos.
Es decir, con golpecitos en la pared que separaba sus calabozos subterráneos, tumbas de menos de dos metros por uno.
Aislados, hambreados y medio muertos de sed, los tupamaros hablaron.

Fue así: en vísperas de la primera navidad en cautiverio, Mauricio y Eleuterio sintieron la necesidad imperiosa de decir, la terca urgencia de escuchar, el porfiado deseo de comunicarse.
Y allí, bajo tierra, Mauricio y Eleuterio reinventaron el código Morse. Y así, con golpecitos en la pared, se dijeron: FELICIDAD.

¡Felicidad..!
Enterrados vivos, sin verse los rostros, ni ver la luna, ni el sol., ni nada.
Demasiado lejos de los seres queridos, demasiado cerca de sus verdugos, sin saber si acaso alguna vez podrían salir de esas tumbas, la primera palabra que se dijeron fue esa: Felicidad.

Nada ni nadie pudo detener la palabra aquella.
Ni la cárcel, ni la sed, ni el miedo, ni el hambre.
Eso tiene la palabra, de tanto en tanto, cuando es potente, sabe traspasar muros, y le da por liberar oprimidos y romper cadenas.
Aunque parezca imposible, aunque nos digan que ya no hay amor, ni futuro, ni esperanza.

Desde la soledad más sola, desde el más mudo de los silencios, el Ruso y el Ñato salieron a desearle felicidad al Otro, al Sufriente, al Olvidado, al Humillado, al Perseguido.
Esa fue la primera vez y así estuvieron, durante más de diez años, con golpecitos en la pared: un golpe, la letra A; dos golpes, la letra B; tres golpes, la letra C...
Y así.

Y así, obstinadamente, golpe a golpe, se abrazaban y discutían, se contaban penas y esperanzas, entrelazaban sueños e imaginaban otro mañana: las mujeres más bellas los recibían en los aeropuertos, desde los Andes bajaban las brigadas que liberaban nuestro continente y acá y allá los tupas recibían condecoraciones.

Fue por entonces que Mauricio acumuló sus premios Nobel.
Y uno que otro Cervantes también.
Y todo, todo, todo con obstinados golpecitos en la pared, reinventando amorosamente el viejo código.
Pero pasó algo más.

Un día entró al calabozo de Mauricio un soldado que, con voz tajante, preguntó:

- ¿Usted es Rosencof, el escritor..?

Mauricio, que no perdía el sentido del humor, contestó:

- ¡A la mierda, llegó la crítica literaria..!

Pero el soldado no estaba para ninguna broma:

- Manda a decir el sargento que le escriba una carta a su novia (a la novia del sargento).

El prisionero escribió la carta, que anduvo muy bien, y a partir de ese día medio cuartel desfiló por su celda para encargarle cartas y poemas.
El escritor obligado sedujo mujeres, arregló matrimonios, consumó infidelidades...
Y aquello le cambió la vida: la literatura de prepo tenía un formidable valor de intercambio: una naranja, una papa, un huevo duro, cigarrillos, tesoros.
Y pasó algo más, consiguió un bolígrafo.

Entonces, en papel de armar cigarrillos, Mauricio escribió cuentos y poesías que salieron de la cárcel escondidos en los dobladillos de la ropa que, una vez por mes, su madre retiraba para lavar.
¿Y a qué le escribía Mauricio..?
¿A la Revolución, acaso..?
No.
¿A los obreros y campesinos, tal vez..?
No.

Rosencof le cantó al barrio, a los amigos de la adolescencia y a una primera novia, Margarita...
Años después Jaime Roos le puso música a esos sonetos que, inexplicablemente, no se enseñan aún en las escuelas secundarias.

Aquellos textos que consiguieron salir de la cárcel escondidos en los dobladillos de su mugrienta ropa fueron bautizados por el propio Mauricio como Literatura de camiseta.
La obra incluye un mínimo universo conocido como Conversaciones con la alpargata.
El sello Ayuí las ha publicado en CD y la primera de ellas dice así:

He vuelto
a conversar
con la alpargata.
No debo
hacerlo más.
Evitaré en lo
sucesivo su mirada.

Llegó marzo de 1985, y en el paisito fueron liberados los presos políticos.
El mismo día de su liberación Rosencof, Fernández Huidobro, el Pepe Mujica y demás tupamaros rumbearon hacia un convento franciscano, a reorganizar el movimiento.
El Ruso y el Ñato, que se habían morfado trece años de cautiverio, se había juramentado también a que, si sobrevivían a aquel infierno contarían su historia “sin odio, sin rencor, sin adjetivos”.
Así fue que mateando a la sombra de un árbol grabaron 48 casetes de audio que conformaron luego el estremecedor texto de Memorias del calabozo.

De aquella evocación, de las conversaciones con la alpargata, de esos textos tumberos, si tengo que elegir, nítidamente sobresale uno. 
Para el primer cumpleaños en prisión de Eleuterio, Mauricio le regalo estos versos:

Y si éste fuese
mi último poema,
insumiso y triste,
raído pero entero,
tan sólo una palabra
escribiría: COMPAÑERO

Ahora, justo ahora, que es poca la esperanza, que la confianza escasea, que el futuro nos roban, que se ahonda la pena, recuerdo a dos orientales, compañeros, que enterrados en vida entrevieron un cielo.

¿HABRÁ SIDO ASÍ..?, de Graciana Peñafort - 23/1/2022

La Gestapo antisindical y la naturalidad con que bajaban el pulgar a destinos ajenos.


Héctor Timerman.

Era 27 de diciembre de 2021 cuando un buen cristiano me mando por privado un tuit de Rosario Ayerdi (@rosarioa) en el que se mostraban las primeras imágenes de lo que hoy conocemos como la “Gestapo de Vidal” o la “Gestapo antisindical” con el mensaje: “Tenés que ver esto”.

En el video salían una serie de funcionarios acordando la persecución de un dirigente sindical.
Decía el tuit de la periodista: 
“El ex ministro de Trabajo, Villegas pide a empresarios que denuncien al Pata Medina y les dice: ‘Hemos chequeado con la Procuración, con la fiscalía, con el juez, que eso va a funcionar' ".

Lo vi y me quedé helada.
Me parecía entonces y me parece aun hoy inverosímil que ese video existiese.
No solo por las barbaridades que se dicen ahí, sino por la locura conceptual de que alguien lo hubiese filmado.

El origen del video era la AFI, que lo había encontrado en un disco borrado por la anterior gestión y que como correspondía, había hecho la pertinente denuncia.
Y todo parece indicar que fue la propia AFI bajo la gestión de Macri quien además firmó ilegalmente ese video.

La investigación que hasta ahora se ha llevado adelante ha verificado que el salón donde se lleva adelante la reunión lo reservó la presidencia del Banco Provincia, y lo hizo por tres días.
El día previo - suponen los investigadores - que usaron para cablear el salón, el día de la reunión y el día posterior que habrían utilizado para retirar el cableado.

La pregunta que todos nos hacemos es: ¿para qué filmar esa reunión..?

Todos creemos que la reunión se filmó para luego mantener sujetos a la operación a los partícipes.
Tipo: “Ojo, que no podés despegarte”.

También están los que dicen que se filmó pensando en aprietes políticos futuros.
Y por último está la tesis que sostiene que se filmó para poder acreditar ante los jefes - sean quienes sean - que en efecto habían obtenido la conformidad para avanzar en la operación.

Cualquiera de las tesis no logra explicar cómo es que llego a hacerse semejante grabación, ni qué objetivo perseguían quienes la hicieron. Pero sea cual sea ese objetivo, sin duda no era que la viéramos en televisión ni que sus participantes - algunos - tuvieran que dar explicaciones sobre su participación.

Y por cierto, las explicaciones que dieron algunos fueron de las que hacen desear que no hubiesen explicado nada.
Dentro del Top Five que escuchamos en el ranking de absurdos, resalta sin duda la de Garro, intendente de la Plata, que declaró: “Llegué demorado como treinta minutos por el tráfico y ya había comenzado la reunión. Pero jamás imaginé que iban a participar agentes de la AFI.
Pensé que eran colaboradores del ministro o empresarios.
Lo mismo que vi que había cámaras, pero creí que eran seguridad.
Ahora me entero que me grabaron…
¿Adónde nos estábamos metiendo?
Me siento un poco víctima..”.

Extraña victimización de alguien que figura en lo registros de la AFI.

“De acuerdo a los libros de ingreso al edificio de la AFI, que están elaborados de puño y letra y dan cuenta de quién ingresa y a quién va a ver, el 12 de junio de 2017, a las 16.26, el intendente de La Plata Julio Garro fue a ver a la Sub Directora Silvia Majdalani".

Continúa contando Franco Mizrahi que “el 14 de junio se cursan los mails en el Banco Provincia para reservar el SUM del séptimo piso donde se realizó la reunión.
El mismo 14 de junio, dos agentes de la AFI ingresaron a la sede porteña del Banco Provincia a instalar 4 cámaras y micrófonos para grabar la reunión de la Gestapo”.

Garro volvería a la AFI. 
“El 14 de noviembre de 2017, el intendente Garro vuelve a la AFI.
Se reúne con Majdalani.
Entra a las 16.24 y se va a las 17.34.

El 15 de noviembre, la Cámara penal de La Plata confirma la prisión preventiva de Medina por asociación ilícita”.

La víctima más rara del mundo, digámoslo.

Similar defensa intentó esbozar el ministro Villegas, solo que en su caso arranco con mala suerte, porque es quien dice en el video que sueña con una Gestapo para los sindicatos. 
«Si yo pudiera tener una Gestapo para terminar con todos los gremios, lo haría».
Un pésimo punto de partida para explicar algo de cara a la opinión pública, en mi opinión.

También se disculpó, dijo que daría las explicaciones ante el Poder Judicial y sugirió que el video estaba adulterado.
De lo que no pidió disculpas y deberá explicar es por qué “el 31 de julio de 2017, el Sub Secretario de Justicia bonaerense, Adrián Grassi concurre a la AFI con el ministro de Trabajo bonaerense, Marcelo Villegas, quien también fue parte del encuentro en el Banco Provincia.
Entraron a las 14.51. 
Se reúnen con el director de Contrainteligencia, Diego Dalmau Pereyra, otro de los participantes de la reunión en el banco”.

Y ni hablar lo que deberá explicar la ex leona y ex Heidi María Eugenia Vidal, quien luego de unas oportunas anginas dio una entrevista donde entre otras cosas señaló “que el video era ilegal”, cosa que es cierta, solo que todo indica que fue durante su gestión que se filmó.
También dijo que eran los funcionarios de la AFI quienes deberían dar explicaciones.
Claro, eso lo dijo antes que conociéramos la frecuencia con las que los funcionarios de Vidal, incluyendo su ministro de Justicia, visitaban a la AFI.
Y sin desperdicio la parte en que llamó “reunión institucional” al encuentro que vimos en el video.

Permítanme señalar el raro, rarísimo concepto de institucionalidad que demostró Mariu.

El que nada ha dicho hasta ahora es el Procurador Julio Conte Grand, aludido en el video y artífice de buena parte de la persecución que se organizó en esa reunión.
La legislatura de la Provincia de Buenos Aires aún está esperando sus explicaciones.
Y la Bicameral de Inteligencia también, porque el procurador pretendió que el Congreso de la Nación le permitiera hacer uso de un modo de declarar que solo le reconoce la legislación provincial.
Deberá concurrir a declarar el 27 de enero y veremos lo que tiene para contar.

Lo que quedó expuesto en el video es una matriz de persecución judicial articulada por la política y el rol también central que cumplían en esa matriz los servicios de inteligencia.
Eso explica por qué cada vez que se investiga lo que pasó judicialmente durante el macrismo, más temprano que tarde te topás con los servicios de inteligencia.

Y la pregunta que no me deja dormir desde ese 27 de diciembre de 2021.
¿Habrá sido así la reunión donde unos pocos decidieron empujar a la muerte a Héctor Timerman cuando acordaron perseguirlo judicialmente..?

¿Así..?

EL BREVE ESPACIO DONDE ESTÁS, de Pablo Milanés

Todavía quedan restos de humedad,
sus olores llenan ya mi soledad.

En la cama su silueta
se dibuja cual promesa
de llenar el breve espacio
en que no está.

Todavía yo no sé si volverá,
nadie sabe al día siguiente lo que hará.

Rompe todos mis esquemas,
no confiesa ni una pena,
no me pide nada a cambio
de lo que da.

Suele ser violenta y tierna,
no habla de uniones eternas,
mas se entrega cual si hubiera
sólo un día para amar.

No comparte una reunión,
mas le gusta la canción
que comprometa su pensar.

Todavía no pregunté "¿te quedarás?".
temo mucho a la respuesta de un "jamás",

La prefiero compartida
antes que vaciar mi vida.
No es perfecta, mas se acerca
a lo que yo, simplemente, soñé.

martes, 25 de enero de 2022

HOMBRES DE CEMENTO, de Rocco Carbone - 23/1/2022

La lógica mAFIosa, desde Calabria hasta el Banco Provincia


Una reunión de trabajo

En el nombre está la cosa.
La reunión de la mesa judicial bonaerense de junio de 2017 se llevó a cabo en el Banco Provincia, con la finalidad de acordar una estrategia coordinada para arremeter contra la UOCRA.

Ese encuentro es la emergencia de una política de espionaje - acordada con jueces y fiscales y la turba de criados del periodismo antinacional - que armaba causas para perseguir y encarcelar a opositores.
Política decisiva para Macri. Y para Vidal también.

Esa escena estuvo integrada por 15 personas: el ex ministro de Trabajo - Marcelo Villegas, añorante de prácticas nazis -, el Ministro de Infraestructura bonaerense Roberto Gigante, el ex Subsecretario de Justicia Adrián Grassi, el Senador Juan Pablo Allan, el Intendente Julio Garro, el Jefe de Gabinete de aquella AFI Darío Biorci (y además cuñado de Silvia Majdalani: uno de los signos más evidentes de la ‘ndranghetización es la lógica familiarista presente en el círculo del poder cambiemita, que tiene una réplica incluso en el gobierno de Jujuy), el Director operacional de Contrainteligencia Diego Dalmau Pereyra y el Director administrativo de Asuntos Jurídicos Juan Sebastián De Stefano. Además se encontraban presentes integrantes del establishment económico.

Cuando decimos m-AFI-a hablamos de un principio estructurante: el de la ilegalidad ubicada adentro de los tejidos de la legalidad.
Lo ilegal entramado con lo legal es constitutivo de los negocios y sobre todo de la razón mafiosa.
El continuum entre lo legal y lo ilegal es definitorio del hecho mafioso. 
Esta razón se escenifica en la reunión del Bapro: de los 15 asistentes ninguno se registró al ingresar al edificio.
Todos entraron sin registrar nombre ni DNI como es norma en las instituciones públicas.
Ahí se escenifica la razón mafiosa: funcionarios - sujetos legales - operando ilegalmente.
Ahí, el continuum entre lo legal y lo ilegal.
Cuando decimos m-AFI-a nombramos además tres dimensiones: 
  • organización de la estructura represiva;
  • organización de la teoría de la información y la comunicación (telecomunicaciones, medios, servicios de inteligencia);
  • instauración de la economía criminal, de la cual participa el establishment.
Las tres dimensiones están presentes: hay funcionarios que hacen referencia al Poder Judicial, hay servicios estatales de inteligencia y aparece también el establishment.
La ex gobernadora Vidal, en La Nación+ prefirió hablar de su “lucha contra las mafias” (es la lógica del espejo invertido tan afecta para los mafiosos) y del encuentro en el Bapro como “una reunión de trabajo”.
Leve olvido de tipo mafioso: el suyo.

Bicameral

El 14 de enero de este año, el subcomisario Hernán Casassa, que revistó en la división de Activos ilegales de la Superintendencia de investigaciones de la Bonaerense, frente a una subcomisión de la Bicameral de inteligencia del Congreso de la Nación - integrada por los diputados Tailhade, Valdés y Bazze - ejemplificó las formas de funcionamiento de la mesa judicial de la provincia y la manera en que se desarrollaba el armado de causas durante el gobierno de Vidal.

Explicó que la ex gobernadora, su jefe de gabinete, Federico Salvai, el procurador Conte Grand, el ex ministro de Seguridad, Cristian Ritondo (todos usuarios de telefoninos encriptados comprados y costeados por la AFI macrista) integraban también la mesa judicial nacional que, según él, se juntaba un jueves cada quince días, a partir de una convocatoria administrada por la propia AFI, o cursada a través de un correo del despacho del ex jefe de Gabinete, Marcos Peña.

Otro participante, según Casassa, era el inefable “Pepín” Rodríguez Simón, operador judicial de Rodríguez Larreta y de Macri, que se fugó a Uruguay y pidió asilo político por lo que considera una persecución del actual gobierno.
“Pepín” era un sujeto articulador del continuum entre lo legal y lo ilegal, elemento clave de la criminalidad de los poderosos.

Según Casassa, los expedientes para arremeter contra políticos y sindicalistas abrevaban en varias fuentes - la AFI, la Unidad de Información Financiera (UIF) - sin que mediara una orden judicial. Ejemplificó también el nexo entre Elisa Carrió, Paula Oliveto y Vidal.

El auditor general era Guillermo Berra, quien fue acusado por policías y fiscales de utilizar fondos públicos para obtener “información y almacenar datos” de personas sin vínculo con la fuerza policial, pero sobreseído por la Cámara de Apelaciones, cosa que hace recaer la responsabilidad en el hoy diputado Ritondo, que es quien dispuso la compra del sistema Nosis.
Berra sólo lo utilizó en las investigaciones sobre policías corruptos, como Cassasa, que era su función.

Estas declaraciones deben ser puestas en diálogo con la resolución judicial FMP 88 elaborada por el juez Alejo Ramos Padilla en 2019 en la que se muestran las maniobras de espionaje llevadas a cabo por Marcelo Sebastián D’Alessio.
Este informaba al Ministerio de (in)Seguridad y a la propia Patricia Bullrich.

En mayo de 2018, mientras Carrió ventilaba la presentación de una denuncia contra la empresa Hidrovía S.A. por contrabando y tráfico de estupefacientes, D’Alessio recopilaba informaciones de empresas navieras.
Desplegaba sus acciones de inteligencia respecto de estos asuntos y se reunía también con Oliveto en el Congreso para exponerle la información recolectada.
Vale, sin embargo, aclarar que el caso de Casassa es bastante llamativo, ya que frente a la subcomisión de la Bicameral se autoincriminó: durante el gobierno cambiemita él mismo requisó la casa, una empresa y el club de Daniel Scioli y encabezó allanamientos del domicilio de Alberto Pérez, jefe de Gabinete del ex gobernador.

El 20 de abril de 2021 la Comisión Bicameral de fiscalización de los organismos y actividades de inteligencia presentó las conclusiones de la investigación del espionaje cambiemita.
El dictamen de mayoría se titula El Estado mafioso, su tesis, y el informe, Espionaje ilegal, 2016-2019.
Los nombres del personal jerárquico de la AFI que participó en la reunión del Bapro - Biorci, Dalmau Pereyra y De Stefano - aparecen en él en repetidas ocasiones en relación con el espionaje.

De Stefano: una famiglia serviziale

La portación de apellido no puede ni debe condenar a nadie.
Pero si un apellido porta las mismas lógicas y operatorias de una parte y de la otra del océano la cosa pasa de castaño oscuro.

La famiglia De Stefano es una de los siete clanes que integran el directorio (u Crimine) que gobierna la ‘ndrangheta calabresa.
Es una estructura clásica, anclada a la zona norte de la ciudad de Reggio Calabria, el barrio Archi, activa desde la década de 1950 y hegemónica entre 1978 y 1985.

La ‘ndrina, comandada por don Paolo (hasta 1985, cuando fue asesinado), en los años ’70 salió airosa de la primera guerra de ‘ndrangheta, tras lo cual impulsó la modernización del crimen calabrés.
Esto implicó entramar relaciones político - económicas con el Estado: articular un sistema complejo en el que la actividad y los intereses de la famiglia, legales o criminales, empezaron a formar un nudo inseparable con las instituciones.
Dos: activar la injerencia dentro del ámbito del narcotráfico desde Calabria hasta el corazón económico de Italia - Milán - pasando por el Lazio y trasponiendo la frontera alpina.
Don Paolo representaba un nuevo ciclo mafioso contrario al tradicionalismo de don ‘Ntoni Macrì y don Mico Tripodo.
Su bando, ganador de la primera guerra de ‘ndrangheta, siguiendo una orden dada por el clan De Stefano, en enero de 1975 gatilló una lupara para matar al viejo zzu ‘Ntoni.

O sea que las relaciones entre los Macrì y los De Stefano vienen de larga data.
Hoy parecería sin embargo que el clan De Stefano y el clan Commisso (famiglia Macrì) son aliados en Italia.
Los De Stefano - junto con los Libri y Tegan - integran uno de los dos grandes cárteles de distribución de cocaína activo en Calabria.
Luego de la segunda guerra de ‘ndrangheta, en los años ’80, la famiglia empezó a disputar el puerto de Gioia “Coca” Tauro para jerarquizar su intervención en el mercado del narco.

Con don Paolo, entre otros, la organización calabresa empezó a sumar un número mayor de personas “capaces de moverse entre distintos países, con buenos conocimientos del ámbito bancario local y nacional, de los ambientes judiciales, todos dotados de un excelente nivel de conocimientos técnicos. […]
En los años ‘80 se delinearon también precisas contigüidades con ambientes de la masonería y de la logia P2”, explica Lidia Barone en un trabajo dedicado al clan De Stefano: “L’ascesa della ‘ndrangheta negli ultimi due decenni” (Meridiana, n. 7-8, 1989-1990).

La década del ‘80 para la mafia calabresa implicó la consolidación y reestructuración de todas las actividades emprendidas en las décadas anteriores y la inserción de la famiglia (en sentido amplio) en los negocios y los contratos públicos.
Este es uno de los aspectos fundamentales del modo de operar de la empresa mafiosa: la inserción del clan en el Estado para hacer negocios a través de la creación de una cadena de sociedades (muchas, ficticias) de intermediación entre instituciones y mercado.

El trabajo de Barone sin embargo no se interesa por una terminación nerviosa del clan De Stefano: los servicios de inteligencia, emergente que muestra una línea de continuidad que carga el apellido de una orilla a la otra del Atlántico y que permite entender cabalmente las acciones de Juan Sebastián, apodado “el enano”.

En 2011, en el ámbito de la operación Astrea de la Guardia di Finanza italiana, fueron arrestadas once personas vinculadas a las ‘ndrine De Stefano - Tegano por negocios vinculados con la sociedad Multiservizi de Reggio Calabria en la que estaban conectados sujetos pertenecientes a los servicios secretos italianos, a la masonería, políticos y empresarios.

Carmelo Stefano Serpa, picciotto di giornata (sicario) perteneciente a la famiglia De Stefano hasta la década del ‘90 y ex colaborador de justicia, frente al Tribunal penal de Reggio Calabria declaró en 2019 que el capobastone Giorgio De Stefano tenía relaciones con los servicios italianos.
Y al fiscal de Reggio Calabria, Giuseppe Lombardo, le dijo: 
“Yo estoy dispuesto a destapar todos los barriles que aún están cerrados. […] Puedo mencionar nombres […] pero me preocupa muchísimo lo que podrían hacer los servicios"

Esta organización, la “Cosa Nuova”, integrada por mafiosos, políticos, masones y servicios secretos “tiene raíces lejanas. Una cúpula […] ideada también por Paolo De Stéfano, boss, matón y fascista".

¿Cuál es el sentido de esta sociedad (o cúpula) entre mafiosos, políticos, servicios de inteligencia y empresarios?
Lo explica Lidia Barone:
“Respecto de las pequeñas y medianas empresas, la sociedad mafiosa ha llevado a cabo una política despiadada de expulsión del mercado, distinta de la relación parasitaria mantenida con las grandes empresas.
La mafia calabresa […] desde los años ’70, implementó un proyecto de gestión directa de algunos sectores económicos y esto la llevó a la eliminación drástica de la competencia”.

Además: las empresas mafiosas “podían contar sobre una compresión del costo del trabajo empleando la fuerza de intimidación ejercida sobre la mano de obra” (p. 255).

¿Y qué es un sindicato sino una asociación integrada por la mano de obra, por los trabajadores, en defensa de sus intereses laborales..?
La mesa judicial de la provincia pretendía arremeter contra esas organizaciones democráticas y de justicia (eso quiere decir sindicato).
Say no more.

Grúa y cemento

Las operatorias mafiosas apuntan a desaparecer a sus contrincantes, elegidos democráticamente.
Y desaparecer (o tratar de hacerlo) a subjetividades que habitan la escena democrática significa afectar a la propia democracia: un poder plural, diseminado, reconocible en su diversidad.
La escena final de Le conseguenze dell’amore, de Paolo Sorrentino, es de un hondo dramatismo: una organización mafiosa cuelga de una grúa a un hombre vivo y lentamente lo va bajando hasta hundirlo en una columna hecha de la materia prima con la cual construye la UOCRA: cemento.

Esto hace la mafia: el macrismo.

lunes, 24 de enero de 2022

DIJO NORBERTO "RUSO" VEREA

- Erviti acaba, casi en el final de su carrera, de decir lo que no se animó hace diez años atrás.
Y el Gringo Heinze es diferente.
Hace muchísimo tiempo ha dado muestras de ser un valiente y se animó a decirles un montón de cosas a varios.
Heinze es de esos tipos que yo me quisiera encontrar en la vida cuatro para pensar que esto sería mucho más feliz.
Pero que gane el campeonato porque sino lo van a matar.
¿Sabés por qué?
Porque no le da la nota a esos cinco periodistas que hay que darles la nota.
Y porque aparte les dice cosas que no se animan a decir otros.

Fijate lo que pasó con el Chacho Coudet.
Central hace tres años estaba en la B y en dos años compitió en tres finales, consiguió tener un entrenador que sienta el precedente del hincha de Central, que su equipo tenga una estructura para pensar en grande porque el equipo va al frente, consiguió sacar futbolistas y potenció a otros, ahora van a una nueva final con River y el vicepresidente dice “es el partido de la historia y de la vida de Central”.

Entonces vos decís “a la mierda: ¿cómo hacemos con esto..?”.
Pero no contento con eso, porque de última el dirigente también es hincha y está arrasado por todos los mensajes, voy en el auto escuchando la radio y el periodista de Rosario dice “bueno pero acá hay que terminar con esto del tiki tiki. Que gane algo porque sino se tiene que ir”.
¿Cómo terminó esto..?
Central se quedó sin Coudet.
En otro lugar del mundo se hubiera quedado diez años.
Con estructura de grandeza, crecimiento, desarrollo, pero acá rompen todo.

Un gran problema que tenemos es que algunos de los que triunfaron en este país tienen un mensaje perverso porque juegan el rol del privilegio y el rol del poder.
Los mismos que los dicen combatir son los más asquerosamente poderosos en la manera y el accionar.

Yo siempre digo esto, jamás me pondría a hablar desde el lugar de Maradona porque sería un insolente.
Por lo que hizo adentro de una cancha, por lo que representó futbolísticamente o por las alegrías que le dio al pueblo argentino.
Pero tengo que hacerme unas preguntas para medianamente entender algún punto.
A la edad que tiene Diego terminó más rodeado de traidores que de amigos, porque lo traicionó todo el mundo.
Y en ese lugar, cuando vos te sentaste con Don Julio, ¿qué esperabas..?
O con Bilardo ¿Tan naif eras..?
En eso hay una gran representatividad de todo lo que nos pasa.

- O pensó que era una de las pocas posibilidades de dirigir la Selección argentina estando rodeado por esa gente…

- Entonces si el hecho era o es ahora o nunca más, tengo que ser muy sincero.
Volvemos a entregarle lo más importante, que es la Selección Argentina, el Mundial, a un hecho azaroso.
No a una realidad, a un laburo, una programación. No existe.
Y volvemos a caer en el facilismo, no hablemos más de nada y que sigan apareciendo los triunfadores del momento.

Cuando Pekerman hizo todo lo que hizo en las juveniles fue destruido desde el Bilardismo, con todos sus socios periodistas. Pekerman ganaba siempre, hasta el fair play y los del mensaje del éxito no podían decir nada.
Sin embargo, lo destrozaban porque decían que hacía generaciones de perdedores porque no ganábamos en las mayores.

domingo, 23 de enero de 2022

A LADRILLAZOS

El Pata Medina, desde su primera pelea con Marcelo Villegas, hace 30 años


Foto: Luis Angeletti

“Esa noche agarré el caniche, la perrita Lola, que tengo todavía, la agarré en brazos y me senté tranquilo, fumando.
Y ellos empezaron a allanar, a mover cajones, sacar la ropa, y yo seguía ahí.
Tenía el celular encima.
A la persona que estaba escribiendo le pregunté si lo quería: “Tomalo, acá lo tenés”, y le entregué el teléfono.

Juan Pablo Medina está en prisión domiciliaria.
Su casa de Ensenada, que los medios mencionan como casona lujosa, es una casa obrera de dos plantas sobre una calle de tierra frente a un potrero.
Un coche viejo llega temprano para bañar a Lola cuando El Cohete se instala entre el humo del narguile que no deja, el Corán y una pileta vieja rodeada de sapos y leones, miniaturas de jardín.
El Pata fuma un tabaco de frutas endulzadas con miel.
En el medio, reconstruye lo que sucedió antes y después de la reunión del 15 de junio de 2017 en la sede porteña del Banco Provincia, hasta la detención casi tres meses más tarde.

En un momento, dice, empezaron los teléfonos descompuestos. “Nadie me atendía.
Iba al Ministerio de Trabajo, había vallas, presencia policial.
Y ahora sé que (el ministro de Trabajo Marcelo) Villegas le informaba directamente al juez (Luis) Armella de las reuniones de mediación del gremio con los empresarios.
Jamás lograron que yo saliera como loco ante la provocación, aunque ya se me cerraban todas las puertas”.


Foto: Luis Angeletti.

El Pata Medina fue detenido el 26 de septiembre de 2017, pero la embestida comenzó quince días después de la reunión del 15 de junio en el Banco.
Tuvo cuatro causas judiciales. Tres en la Provincia y una federal.
Dos empezaron con anónimos: el modo en el que los servicios de inteligencia suelen abrir una causa y esconder la mano; otra la empezó una empresa luego de echar a dos delegados y escalar un conflicto con la suspensión de viandas y la última la inició el intendente de La Plata.
Las fechas fueron escalonadas: 30 de junio, 31 de julio, 30 de agosto y 26 de septiembre. 

“Primero abrieron una causa en el fuero provincial, con una denuncia anónima”, explica su defensor César Albarracín. “Paralelamente, posiblemente como había desconfianza entre ellos o competencia interna, avanzaron con otra denuncia anónima en el federal por lavado de dinero de la empresa Abril Catering.
Eso dio inicio a una causa en el juzgado federal de Quilmes y luego se ordenó la detención del Pata Medina el mismo 26 de septiembre por el mismo delito de asociación ilícita con fines de extorsión en las dos causas.
En la causa federal, tal como había acordado la Mesa del Banco, el juez le preguntó a Villegas si había denuncias contra Medina y Villegas le mandó las notas que le habían enviado los empresarios” (ver aparte).


Foto: Luis Angeletti.

El Pata Medina se reunió por primera vez con Villegas antes de todo eso, en abril de 2017.
El gobierno había paralizado la obra hidráulica de la ciudad de La Plata: una de las más importantes. Dejó 600 trabajadores en la calle. 
La obra era una respuesta a las inundaciones de 2013.
El gobierno adujo que necesitaba revisar la licitación de la gestión anterior.
El Pata Medina contrató a un ingeniero y arquitectos para auditar desde el gremio: así supo que gran parte estaba terminada y sólo faltaba el 15%.
En ese contexto se reunió con el ministro de Trabajo.
El ministro le dijo lo que más tarde repitió a los empresarios filmados por los espías: que se conocían desde la década del ’80.
Villegas había entrado a una empresa de Pérez Companc.
A los empresarios les habló con calentura.

Yo me cagué a trompadas con el Pata Medina en el año ’89 - les dijo Villegas -, trabajaba para SADE, la constructora de Pérez Companc.
Jugaba al rugby y estaba bastante más armadito que ahora.
Me tiró un ladrillazo, me rompió el vidrio del auto.
Agarré el ladrillo, el mismo ladrillo y se lo tiré contra el vidrio de la UOCRA.
Además subí y le quise tirar un par de piñas, me comí un par de piñas.
Me agarró el gerente de relaciones de SADE, que era Carlos Martelli (está jubilado), y me dice: ‘No sabés lo que cuesta, no sabés lo que hiciste’.
Yo estaba hacía un mes en la compañía, desde ahí lo conozco al Pata Medina”.
Al parecer, no se lo olvidó más.

Cuando el Pata cuenta la historia que desembocó en su prisión, comienza por el encuentro con Villegas y el diálogo sobre Pérez Companc. 
“Podemos empezar en el mes de abril de 2017.
Yo tuve una reunión con el ministro de Trabajo, el señor Villegas.
Te voy a contar tal cual fue”, dice.

“Fui en representación de los trabajadores constructores de la región de UOCRA La Plata, que eran unos 8.000.
Cuando asumió (Mauricio) Macri y (María Eugenia) Vidal, lo primero que hicieron fue parar las obras más importantes de la región. Las paralizaron. Entre ellas, la obra hidráulica.
No tenemos que olvidar que el 2 de abril de 2013 murió muchísima gente por esa gran tormenta y (Daniel) Scioli llamó a licitación para hacer de manera urgente la obra y que no ocurriera más.
Eso se hacía bien, avanzaba bien. Venía muy bien sobre el arroyo El Gato, que cruza toda la provincia, pero cuando asumió el nuevo gobierno la paralizó.
Hasta hoy me pregunto por qué.
Cuando me reuní con Villegas, estábamos charlando y me dijo:

- Pata, yo a vos te conozco.

- Ministro, yo no me acuerdo de vos.

- Yo estaba como jefe de personal cuando vos eras delegado en la década del ’80, con SADE -, me dijo, que era de Pérez Companc -.
Haciendo el catalítico nuevo en el polo petroquímico. De ahí te conozco.
Vos representabas al gremio, en ese momento hubo un pico de 2.600 personas.

- Sí - le dije -, yo fui delegado. ¿Vos estabas en la oficina..?

- Sí, estaba en la oficina.

- Me acuerdo de Salerno, de este y del otro, pero no me acuerdo de vos. Pero pasaron muchos años…

 -Yo te conozco de ahí, de todos los movimientos que hacías. Todo lo que querías para la gente. De tales huelgas que hacías como delegado.

- Ah, qué bueno - le dije”.

Y ahí quedó. Pasaron al tema de la obra hidráulica.
El Pata siguió.


Foto: Luis Angeletti.

- Ministro - le dijo -, vengo a reclamar que empiece de nuevo y termine en tiempo y forma, y además me quedaron 600 trabajadores sin fuente de trabajo.

La respuesta que tuve de Villegas, clarita, fue: 
“Mirá Pata, la obra hidráulica todavía no va a empezar, va a haber que esperar seis, siete u ocho meses para que empiece de vuelta”.

- Pero, me quedan 600 en la calle.

- Bueno, Pata, te la tenés que bancar, tenés que esperar que retomemos la obra.

- Pero, ¿por qué no se puede retomar ahora?

- Porque yo tengo orden, como tiene orden la gobernadora Vidal, tenemos que investigar qué pasó con el gobierno anterior y la obra hidráulica.

- Ministro - le dijo Medina -, usted está en el Ministerio de Trabajo, que es para resguardar la fuente de trabajo y generar fuentes de trabajo, esa es la función que tiene que cumplir.

Él me respondió que tenían orden de arriba. Y yo le respondí: “Ministro, deje a la Justicia que investigue.
Usted no tiene nada que investigar, tiene que ser ministro de Trabajo para resguardar el trabajo y a los más débiles, que son los trabajadores, en este caso”.


Foto: Luis Angeletti.

La obra siguió paralizada.
Medina hace cuentas. Y habla de la auditoría.
Entregó copia a Villegas, luego a los intendentes de Berisso, Ensenada y La Plata y pidió reunión con la gobernadora.
Era la primera vez que la veía.

- Fue ahí nomás, en abril o principios de mayo. Me recibió.
Fui con dos integrantes de la Comisión Directiva: mi hijo Cristian Jesús Medina y Roldán, Darío, el secretario de organización.
En la sala de reunión esperamos quince minutos, ella tenía conferencia de prensa.
Saludo de acá y de allá, y aparece con el secretario.
En un momento, le dije: 
“Señora gobernadora, acá le traigo la carpeta con los trabajos que mandé realizar por un ingeniero y arquitectos para que usted sepa cuánto falta para terminar la obra hidráulica.
Según la auditoría, falta un promedio de 15%”.

Ella agarró la carpeta, miró al secretario y dijo:

- Aprendé del Pata Medina, ¡mirá lo que es esta carpeta..! Lo prolija que está.

Medina siguió:

- Señora, no sólo le entregué la carpeta a usted, también al Ministerio de Obras Públicas y a los intendentes.

En un momento, ella dijo:

- Escuchame Pata - así, eh, aclara Medina -: no me digas más señora gobernadora.

“Entonces, yo la miro y le respondo: 
‘Te digo señora gobernadora con todo respeto porque sos la gobernadora de la provincia’

Ella me dijo: 
‘A mí tuteame, decime María Eugenia’. 

¿Entonces, qué hice..? 
Le dije: ‘Si vos querés que te tutee, te tuteo, no hay problema’.
Pero no lo hacía por respeto.
Antes de terminar, le pidió que avance también con Aguas de Ensenada, que abastece a la región y era una planta vieja.
Ella dijo que sí y lo desafió con una chanza.


Foto: Luis Angeletti.

- El día que empecemos, si vos me terminás en tiempo y forma…

- Por supuesto - se apuró él -, la gente trabaja, tengo gente de oficio, idónea, que sabe.

- Te desafío: si vos terminás en tiempo y forma, vamos a comer un asado con todos tus compañeros y yo voy a ir a ese asado.

“Así fue la reunión”, dice él. 

“Salí, esperaban unos periodistas. Les dije que fue muy amable. Que pudimos avanzar.
Que le dejé la documentación para financiar la obra hidráulica. Es decir, buena onda”.

Lo mismo sucedía con el intendente Julio Garro.
El gremio había recibido tres hectáreas en el centro de La Plata para viviendas obreras, acuerdo de la gestión anterior, pero aprobado por todos los bloques del Concejo Deliberante. 

“Cuando asumió Garro fui con esa ordenanza. Se comprometió a hacer gestiones para que vengan los fondos de Nación para 270 viviendas.
Dijo que iba a hablar en la Secretaría de Planeamiento por el plano y el Instituto de la Vivienda.

Es decir, me citó un día, puso las cosas en la mesa del despacho y me decía así: 
‘Pata, ¿cuál de estos dos planos te gustan..? Elegí vos.
Este lo hizo el Instituto de la Vivienda y este lo hicimos en la Municipalidad’. Y quedó ahí.
Es decir, siempre busqué una buena relación con ellos.
De golpe, empezaron los teléfonos descompuestos”.

No le respondían. 
“Algunas veces pienso: la gobernadora me decía ‘tuteame’ y a los quince días El Pata pasó a ser lo más peligroso de la Argentina: el matón, el que apretaba a las empresas, el que no dejaba trabajar a nadie.
Así fueron armando la causa.
Y lamentablemente algunas empresas del centro - no todas - jugaron con ellos.
Entre ellos está la empresa ABES, que nunca la nombran demasiado”.


Foto: Luis Angeletti.

La provocación

La reunión del Banco Provincia tuvo a quince personas en la mesa, de las cuales siete eran representantes de cámaras empresariales o profesionales.
El Pata Medina y su abogado creen que uno de los empresarios aún no identificado era Carlos Gustavo Tejada Ibáñez, propietario de Desarrolladora Inmobiliaria ABES, que construía edificios en La Plata.
Tejada Ibáñez impulsó una de las cuatro causas contra Medina luego de echar a dos delegados y suspender las viandas.
La denuncia terminó con procesamiento y detención, pero tiene los elementos de la receta que los espías pidieron en la reunión: parar las obras y provocar al gremio.

- ¿Qué pasó con ABES?
- La empresa estaba haciendo siete edificios nuevos, - dice ahora Medina -.
No todas las pymes hacían siete edificios juntos, hacían uno o dos. Pero esta apareció de golpe.
Nunca había trabajado en la zona.
Los trabajadores hacían 100 horas y les pasaban 60 en los recibos de sueldo. Y empezaron los reclamos.
Tuvimos audiencia en el Ministerio de Trabajo.
Fue una de las que estuvo metida en la causa: le puso candado a todas las obras y después culpaba a la UOCRA de que no los dejaban trabajar.

- ¿Qué significa poner candado?
- No querían presencia sindical. Rechazaban al sindicato.
Cuando aparecía algún dirigente del gremio o un delegado, le ponían candado a las obras y mandaban la gente a sus casas hasta que el gremio se fuera.
En ese momento estaba de turno el juez (Juan Pablo) Masi y el fiscal (Álvaro) Garganta.
Cuando los trabajadores se movilizaron a la puerta de ABES porque querían que la gente tuviera libertad sindical, el juez Masi hizo esto, escuche bien.
Yo no estaba. Estaba con mi familia.
A eso de las diez de la mañana, viene un compañero con una nota de la Justicia firmada por Masi.
El juez me exhortó a levantar la medida de fuerza.
Yo les dije a mis compañeros que levanten, por más que estaban haciendo el reclamo en la vereda, porque el juez me había exhortado y no podíamos ponernos a la Justicia en contra.

- ¿Y qué pasó..?

- Los compañeros descomprimieron y se fueron a la UOCRA. 
No eran muchos: unos diez por cada edificio.
Pero cuando se inicia esa causa, empieza con estas palabras: “Si al señor Medina lo exhorté a levantar la medida y levantó la medida de fuerza, es porque el señor Medina es culpable de esta movilización”. Así dijo.
Y si yo no hubiera levantado la medida, me hubiese puesto en rebeldía con la Justicia: ¡Quiero que me lo expliquen algún día! Quiero que algún día me lo expliquen.

Por esos días hubo otro caso que para él tuvo la misma lógica: la obra del estadio de Estudiantes de La Plata.
La empresa constructora era Marín Construcciones.
“Habían empezado a hacer tribunas nuevas para poner butacas en la cancha, a mover el suelo para garantizar buen césped para los partidos.
Era una obra bastante grande con picos de 600 trabajadores.
Venía funcionando lo más bien, la producción bien, se avanzaba con el estadio.
En un momento, el ingeniero Marín la paraliza y deja a unos 600 trabajadores sin trabajo.
En ese momento, el diario El Día de La Plata publicó: 
‘La Uocra paralizó el Estadio y dijo que la empresa no podía avanzar’.
Dos días después, tuvo que desmentirlo”.

- ¿Cómo fue..?

- Marín, de Marín Construcciones, estaba haciendo la remodelación de la cancha de Estudiantes.
Un día echó a todos los trabajadores y cerró la cancha, pero El Pata no había parado la obra: la plata se la debía la Comisión Directiva, pero nos acusaron a nosotros igual.
En la Comisión de Estudiantes estaba la Brujita Verón, lo mandaron a casa como para mediar.
Vino parte de la Comisión. Tuve una reunión en el living.
Y la Brujita me dijo: ‘Pata, ¿por qué paraste la obra?’ 
Yo dije: ‘Verón, escuchame: la que paralizó la obra fue directamente la empresa.
No sé qué problema habrá con ustedes, pero fue la empresa y despidió a todos los trabajadores’. Verón se fue más aliviado.
Y el diario salió a decir que se había arreglado el problema.


Foto: Luis Angeletti.

Te quieren detener

Hacia el mes de agosto, “nosotros ya sabíamos que nos estaban armando causas”, dice El Pata.
Un día lo llamó Marcelo Balcedo, dueño del diario Hoy de La Plata y parte de la CGT Regional.
Había estado con Villegas.
“Me dijo: ‘Venite, Pata, que quiero hablar urgente’.

Vamos a verlo a las nueve de la noche al diario. Nos atiende en una oficina. Fui con mi abogado, mi mujer y mi cuñado David.
Balcedo me dijo:
‘Mirá, Pata, te están haciendo una causa política, te quieren meter preso.
Tengo información, algo tenés que hacer porque vas preso’.

Para ver si me decía la verdad, le dije: 
‘Compañero Balcedo, convoquemos mañana a la CGT Regional, vos convocá, hagamos una reunión y decí esto públicamente’. Ahí se reunieron los 33 gremios de la región.
Lo que me dijo a mí, se lo dijo a todos. Y más.
Los alertó: 
‘Hoy vienen por El Pata y mañana por todos nosotros’.
Todos dijeron que si me llevaban a mí, paraban la región: 100% de los votos. Después, nadie paró nada.
El único que dijo la verdad fue Balcedo.

- ¿Qué pasó después..?

- A los días me metieron preso.

- ¿Llamaste a alguien..? ¿Intentaste hablar de nuevo con el ministro..?
- No pude hablar nunca más, se cortaron los teléfonos.
Ya me había dado cuenta de que pasaba algo raro, pero jamás pensé en una mesa judicial.
Jamás que iban a movilizar más de dos mil fuerzas a la puerta de casa.


Foto: Luis Angeletti.

Duhalde

Antes de la detención, los Medina buscaron abogados.
Sabían del expediente en Quilmes.
El entonces defensor Víctor Hortel no podía ver la causa.
La esposa del Pata, Fabiola García, se encontró al ministro Jorge Triaca en el aniversario de la muerte de Eva, que coincidió con el primer mes de la muerte del Momo Venegas.
Le preguntó si podía verlo.
Triaca estaba en la silla de ruedas.
Miró a todos lados. Dijo que no tenía problema, le dio una tarjeta, pero cuando ella llamó, le suspendió la reunión.

En la ceremonia también vio a Duhalde. 
“No me acuerdo si le dije quién era. Me abrazó. Y me citó en la Fundación.
Fui con mi hermano y empecé a reunirme.
Teníamos unos libritos con el trabajo social, el centro de formación, el tema de las mujeres.
Tuve otra reunión con él. Y ahí él habló con Armella delante mío. Le dijo que llamaba por un amigo”.

- ¿Quién es tu amigo..?

- El Pata Medina.

Y Armella le dijo:

- ¿Por cuál de todas las causas..?

“Duhalde me pidió dinero para un espía, yo le dije que no tenía. No sé dónde quería llegar.
Yo quería saber de qué se trataba la causa porque no le daban acceso al abogado.
Ahí me hizo comprar teléfonos descartables.
Nos mandó a ver incluso a Ricardo Gil Lavedra, para que lo consultemos como abogado”.

Lo fueron a ver porque alguien les dijo: ‘Pata, te estás enfrentando al Presidente de la Nación, no a una pyme’.

Gil Lavedra los recibió en el estudio, una oficina muy lujosa, dicen, en el microcentro.
El Pata contó la historia y se quejó del gobierno: cuando dijo que eran todos unos gorilas, uno de los colaboradores de Gil Lavedra les dijo que estaban en el lugar equivocado.

Un viernes a la noche, Fabiola recibió una llamada de Duhalde: ‘Decile a tu abogado que venga urgente a mi casa’, recuerda ella. 

“Me manda la dirección. Y me dice: ‘Agarrá los nenes y andate’

Ella quedó detenida la misma noche que El Pata.
Cuando más tarde habló con Duhalde, él le dijo: 
No era imprevisible, era completamente previsible, yo te avisé’.
Luego no la atendió más.


Foto: Luis Angeletti.

Los pájaros y la prisión

Lo que sucedió la noche antes de la detención y la negociación para entrar a la casa tuvo ribetes de película.
Se escondió en la casa de un compañero y se entregó cuando supo por un canal de televisión que estaban por entrar a la casa.
Pidió un acuerdo, convencido de que podía no llegar con vida. “‘Escúcheme - le dijo al jefe de Prefectura -, estoy a cuatro kilómetros, voy con un compañero en un auto’, así y asá, porque ya me estaba cuidando: sentí que con todo ese despliegue podía pasarme algo.
Le dije: 
‘Usted me tiene que esperar a media cuadra, yo me bajo del coche y voy caminando con usted hasta mi casa’. Hice eso.
Cuando llegué estaban todas las fuerzas acá dentro”.

Estuvo en el pabellón especial de presos de Ezeiza.
Le llenaron la celda de cámaras y micrófonos, lo vigilaron y grabaron las comunicaciones.
Cocinó y lavó ropa para un detenido con cáncer fulminante.
Lo llevaron a Marcos Paz, pidió y consiguió 50 juegos de sábanas para las 50 celdas, 50 fundas, 50 almohadas nuevas, un toallón nuevo para cada preso y una toalla de mano. 
“Me desesperaba para ver la luna y las estrellas - dice -, de día veía por la ventana cómo volaban los pájaros”.

El 13 de octubre de 2017 el juez Armella lo procesó por asociación ilícita, lavado de dinero y extorsión.
Él ya había denunciado todo lo que se conoció en diciembre.

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