miércoles, 30 de junio de 2021

SOBRE EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS

Más de un cuarto de siglo después desde que Robin Williams protagonizara ‘El club de los poetas muertos’, John Keating sigue siendo el profesor que todos hemos querido tener: inspirador, inconformista, libre pensador, y alguien de quien aprender trece lecciones.


Cambia el mundo


Siempre optimista, siempre alentador, el profesor de literatura de la academia Welton enseñó a sus alumnos (y a muchos de nosotros) que nada es imposible.
Porque aún cuando no se tiene fuerza o poder, siempre se podrá contar con las palabras y las ideas para cambiar el mundo.

John Keating:
En mi clase aprenderán a pensar por Uds. mismos.
Aprenderán a saborear la palabra y el lenguaje.
Porque, a pesar de lo que les digan, la palabra y las ideas pueden cambiar el mundo.


No dejes de soñar


Si de algo está llena la genial e inspiradora ‘El club de los poetas muertos’ es de citas y frases memorables.
Whitman, Robert Frost y William Shakespeare entre otros son sólo algunos de los más notables autores citados en la obra de Peter Weir.
Sin embargo, es a John Keating a quien le pertenece la frase que nos invita a no dejar de soñar.

Mc Allister
Muéstrame un corazón libre de necios sueños y yo te mostraré a un hombre feliz.

Keating
Sólo al soñar tenemos libertad. Siempre fue así y siempre será.

Mc Allister
¿Tennyson?

Keating
No. Keating.


Sé inconformista


Una de las primeras y más valiosas lecciones que John Keating nos enseña en la película es a no conformarnos con lo ordinario, invitándonos a ser únicos y extraordinarios.

La conformidad según Keating:
El concepto de la conformidad es la dificultad de mantener las propias convicciones ante otros.
Para aquellos que piensan, “Yo caminaría diferente”: todos necesitamos ser aceptados.
Pero debéis pensar que vuestras convicciones son únicas y os pertenecen.
Aunque a otros puedan parecerles raras o inaceptables.
Aunque toda la manada diga ‘no está bien’.


Encuentra tu pasión


Quizá la lección más importante de ‘El club de los poetas muertos’ sea aquella que John Keating da en una de sus clases de literatura, donde consigue contagiarnos su pasión y entusiasmo por hacer de la vida algo extraordinario, un lugar en el que el trabajo y el dinero son necesarios pero no lo más importante.

Lo que nos mantiene vivos:

Keating: 
No leemos y escribimos poesía porque es bonita.
Leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana.
Y la raza humana está llena de pasión.
La medicina, el derecho, los negocios y la ingeniería son carreras nobles y necesarias para la vida.
Pero la poesía, la belleza, el romanticismo, el amor… son las cosas que nos mantienen vivos.


Prudencia y valor son cosas distintas


Si hay un ideal defendido por John Keating en ‘El club de los poetas muertos’ es aquel que nos hace vivir cada día como si fuera el último: “Carpe Diem”.
Sin embargo, y a pesar de los notables esfuerzos de Keating por alentar a sus alumnos a disfrutar de cada momento, también nos enseñó otra valiosa lección: 
“Hay un momento para el valor y otro para la prudencia. El que es inteligente, sabe distinguirlos”


Elige bien tus palabras


Con la idea de que la poesía, el lenguaje y las ideas bastan para cambiar el mundo, John Keating nos ha enseñado el valor y la importancia de escoger las palabras adecuadas en cada momento.

El objetivo del lenguaje según Keating:

John Keating:
No digan que un hombre está muy cansado, digan que está exhausto.
Y no digan que está triste, digan…
¿Sr. Overstreer?

Overstreet:
¿Deshecho?

John Keating:
Exactamente, deshecho.
El lenguaje se desarrolló por una razón.
¿Cuál es esa razón, Sr. Anderson?
Vamos, ¿eres un hombre o una ameba?
¿Sr. Perry?

Perry:
Para la comunicación.

John Keating:
No. Para impresionar a las mujeres.


Elige tu camino


Una de las razones por las que todos hemos soñado con tener un profesor como Keating es el entusiasmo y la pasión con la que el docente más insurgente de la academia Welton invitaba a sus alumnos a elegir su propio camino, alentándoles a no tener miedo a equivocarse.

John Keating:
Robert Frost dijo: ‘Dos caminos divergían en un bosque y yo tomé el menos transitado. Y eso lo cambió todo’.
Quiero que encuentren su propio camino, en cualquier dirección, con estilo orgulloso, con estilo tonto, como sea”.


Cambia tu punto de vista


En una institución en la que los cuatro pilares son tradición, honor, disciplina y excelencia, John Keating se atrevió a romper las reglas, liberando a sus alumnos de la tiranía establecida, obligándoles a ver las cosas de manera distinta, y enseñándoles que las cosas dependen siempre del ángulo con el que se miren.

John Keating:
Me he subido a la mesa para recordarme a mí mismo que debemos mirar constantemente las cosas de una manera diferente.
El mundo se ve distinto desde aquí arriba.
Si no me creen, vengan a probarlo.


Nada es imposible


Capaz de revolucionar una clase de literatura, cambiar la vida de sus alumnos (y la de muchos de nosotros), escandalizar a un viejo y conservador claustro de profesores, inspirador, leal, y extraordinario, John Keating nos enseñó a vivir la vida sabiendo que nada es imposible.
Esto último, una lección que Neil Perry decidió llevar al extremo.

La conversación:

Todd Anderson: ¿Cómo saldrás en una obra si tu padre no te deja?

Neil Perry: Primero necesito obtener el papel. Después ya me preocuparé por eso.

Todd Anderson: ¿No te matará si se entera que fuiste a una audición?

Neil Perry: No tiene por qué enterarse.

Todd Anderson: Es imposible.

Neil Perry: Tonterías, nada es imposible.


Carpe Diem


Si hay un pensamiento presente durante la película protagonizada por Robin Williams ése es el de aprovechar cada día, un principio con el que el profesor Keating nos enseñó a hacer de cada día algo extraordinario.

John Keating:
Carpe Diem.
Porque somos alimentos para gusanos, señores.
Porque aunque no lo crean, un día todos los que estamos en esta sala dejaremos de respirar.
Nos pondremos fríos y moriremos.
Aprovechen el día, muchachos.
Hagan que sus vidas sean extraordinarias.


Sé un librepensador


“Libera tu mente. Usa tu imaginación. Di lo primero que se te ocurra aunque sean tonterías”.
Éstas son las palabras con las que el profesor Keating intentaba liberar la creatividad e ingenio de uno de sus alumnos.
Porque si algo hemos aprendido en ‘El club de los poetas muertos’ es la importancia de pensar por nosotros mismos.
Es decir, en ser lo que el señor Keating llama un librepensador.

John Keating:
Cuando lean, no consideren sólo lo que el autor piensa, consideren lo que ustedes piensan.


Extrae el meollo a la vida con moderación


Es cierto que en la clase de literatura del señor Keating los estudiantes destrozan libros, se suben a la mesa y cuestionan los más arraigados principios y valores de la educación tradicional.
Pero nadie puede culpar a Keating de no imponer disciplina y prudencia a sus jóvenes pupilos.

La conversación:

Dalton:
¿Y qué hay de Carpe Diem y de extraer todo el meollo a la vida?

John Keating:
Extraer todo el meollo a la vida no significa meter la pata

Dalton:
Pero yo creí que a Ud. le gustaría eso.

John Keating:
No. Hacer que te expulsen de la escuela no denota valentía, sino estupidez.
Porque se perdería grandes oportunidades.


Libérate


Para disgusto del sector más tradicional y conservador de la academia Welton, John Keating se propuso demostrar que la resignación y el conformismo sólo conducen a la desesperación.
Por todo ello, el genial profesor de literatura nos enseñó a no seguir el camino marcado y atrevernos a ir allá donde nadie más ha ido.

John Keating:
“Thoreau dice que la mayoría de los hombres viven en desesperación silenciosa.
No se resignen a ello. Libérense.
No caminen por la orilla, miren a su alrededor.
Atrévanse a ir lejos y encontrar nuevos terrenos”.

martes, 29 de junio de 2021

CHOQUE DE LIBROS, de Graciana Peñafort - 27/6/2021

El Tribunal Superior de Justicia de CABA parece haber leído libros de leyes que nadie más leyó


No sé cómo piensan ustedes cuando piensan.
En mi caso suelo pensar en libros; digo para ser clara, pienso lo que pasa como si fuera parte de un libro que nadie escribió pero que en mi cabeza existe.
Conozco a un hombre que me gusta y tiendo a recrear ese primer encuentro como si fuera parte un libro.
O voy en un taxi un día de enero de 2020 y veo en la cartelera de un quiosco de diarios la tapa de una revista que habla de la nueva peste china, e imagino una novela apocalíptica que empieza con esa lectura accidental en una esquina mientras voy, tarde y apurada, a algún lado.

Después de una vida de pensar en forma libro, he concluido que la realidad suele superar por varios cuerpos a mi capacidad de ficcionalizar los hechos.
Yo imagino un desenlace y luego viene el destino y crea otro infinitamente más sorprendente.
Pero debo añadir aquí que el hecho que la realidad se esmere en sorprenderme no hace que esas sorpresas sean necesariamente buenas o agradables o fáciles de asumir.

Algo así me paso con el caso Correo Argentino.
Desde que tomó estado público el caso, cuando en el 2016 el gobierno que conducía Mauricio Macri intentó llegar a un acuerdo económico por una deuda con la empresa Correo Argentino - curiosamente conducida, a su vez, por la familia Macri -, se sucedieron una serie de hechos sorprendentes.

El primero de ellos fue el intento de acuerdo en sí mismo.
El Estado, reitero, conducido por Mauricio Macri, aceptó el acuerdo propuesto por la empresa conducida por la familia Macri que consistía en que la empresa pagaría el 1,18% de su deuda y con eso se consideraría terminada la deuda.
Y ello, porque el Estado aceptaba una quita del 98,82% de la deuda.

Para ponerlo en números que a gente como yo le resultan más fáciles, imaginemos que cualquiera de nosotros compra un departamento de 100.000 dólares.
¡¡¡Pero al momento de pagarlo, le ofrece al vendedor pagarle al vendedor 1180 dólares… y el vendedor acepta!!!

En el barrio donde crecí dirían que eso es imposible. Porque para el vendedor sería un negocio ruinoso.
En el caso de Correo Argentino, fue la fiscal la que dijo que el acuerdo que había aceptado el Estado Nacional (que sería el vendedor del departamento) era un negocio ruinoso.
E impugnó el acuerdo.

Esto derivó en una causa penal, donde las pericias han demostrado que, en efecto, ese acuerdo era un negocio ruinoso que perjudicaba al Estado nacional.
Están imputados Macri, entonces Presidente de la Nación, pero también su ministro de Comunicaciones y otros funcionarios y miembros de la empresa Correo Argentino.
Me gustaría contarles más avances en la causa penal, pero a cinco años de haberse realizado la denuncia, no los ha habido.

Pero mientras se detenía la causa penal, en la causa comercial el concurso de Correo Argentino avanzaba. 
(Aclaración para el no abogado: concurso refiere aquí a “concurso de acreedores”, proceso judicial en el cual un deudor, con control de un juez, de un síndico y de un fiscal, resuelven el mejor modo para que una persona o una empresa paguen sus deudas.)

Del avance del concurso resultaron algunas cosas interesantes.
La primera de ellas es que Correo Argentino no puede pagar sus deudas. Así de simple.
No tiene dinero y no hay nada que pueda ser vendido y que alcance para pagar lo que le debe a un montón de gente.

Lo otro interesante es que Correo Argentino está así de pobre porque decidió empobrecerse.
Supongamos que tenía mil pesos de patrimonio y lo que hizo fue gastar los mil pesos y además vender la billetera vacía.
¿Pero en qué gastó el dinero, se preguntarán..?
Estando pobrísima la empresa, contrató abogados que no podía pagar.
El hecho de que fuesen además abogados vinculados a las empresas de la familia Macri es apenas un detalle.

Pero más aún, le pagó adelantos millonarios a sus directores.

Para seguir ejemplificando: Correo Argentino tenía 1.000 pesos de patrimonio y le pagó a sus directores 1.200 pesos de adelanto.
Cosa rarísima en una empresa sin dinero, ¿no..?
Es como si vos o yo le pagáramos al paseaperros de Morgana y Lobito más de lo que gano por mes.
Al final quedaría con dos perritos muy paseados, pero sin dinero para alimentarlos.

Si la empresa es tan pobre que no le alcanza para pagar sus deudas, el concurso fracasa y se decreta la quiebra.
Pero la quiebra, cuando la empresa es tan pobre y se demuestra que ha hecho malas inversiones con el dinero que debía pagar sus deudas, tiene consecuencias.
Una de esas consecuencias es que los padres de la empresa quebrada tienen que responder con su patrimonio.

En general los padres de las empresas son otras empresas.
Y en el caso de Correo Argentino, su papá es una empresa que se llama SOCMA, que curiosamente también es de la familia Macri. Pero a diferencia del hijito bobo de Correo Argentino, a SOCMA le va mejor con la administración de su dinero.
Es como si tu hijo adolescente te roba el auto sin permiso y choca con otro auto.
Vos no eras el que manejabas el auto, pero el auto es tuyo y vos tenés que garpar los gastos del choque.

Es por eso que los abogados de la familia Macri están muy interesados en que no se declare la quiebra fraudulenta de Correo Argentino.
Porque eso supone que la familia Macri tendría que pagar la deuda.

La causa del concurso del Correo Argentino tiene 20 años.
Lo loco es que no debería haber durado más de dos años.
Pero sabrán ustedes, los ricos no piden permiso.
Sostiene el Poder Judicial que Correo Argentino fue vaciada de patrimonio y que su situación de no poder pagar es un fraude, porque fue una maniobra para evadir el pago de la deuda.
Y estaba en plazo la jueza de dictar la quiebra con las consecuencias que eso tiene, cuando apareció lo impensado.

Los abogados de la familia Macri decidieron pedir el apartamiento tanto de la jueza como de la fiscala que intervienen en la causa Correo Argentino.
La Cámara de Apelaciones se lo rechazó… y miren qué loco, apelaron nuevamente ante el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires.
Curiosamente integrado por muchos amigos de la familia Macri.

Ustedes me dirán: 
“Grace, si la causa pasa en la ciudad, ¿dónde está el problema en que intervenga el Tribunal Superior de la ciudad?"

Y entonces tendría que contarles que el concurso de Correo Argentino tramitó desde siempre en los juzgados nacionales.
No en los juzgados de la Ciudad.
De hecho y para ser exactos, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires NO TIENE juzgados Civiles y Comerciales.
Porque son nacionales.

Y aquí aparece el dato mas curioso: los tramites de los juzgados nacionales civiles y comerciales están establecidos por ley.
La ley se llama Código Procesal Civil y Comercial, que es la ley 17.454 que dictó el Congreso de la Nación.

El primer artículo de ese Código dice: 
“Art. 1° - La competencia atribuida a los tribunales nacionales es improrrogable.
Sin perjuicio de lo dispuesto por los tratados internacionales y por el artículo 12, inciso 4, de la Ley 48, exceptúase la competencia territorial en asuntos exclusivamente patrimoniales, que podrá ser prorrogada de conformidad de partes.
Si estos asuntos son de índole internacional, la prórroga podrá admitirse aún a favor de jueces extranjeros o de árbitros que actúen fuera de la República, salvo en los casos en que los tribunales argentinos tienen jurisdicción exclusiva o cuando la prórroga está prohibida por Ley”.

Esto implica que, si vos iniciaste un concurso comercial en un tribunal comercial nacional de la ciudad de Buenos Aires, tus apelaciones van a ir la Cámara Nacional de Apelaciones de la Ciudad de Buenos Aires.
Y si no estás conforme con lo que decide la Cámara Nacional de Apelaciones, tu reclamo debe ir al siguiente tribunal nacional que existe: y en ciudad de Buenos Aires, ese tribunal es la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Esto, que lo tiene claro un estudiante de primer año de derecho, no parece tenerlo tan claro el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad.

Uno de los jueces recordó en la sentencia que “a su vez, la Sala B de la Cámara Nacional ya se ha pronunciado respecto de la admisibilidad del recurso de inconstitucionalidad intentado, al afirmar que ‘no se encuentra previsto en la normativa del Código Procesal, Civil y Comercial de la Nación, de aplicación a la materia y litigios ventilados en este fuero (cfr. art. 1 y ccds. decreto - ley 1285/58) y la específica cuestión concursal de este proceso, por lo que corresponde su rechazo en forma liminar’ (Resolución de fecha 5 de marzo de 2021)”.

Como decíamos, los abogados de la familia Macri recusaron a la jueza y también a la fiscal.
En la recusación de la jueza, la Cámara Nacional de Apelaciones dijo que no correspondía apartarla.
Y entonces los abogados de la familia Macri presentaron ante la Cámara Nacional de Apelaciones un recurso de inconstitucionalidad. Que, una vez, rechazado, en lugar de ir a la Corte Suprema de Justicia, pretendieron pasarlo al Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad.
¡Y el Tribunal se los aceptó..!

A la hora de pretender, los abogados podemos pretender lo que se nos dé la gana.
Pero estos abogados obtuvieron un triunfo, cuyo camino viene construyéndose despacio: que el Tribunal de Justicia de la Ciudad actúe como un tribunal superior de una de las provincias e intervenga en una causa nacional.

Debo hacer dos notas al pie importantes.
La primera es que la Ciudad Autónoma es eso, una ciudad autónoma. No es una provincia.
Y la segunda, que a la fecha la Ciudad Autónoma carece de competencias en lo civil y comercial.
Por eso no hay juzgados civiles y comerciales de la ciudad.
Son todos de la Nación.
Por eso son nacionales, precisamente.

Con tres votos - los mínimos requeridos para aprobar - el Tribunal de la Ciudad admitió el recurso de los abogados de la familia Macri y ordenó a la Cámara Nacional revisar su sentencia.

La pregunta que nos hacemos todos es si los tribunales nacionales van a acatar la orden del Tribunal Superior de la Ciudad.
No tengo la respuesta en este caso.
En un caso anterior, de marzo del 2021, en una causa que se llama “Levinas, Gabriel Isaías/ SAG – otros (queja por recurso de inconstitucionalidad denegado) en/ Ferrari, María Alicia y otro c/Levinas, Gabriel Isaías s/rendición de cuentas”, similar al presente, la Cámara Nacional de Apelaciones había señalado: 
“Este Poder Judicial de la Nación no se confunde ni equipara con el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ni tiene por cabeza a su Tribunal Superior de Justicia.
Luego, la pretensión de este último de admitir un recurso no previsto por la ley, y revocar una resolución de esta cámara, carece de fundamento normativo y no puede ser avalada por este tribunal.
Por el mismo motivo, tampoco se cumplirá con la pretensión del TSJ de que esta sala haga saber su decisión a la magistrada de primera instancia”.

Desde la reforma constitucional de 1994, esto es hace casi 30 años, permanece sin resolver el traspaso de Justicia Nacional de la ciudad de Buenos Aires a la jurisdicción de la Ciudad.
No resolver este tema hace que la Justicia ordinaria (por contraposición a la Federal) que ejerce sus atribuciones en la Ciudad, siga siendo nacional.
Esto es, sus jueces son designados por el Poder Ejecutivo Nacional, su órgano de Control es el Consejo de la Magistratura Nacional y así todo.

Hace un año, en la propuesta de Reforma Judicial que envió el Poder Ejecutivo Nacional y que aún permanece en las gateras silenciosas de la Cámara de Diputados, el proyecto proponía traspasar partes de la Justicia nacional ordinaria al ámbito de la Ciudad Autónoma.
Decir que los jueces nacionales se pusieron en pie de guerra frente a esa idea, es ser bondadoso.
Más bien tenían espuma en la boca ante dicha posibilidad.
Como sea, la decisión terminará en la Corte, de eso no me cabe duda

Pero mientras tanto, el Poder Judicial - sin controles democráticos periódicos - termina intentando forzar aquello que no logra la política, que sí esta sujeta a controles periódicos.
Y este es uno de los problemas de pensar en forma de libro: chocan los libros que imaginamos o podemos llegar a escribir, con libros que ya existen.

Cuando los libros que existen son leyes, su sola existencia bloquea la posibilidad de decidir como si no existieran.
Y las leyes, señores, las dicta el poder político, que por eso mismo se somete a controles democráticos periódicos.
Para que todos podamos elegir a quienes van a dictar las leyes.

Porque si lo hacen órganos sobre cuya elección y control no tenemos participación… ¿cómo vamos a poder decirles de modo que entiendan que están haciendo las cosas mal o que no estamos de acuerdo..?

HORACIO BALZAC, de Horacio Verbitzky - 27/6/2021

La muerte de Horacio González, un militante popular, un pensador sutil y un hombre bueno


Se lo llevó el puto virus, con mucho sufrimiento.
Primero con una bigotera de oxígeno, después con una máscara, por último con un respirador.
Reaccionó bien y de a poco le fueron reduciendo la sedación, hasta que se despertó.
Estaban por darle el alta cuando lo infectó una bacteria intrahospitalaria, también dejó de funcionar su único riñón, producto de un trasplante, y además de la asistencia mecánica para respirar debieron conectarlo a la máquina de diálisis para filtrar las toxinas.

Mientras permaneció consciente siguió conectado con el mundo y también en esos días resplandeció su personalidad.
Mucha gente, en su situación, no querría hablar con nadie.
Cuando le escribí que me gustaría acompañarlo salvo que lo incomodara, respondió de inmediato y hablamos más de una hora. Preguntaba por personas y circunstancias, con una curiosidad intacta a pesar de la enfermedad.
El país, la política, las fuerzas sociales en pugna lo obsesionaban.

El torrente de afecto que despertó, con cada parte diario, transmitido durante un mes por Liliana Herrero o por la hija de ella, y luego del horrible desenlace, no puede sorprender a nadie.
Horacio González era un hombre generoso y cordial, que vivió dando y recibiendo amor, de lo que me he beneficiado en más de una ocasión.

En los elogios fúnebres hubo exégesis sobre el barroquismo de su prosa, algunas a cargo de quienes se lo cuestionaron en los textos de Carta Abierta porque no serían de fácil comprensión popular o personalizarían en exceso una creación que procuraba ser colectiva. Esas críticas superficiales no valoraban lo suficiente las ricas vetas de metal precioso que destellaban entre los macizos rocosos. Horacio ni se enojaba ni se dejaba condicionar.


Una hipótesis sobre su estilo

Después de muchas horas de lectura arribé a una hipótesis sobre las raíces de ese estilo.
Su crítica a los poderes fácticos y los sectores de clase que a lo largo de la historia acarrearon sufrimiento al pueblo buscaba decantar esencias, no enredarse en anécdotas, y eludía todo lo posible la ofensa y el agravio.
Horacio denunciaba, pero no quería lastimar, ni siquiera con la ironía o el sarcasmo.
Aludía, rodeaba, sugería.
No por falta de coraje para encararse con los enemigos de la causa popular, sólo por la delicadeza de su espíritu.

Dos ejemplos, muy distintos, de esa actitud:
Era Horacio de Flores, de la Unidad Básica de Páez y Argerich, la Capuano Martínez.
Pero cuando se produjo la ruptura entre Perón y Montoneros, se alineó con la denominada JP Lealtad.
Pero en el casi medio siglo que siguió a ese desencuentro, nunca se jactó de su posición ni trató de validarla de modo retrospectivo menospreciando a los compañeros que quedaron del otro lado.
No hubiera sido ilegítimo hacerlo, pero carecería de la grandeza que lo caracterizó.
Cuando el macrismo designó para sucederlo a un erudito globalizado, hijo del primer embajador argentino en Israel, que recién conoció nuestro país a los siete años, se puso en guardia.
Cuando el nuevo director esperó para asumir que se produjera el despido de una cuarta parte del personal, y los trabajadores denunciaron sus gastos personales con fondos públicos y la persecución a quienes lo cuestionaban por eso, Horacio no dudó. Dijo que escribía sine ira et studio, pero se le notaba la furia en cada párrafo y su prosa adquirió una claridad absoluta.

Los apologistas de Manguel (en realidad de Macrì) lo acusaron de antisemitismo por haber rechazado el software israelí Aleph. Ignoraban que la Biblioteca lo incorporó durante la gestión de González aunque no fuera el ideal, porque hubiera sido preferible otro de código abierto y no propietario.
Y sobre todo desconocían que Horacio fue el director que aceptó la propuesta que le hice a varios de sus predecesores, de quitar el nombre de Gustavo Martínez Zuviría a la hemeroteca de la BN.
Creo que fue un error rebautizarla Ezequiel Martínez Estrada, pero esa ya es otra historia.


Por una cabeza

Estas líneas apuradas en recuerdo del compañero tan querido no están ilustradas con su imagen sino con la estatua de Balzac, que una sociedad de escritores le encomendó a Rodin en la última década del siglo XIX.

Balzac había muerto cuatro décadas antes y Rodin sólo trabajaba con modelos vivos.
Pasó los primeros años posteriores al encargo releyendo toda su obra y los trabajos críticos sobre ella y estudiando las pocas imágenes registradas con medios precarios antes de 1850.
Como no le resultó suficiente, se instaló en Tours, donde nació el autor de las noventa y pico de novelas de la Comedia Humana, para familiarizarse con su gente.
Conoció a un sobrino nieto del escritor y tomó como modelo a un conductor de ómnibus parecido a las descripciones que leyó y escuchó sobre Balzac.

Hizo en yeso varios modelos, todos desnudos, pero por temor al escándalo vistió la obra final, con una túnica hasta los pies, evocativa de la bata que Balzac usaba en sus noches de escritura a fuerza de café y tabaco.
Pasó a preocuparse antes por la potencia de su actitud que por el parecido físico.
La sociedad de escritores rechazó la obra, que recién se fundió en bronce en la década de 1930.
La estatua, de tres metros de altura, está en los jardines del bellísimo Museo Rodin de París, entre plantas y pájaros.
Es la primera escultura impresionista.
Quien quiera constatarlo en forma directa, puede hacerlo en el Museo Nacional de Bellas Artes cuando vuelva a recibir al público, porque allí hay una copia de la cabeza de la estatura.

El misterio que nadie podrá develar es por qué el Balzac de Rodin se parece tanto a González.
Sería una pobre explicación decir que siendo tan distintos comparten la profundidad en la descripción de la sociedad de su tiempo.

Eran, además, dos hombres buenos.



¿QUIÉN GOBIERNA LA ECONOMÍA..?, de Ricardo Aroskind - 27/6/2021

La pugna de los capitales internos y externos con el Estado por los derechos de las mayorías


Puck Magazine, diciembre de 1882

Hay indicios positivos de una especie de “desinflamación” macroeconómica: continúa el incremento de la producción, mientras se registró en abril una mejora en el uso de la capacidad instalada industrial que alcanzó al 63,5%, superior a igual mes de 2019.
El primer trimestre registró un crecimiento del producto del 2,5% y en varios sectores se superaron los niveles de producción que hubo en el mismo periodo de 2019.
También se están observando un conjunto de inversiones productivas diversas, muchas de la cuales contemplan - al menos parcialmente - la actividad exportadora.

El ministro Guzmán ha estimado recientemente que es posible que el producto bruto aumente este año un 7%, lo que supera todas las estimaciones previas.
Al mismo tiempo en mayo, y por segundo mes consecutivo, se observó una desaceleración inflacionaria.
Aún no puede afirmarse que sea una tendencia consolidada.
Algunos sostienen que estaría funcionando el “ancla cambiaria”, o sea que al reducirse el alza de la divisa en sus diversas variantes, los formadores de precios también estarían moderando sus remarcaciones.

Tendemos a pensar que esa no es la causa de la ralentización del dólar, sino los ya elevadísimos niveles de precios alcanzados los que vuelven crecientemente exagerados nuevos incrementos adicionales. Por otra parte, no se debe convalidar el argumento de que cada movimiento del dólar, aunque sea en el mercado más marginal, justificaría movimientos equivalentes de precios.
Tales incrementos no se justifican desde el punto de vista estrictamente técnico, pero sí se pueden explicar en el marco de las prácticas monopólicas y las graves distorsiones de poder de mercado que han sido naturalizadas.
Se ha establecido de facto el derecho a tener ganancias o ingresos dolarizados independientemente de los vaivenes que se observen en la economía real.

Recordemos por enésima vez el mecanismo de la desestabilización macroeconómica: se encuentra alguna excusa, más o menos verosímil, para hacer subir - con fondos relativamente reducidos - el valor del dólar marginal, y luego se genera y amplifica mediante rumores y la prensa opositora la expectativa de que eso va a continuar porque blablablá.
Nunca faltará un economista “profesional” hablando en algún medio a favor de los intereses corporativos.
A partir de allí - como ocurrió en el tercer trimestre del año pasado - se pone en marcha el clima que justifica el aumento precautorio de los precios y hasta el desabastecimiento de productos, en función de una hipotética devaluación que vaticinan los “especialistas”.

En ese momento de 2020, una de las justificaciones de la corrida más repetidas fue que la presión sobre el dólar - en un país en recesión y con los ingresos de la mayoría muy recortados - se debía a la excesiva circulación de “mucho dinero”.
El tiro por elevación iba contra las buenas políticas públicas de rescate de empresas y alivio a millones de afectados por la contracción pandémica.

Fue también preocupante escuchar que funcionarios oficiales consideraran que el dinero inyectado a través del IFE había contribuido a la presión alcista sobre la divisa extranjera.
La peligrosidad de ese argumento es difícil de disimular tratándose de un gobierno popular: toda política expansiva del ingreso de los sectores más postergados podría ser presentada como una amenaza de desestabilización económica por su potencial para “hacer subir al dólar blue”, y por lo tanto los precios de toda la economía.
Ninguna mejora distributiva, en esas circunstancias, sería aconsejable.

Así como es muy bueno para el clima económico el aquietamiento del dólar y la paulatina reducción del ritmo inflacionario, es oportuno tener presente que los mecanismos de amenaza y extorsión económica en manos del sector privado concentrado, como son el poder de presión cambiario o el de las remarcaciones arbitrarias de precios, no han sido desmontados, y el Estado no ha conquistado capacidades de regulación que impidan nuevas apretadas y aventuras desestabilizadoras.

Producto de la elevada inflación generada en el primer semestre, y al consiguiente deterioro del salario real, los sindicatos empezaron a plantear la revisión de lo pactado en paritarias, claramente apuntando a porcentajes de incremento anual superiores al 40%. Esperemos que esta necesaria recuperación de un retraso previo, no sea también utilizada como excusa para nuevas remarcaciones arbitrarias.


El tamaño es importante

El 17 de junio la Justicia decidió el embargo de la empresa cerealera Díaz y Forti, a pedido del Banco Central, por 3.100 millones de dólares.
También decidió la inhibición general de bienes de la compañía y sus accionistas, a raíz de una fraudulenta liquidación de divisas, que le posibilitó a dicha empresa evadir impuestos por 312 millones de dólares, en concepto de exportación de granos y subproductos.
No siempre nos enteramos de este tipo de datos, que revelan la existencia de un iceberg de subfacturación de exportaciones, ya visto en el caso Vicentin.

Retengamos esta cifra, correspondiente a una sola empresa, que no es la más importante del sector: 312 millones de dólares detectados de evasión impositiva por operaciones efectuadas recientemente.
¿Cuántas operaciones de escamoteo impositivo habrá en curso en este momento, y cuántas en los últimos años..?
¿Qué parte de la producción está saliendo del país sin ser registrada, sin tributar nada al Estado y sin aportar nada a la sociedad..?

El ministro de Economía Martín Guzmán, para evitar el default del país con el Club de Paris, logró posponer un pago de 2.400 millones de dólares, efectuando una suerte de “adelanto” por 430 millones de dólares.
Todo es un gran esfuerzo fiscal, tanto por la necesidad de estos fondos para reconstruir el país, como por la escasez de dólares en las menguadas reservas del Banco Central, necesarias para estabilizar y hacer previsible la economía.
El tamaño importa: la masa de fondos evadidos en la exportación puede llegar a superar los pagos de deuda que debe enfrentar el país en los próximos tiempos.

Es decir, que parte de nuestras debilidades económicas, y especialmente públicas es provocada por el comportamiento delincuencial de grupos altamente concentrados del sector privado, que se sienten “liberados” de las molestas restricciones que les imponen la Ley y el bien común.
Bienvenidos los controles, las sanciones y el despertar de un Estado inteligente.


Avatares de la palabra diálogo

El gobierno nacional ha asumido la palabra diálogo como un componente central de su acción política.
A tal punto lo hace, que intenta avanzar en esta práctica civilizada mucho más allá de lo que permite la actitud cívica de los actores económicos.

En el año 2008, cuando el gobierno de Cristina Kirchner tomó la decisión de avanzar con la Resolución 125, que aumentaba algunas de las retenciones agropecuarias y las volvía movibles según los avatares de los precios internacionales, un sector concentrado de la producción agraria se levantó contra el Estado Nacional para impedir que pudiera implementar la disposición.

Si bien se usaron muchos argumentos contra la medida, una forma de afectar políticamente al gobierno fue reclamar “diálogo”, a tal punto que hubo un cacerolazo contra el gobierno al son de la palabra “diálogo”.
Se argumentaba que el gobierno no tenía derecho a tomar unilateralmente la medida, a pesar de que la función del gobierno es precisamente tomar medidas y no estar consultando a cada involucrado por si le gustan o no le gustan esas disposiciones.
Al sector agrario concentrado no le gustaban los “hechos consumados” efectuados por el gobierno sin consultarlo, es decir, sin otorgarle el poder de veto sobre las políticas públicas que son atribución de las instituciones democráticamente electas.

En 2021, el mercado mundial está mostrando una serie de hechos consumados, entre los cuales la suba del precio de las commodities alimenticias es una realidad.
También es un hecho de la realidad el tipo de cambio alto al que se llegó producto del profundo desmanejo en la gestión macrista.
Lo que el gobierno no puede aceptar es que debido a circunstancias mundiales y desaciertos del macrismo, un componente importante de la canasta familiar como es la carne exhiba precios impagables para la mitad de la población.

La modesta y sensata exhortación del gobierno es que los actores del sector traten de compatibilizar el negocio exportador cárnico - en el que ya se han detectado importantes maniobras para eludir el pago de impuestos al Estado - con un aprovisionamiento razonable al mercado interno.
¿Qué parte de esto no se entiende..?

Ahora que los resortes de toda la actividad exportadora ganadera los tiene casi en su integridad el sector privado, son ellos los que no quieren dialogar, y prefieren que se acepte el “hecho consumado” de lo que supuestamente mandan las fuerzas invisibles de los mercados.
Diálogo, en el diccionario de ciertos actores privados, es que el gobierno tiene que ir al pie de las pretensiones sectoriales y ocuparse de “adaptar” al resto de la sociedad - mediante la disuasión o a los palos - a la rentabilidad deseada por un puñado de productores.
El gobierno, luego de reiteradas exhortaciones al diálogo y al sentido común, fue obligado a cerrar las exportaciones para que su reclamo de sensatez social fuera atendido por el sector cárnico.
Ahora, a poco de concluir el mes de cierre de exportaciones establecido, ha anunciado un paquete de medidas, que incluyen la apertura gradual de las exportaciones, acuerdos de precios para que estén disponibles cortes accesibles al bolsillo mayoritario, y un plan ganadero a formular para ampliar la cantidad de cabezas de ganado y por lo tanto de carne vacuna disponible tanto para el mercado interno como para la exportación.

Sin embargo, luego de los anuncios oficiales, en un matutino financiero se informó que “el flamante presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) (Nicolás Pino) adelantó ayer que sus asociados no estaban ni siquiera conformes con que la entidad se haya reunido con el Presidente de la Nación y sus ministros y que por estas horas no descarta una medida de fuerza contundente”

Según esta información, no sólo no quieren negociar nada, sino que no aceptan el mero acto protocolar de sentarse con el Presidente de la Nación.
Entienden que sus privilegios se defienden con medidas de acción directa que apunten abiertamente a hacer retroceder al gobierno.

Pero eso no queda allí.
Sectores “autoconvocados” rurales, seguramente fundamentalistas del mercado siempre que ganen ellos, han acusado a quienes dialogan - sin voluntad de acuerdo - de traición y de “débiles”.

No sabemos si se dan cuenta, pero están evolucionando a una teoría de la acción pública digna del Far West, dónde los privilegios se defienden a los tiros y donde nadie tiene derecho a opinar sobre la apropiación de la renta por una reducida minoría.


Presiones de afuera

El 25 de junio se supo que el índice bursátil de mercados emergentes elaborado por la compañía estadounidense MSCI ubicó a la Argentina entre países «independientes» y fuera de la categoría de “emergentes”. Esta baja calificación ubica a Argentina junto a economías mucho menores, como Panamá, Botswana, Zimbawe y la Autoridad Palestina. Entre los argumentos para una clasificación tan caprichosa, señala “la prolongada severidad de los controles de capital sin resolución no está en línea con los criterios de accesibilidad al mercado del índice MSCI Argentina”. Es decir que los controles que sirvieron para estabilizar la situación y que no tuviéramos un desbarajuste cambiario de proporciones, para MSCI son un obstáculo para recomendar inversiones financieras en nuestro país. Si se siguieran los lineamientos de estos fundamentalistas disfrazados de analistas serios, la economía sería incontrolable, y la situación social de una gravedad mucho más aguda que la actual.

En la práctica, esta calificación implícita de “no emergente” significa recomendar que los fondos de inversión dediquen a nuestro país un cupo menor de fondos. No hay que dramatizar: la inversión y el desarrollo económico no dependen de que una empresa altamente ideologizada clasifique de una u otra forma a la Argentina, sino a la calidad de las políticas públicas internas que se apliquen aquí. Ojalá en algún momento sea tal el volumen de proyectos de inversión que tengamos que buscar fuentes externas de financiamiento. La realidad es que en las últimas décadas estas categorías sólo sirvieron para premiar o castigar “éxitos” como el subdesarrollo peruano, o “fracasos” como los buenos años que el kirchnerismo le dio al país. De timba financiera ya tuvimos suficiente.


El lugar del gobierno

En una reciente reunión con empresarios, el ministro Guzmán manifestó con bastante claridad que “un país con impuestos y gastos bajos no es nuestra idea”. Está muy bien esa definición, ya que se opone frontalmente a la prédica de ciertas elites empresariales, con mucha influencia en la representación corporativa y los medios, que sólo reclaman reducción del gasto social, y bajas impositivas y salariales.

Estos sectores no cesan de quejarse del gobierno, del Presidente y de sus funcionarios, como si fueran el único obstáculo para que ellos puedan alcanzar las ganancias óptimas que pretenden.

Pero son las clases y los sectores sociales quienes tienen intereses económicos, no los gobiernos, cuyos intereses son políticos. En la medida en que tengan un proyecto de país, sus objetivos serán tratar de aproximarse a la realización de ese proyecto. Si no lo tienen, se tratará de sobrevivir, de pasar el tiempo, y de ampliar el poder, los cargos y las influencias, independientemente del marco general en que se den.

Sería muy bueno que todos los actores tengan en claro cuál es el juego que se está jugando.

Que el sector de la carne, y el de los alimentos en general, sepa que debe ceder algo de sus abultadas ganancias para que su proyecto sea compatible con el resto de la sociedad. No están enfrentando al gobierno. Están enfrentando al resto del país.

Que el gobierno sepa que incluso el ubicarse en un punto medio entre los diversos actores sociales implica tener que tironear con los grandes intereses corporativos, que son los únicos que en este duro momento nacional pretenden avanzar sobre los derechos de los otros.

Y que finalmente los más pasivos en este juego, los amplios sectores populares, vean que no se trata de un juego entre el gobierno y las diversas patotas corporativas, un juego externo a ellos en el cual da lo mismo quién gana.

Las mayorías tienen que tener muy claro que en las próximas disputas económicas y sociales se estará jugando si los grandes capitales internos y externos prevalecen sobre el poder del Estado, porque vienen por sus derechos y por el nivel de vida que aún conservan.

EL AUDIO COMPLETO DEL DISCURSO QUE INCENDIÓ A LA UIA: DE MENDIGUREN DESNUDA LOS MANEJOS DE TECHINT, de Alfredo Zaiat - 13/6/2021

La catarsis de De Mendiguren permite advertir, en la voz de uno de los más conocidos miembros del mundo empresarial, cómo se mueve el grupo Techint, una de las dos cabezas de la conducción política del poder económico que no disimula la ultraoposición al gobierno de Alberto Fernández.


De Mendiguren desnuda los manejos de Techint.

En estos días se conocieron fragmentos de la intervención de José Ignacio de Mendiguren en la reunión que consagró al abogado Daniel Funes de Rioja como presidente de la Unión Industrial Argentina.
La densidad del contenido merece la transcripción completa acompañada del audio porque es una pieza que permite conocer, en la voz de uno de los más conocidos miembros del mundo empresarial, cómo se mueve el grupo Techint, una de las dos cabezas de la conducción política del poder económico que no disimula la ultraoposición al gobierno de Alberto Fernández.

También es una reveladora exposición acerca de cómo cargos públicos ocupados por empresarios son utilizados por cámaras patronales para facilitar sus negocios, para Techint o para otras empresas.

Deslealtad, ninguneo, coimas, autoritarismo, falta de transparencia, prepotencia y también miedo en uno de los ámbitos tradicionales del establishment, quedan expuestos en la catarsis de 7.28 minutos de De Mendiguren ante sus pares industriales.

Varias frases de De Mendiguren son impactantes pero una ha sido fulminante: sin mencionarlo, afirmó que Luis Betnaza, mano derecha de Paolo Rocca de Techint, había confesado en un juzgado haber pagado coimas.
Sentenció: "Yo nunca pagué coimas. Y por eso nunca tuve que confesar en un juzgado haber pagado coimas".


Actores

Los protagonistas mencionados en la interpelación de De Mendiguren son los siguientes:

* "Miguel" es Miguel Acevedo, titular saliente de la UIA y uno de los dueños del grupo agroindustrial Aceitera General Deheza (AGD).
* "Daniel" es Daniel Funes de Rioja, nuevo presidente de la UIA, abogado laboralista y también titular de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal).
* "Paolo Roca" es dueño y hombre fuerte de Techint.
* "Secretario" es David Uriburu, ejecutivo de Techint.


Texto

El alegato de José Ignacio de Mendiguren, empresario textil, dos veces presidente de la Unión Industrial y actual titular del banco de inversión público BICE, en comunicación virtual por zoom ante 120 miembros del Consejo Federal de la UIA, fue de este modo:

"Gracias Miguel.
Excelente la tarea que has realizado en estos 4 años, con el excelente equipo que formaste.
Los resultados están a la vista y sobre todo hago hincapié en dos cosas importantes que dijiste.
Es importante que este año en adelante a la UIA le demos transparencia y un debate interno.

Yo creo que en este proceso eleccionario no lo ha habido.
No hace falta, querido Daniel, que te expresara la cantidad de intercambios que hemos tenido este tiempo vos y yo sobre el futuro y esta lista.
Vos me dijiste con claridad que se veía muy bien en la UIA mi presencia en el Comité.
Es más, me dijiste que era un valor adicional mi experiencia parlamentaria porque había muchas leyes que hoy a la industria le complican, como es biocombustible, ley automotriz, la ley de envases, la ley de etiquetado…
Mi experiencia parlamentaria podía ayudar mucho en esto.
También me dijiste que era un valor adicional que yo presida un banco de inversión para que juntos, desde este instrumento, podamos crear distintos instrumentos, valga la redundancia, para el sector nuestro.

Luego no sé qué pasó, no nos podíamos comunicar.
Te pedía permanentemente, en honor a lo que tenemos, a los años, comunicarnos…
No tuve la suerte de tomar el café.
Sobre la fecha ya, donde no quedaban plazos para nada, se me dice que mi sector iba a ser vetado.
“¿La causa?”, pregunté.
Perdón, mi sector es un sector tradicional, ochenta años en la UIA, es el sector que más valor agrega en la cadena textil, tiene 3 votos.
Yo veo que la Cámara del Acero tiene 4, pero pone dos representantes como vicepresidentes en la UIA.
No sé el criterio que se utilizó.
Veo que la Cámara del Juguete, a la cual le tengo gran aprecio, tiene un voto y tiene otra vicepresidencia en la UIA.

Cuando se me dijo que estaba vetado…
Y no hablo por mí, quiero que quede claro.
Ya he sido presidente (de la UIA) dos veces, secretario, primer ministro de la Producción de Argentina por pedido por unanimidad de esta Junta.
Hoy soy presidente de un banco de inversión, (fui) 4 años diputado…
Lo que menos quiero es un cargo.
Sí quiero tener una UIA transparente, equilibrada, que no la maneje una cúpula con una lapicera y que mande.

¿Qué hice..?
No me quedé con el tema de que a mí se me vetaba.
Quería saber quién y por qué.
Por eso llame a FITA.
Llamé a Cilfa, llamé a Adefa, llamé a la Cámara Plástica, a Adimra, Calzado, FINA, la provincia de Santa Fe, la provincia de La Rioja, la provincia de San Luis, la provincia de Buenos Aires, Catamarca, etc…
Mis colegas saben que es así.
Ninguna de estas entidades habló de un veto.

¿Qué hice también..?
Me quedaba una sola empresa que sería la del veto, que todos conocemos.
¿Qué hice..?
Llamé al señor Paolo Rocca.
Me dieron su teléfono para que lo llame. Estaba en Italia.
Lo llamé, diez mensajes
¿Y saben por qué..?
Porque muchas veces el señor Paolo Rocca me llamó a mí, como presidente de la UIA, para que le resuelva enormes problemas que tenía con el Gobierno Nacional, y lo hice.
No tuve respuesta.

Conclusión: ¿Qué se atacaba..? ¿A la honorabilidad..?
¿Qué se atacaba..? ¿A mi falta de representatividad..?
Yo les puedo asegurar que por mi honorabilidad no es.
Nadie la puede cuestionar.
Yo nunca pagué coimas. Y por eso nunca tuve que confesar en un juzgado haber pagado coimas.
Entonces no acepto que personas que hoy se sientan en este Comité imputen mi honorabilidad.

Entonces le quiero hablar al futuro para que esto no vuelva a pasar. A los jóvenes.
Demos…

Secretario: Perdón, habíamos dicho más o menos que hablen 2 minutos.
Mendiguren: Bueno, pido…creo que es un tema presidente…presidente le pido…ya termino…

Secretario: Perdón, habíamos…
Mendiguren: Bueno, ya termino señor secretario, si el presidente me lo concede…a usted le pido…que usted es uno de los que voy a cuestionar, también.
Ya lo cuestioné.

Secretario: Dos minutos y cortamos el micrófono, señor, le pido por favor, gracias.
Mendiguren: Escúcheme, esa patotería suya y de su empresa ya se van a terminar, eh.
Termínela.
Entonces, tan anormal ha sido esta elección que, fíjese señor presidente, que hasta ahora los cámaras no hemos recibido la lista.
¿De qué transparencia estamos hablando..?
¿De qué proceso estamos hablando..?
No sabemos hoy en día lo que estamos votando.
Pero me importa el futuro.
Lo que más me importa (es) terminar con estas cosas, buscar la transparencia, que sepamos cuando se arman listas por qué, recuperemos la institucionalidad, a los jóvenes se los digo. Hasta la Sociedad Rural está votando para tener claridad en cómo son las elecciones.

Entonces terminemos con un grupo que asusta con la lapicera de dejar adentro o fuera de la lista y pretender dominar, como una vez dijo el señor Paolo Rocca enfrente de mí: 
'Nosotros no queremos participar en las entidades. Queremos la gobernabilidad de las entidades. Queremos gobernarlas'.

Y esto es lo que nosotros en esta entidad centenaria, que la fundó Carlos Pellegrini, tenemos que evitar.
Tenemos que tener una UIA plural, una UIA que comparta todo, que dé los debates que usted, presidente, acaba de decir.
La Unión Industrial Argentina no es la “Unanimidad Industrial Argentina”.
Y cuando veo la lista, que todavía no la veo porque no apareció, veo que los primeros cargos están absolutamente direccionados muy lejos del interés general de la industria.

Llamo entonces a reflexionar sobre esto.
Y lamento, Daniel, que con todo lo que nos hemos conocido, vos sabes que yo prefiero un industrial a cargo de la UIA, esto está claro.
Espero el famoso café que te estoy pidiendo hace un año, perdón, hace un mes que no me lo querés dar.
Tenemos todo claro el intercambio que hemos tenido, y sabés que estás en falta".


Poder

La definición política de Paolo Rocca de diseñar este tipo de conducción de la UIA, con un abogado laboralista rodeado de ejecutivos de su grupo, es la prueba más contundente del abierto enfrentamiento que mantiene con el Gobierno.
La estrategia electoral pero también política de Cristina Fernández de Kirchner al nominar a Alberto Fernández como cabeza de fórmula presidencial, con la expectativa de armonizar intereses contrapuestos con los grupos económicos dominantes y, de ese modo, garantizar la gobernabilidad, se ha probado fallida.
Este camino frustrado no fue obturado por la voluntad de Alberto Fernández, que ha dado muestras en más de una oportunidad de buscar acercamientos hacia la cúpula de la conducción política del poder económico (Techint y Grupo Clarín).
El rechazo a una convivencia con la coalición de gobierno ha sido la característica de esos dos grupos económicos dominantes.
No es sólo la presencia de CFK y el kirchnerismo en la gestión de gobierno.
Es el peronismo en general que impugnan, pues consideran que es una fuerza política que aspira a colocar al Estado en un papel activo en la redistribución del ingreso y en la regulación de la economía.

Es evidente que, además de disputas acerca de la base material de sus negocios, existe un posicionamiento ideológico muy marcado, del cual deberían tomar nota figuras del peronismo que se presentan amigables con esos grupos, con la ilusoria expectativa de ser aceptados.
La irrupción del kirchnerismo, en especial la presencia de CFK, en el corazón del peronismo y el armado de una coalición de derecha del macrismo - radicalismo ha modificado el escenario político general. El discurso de Funes de Rioja al asumir la presidencia de la UIA, bendecido por Techint, lo deja al descubierto, además de reafirmar la concepción económica y política regresiva de gran parte del establishment.


Discurso

En el comienzo del discurso, para responder a las críticas de que es el primer titular de la UIA que no es industrial desde el retorno de la democracia, Funes de Rioja detalla el recorrido de los cargos que tuvo en cámaras empresariales, en la propia UIA, en importantes firmas y en organismos internacionales, como la OIT.
Pese al esfuerzo para mostrar su pertenencia al mundo industrial, ese currículum sólo exhibe su extraordinaria capacidad de lobista del poder económico.

El aspecto más sustancial del discurso, en términos políticos e ideológicos, fue el recorte histórico que hizo del desarrollo industrial argentino.

Funes de Rioja les propuso a los industriales "tomar 3 momentos históricos de la Argentina:

1. La generación de 1837 y en particular Juan Bautista Alberdi.
2. La generación del ´80 y específicamente un referente como Carlos Pellegrini.
3. La Argentina del desarrollo y una visión estratégica como la de Arturo Frondizi".

La caracterización de cada uno de esos períodos es rústica y lo notable es la ausencia en el análisis histórico general e industrial particular de la existencia del peronismo.
No hay ni una referencia al crecimiento industrial durante los dos primeros gobiernos de Juan Domingo Perón y en el ciclo de doce años del kirchnerismo.
Es una omisión impactante por la impudorosa parcialidad para la comprensión, incluso desde la oposición, de los actores intervinientes, de las restricciones y de las potencialidades para el desarrollo industrial local.
En esa línea de pensamiento conservador, además, no hubo ni una mención, ni de compromiso, a las medidas de rescate de industrias durante la pandemia aplicadas por el gobierno de Alberto Fernández.

Las anteojeras ideológicas de esta comunidad de empresarios son tan cerradas que le impiden observar que durante los últimos tres períodos neoliberales (dictadura, menemismo y macrismo) hubo un acelerado proceso de desindustrialización, que destruyó precisamente el entramado productivo que dice representar.


Regresivo

Existen dos lecturas no excluyentes sobre los motivos de la designación de Funes de Rioja al frente de la UIA.
Una, liderar una oposición abierta al Gobierno desde la UIA, sumando a la entidad industrial al bloque de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) y del Foro de Convergencia Empresarial.
La otra, presionar por la liberalización total de los precios de los alimentos, opción que se refuerza con Funes de Rioja reteniendo también la presidencia de la cámara que reúne a los fabricantes de alimentos (Copal).

Funes de Rioja es uno de los principales exponentes, además, de la estrategia para imponer la flexibilización laboral y la reducción de derechos laborales.
Fue presidente de la International Organization of Employers (que reúne a los empleadores).
Con esa representación ha participado en la OIT desde hace décadas y ha sido vicepresidente del Consejo de Administración, que es el ámbito ejecutivo de la organización.
Una de sus últimas intervenciones fue amalgamar el voto de la delegación de empleadores de Argentina y de América Latina junto con varios países asiáticos sobre el Convenio 190 de la OIT, de 2019.

¿Cuál es el contenido de esa norma de la OIT?
Reconoce el derecho de toda persona a un ambiente de trabajo libre de violencia y acoso, incluidos la violencia y el acoso por razón de género.
Determina que esos comportamientos pueden constituir una violación o un abuso de los derechos humanos.

Funes de Rioja impulsó que el grupo de empleadores de esos países se abstuvieran en la votación para aprobar el Convenio 190 de la OIT.

DESATANDO EL PODER DE LOS MONOPOLIOS, de Mónica Peralta Ramos - 27/6/2021

El fracaso del Covax mostró los límites del modelo de gobernabilidad multisectorial


Los países ricos no invirtieron en Covax, que repartió sólo el 4% de las vacunas que se había propuesto.


Varias décadas de expansión del capitalismo global monopólico han engendrado una enorme concentración del poder global que impacta sobre todos los aspectos de la vida social.
La pandemia ha contribuido a desnudar los conflictos desatados por esta estructura de poder, tanto dentro de los países como a nivel internacional.
Entre estas turbulencias se destaca la puja de un puñado de mega corporaciones por maximizar sus ganancias sin límite alguno, desgarrando en el proceso a las instituciones democráticas y afectando las decisiones y la capacidad de regulación de los Estados nacionales y de los organismos internacionales surgidos después de la Segunda Guerra.

En este contexto, el Foro Económico Mundial, que nuclea a las elites más poderosas del mundo, propone resolver la actual crisis sistémica “reseteando al capitalismo mundial”.

Para ello, propugna la adopción de las tecnologías de la cuarta Revolución Industrial conjuntamente con una nueva forma de gobernabilidad mundial basada en la institucionalización de un diálogo entre actores que, con distintos intereses, provienen tanto del sector público como del privado y de la sociedad civil (empresarios, partidos políticos, sectores académicos, instituciones de investigación, organizaciones no gubernamentales, etc.).
Este diálogo, sostenido a escala global, busca encontrar e implementar soluciones consensuadas a problemas comunes y globales.

Debajo de esta fachada democrática se esconde, sin embargo, la estrategia de poder de un núcleo de monopolios tecnológicos que busca impregnar a las decisiones y regulaciones de las naciones y de los organismos internacionales con políticas que benefician a sus intereses específicos y consolidan su dominio sobre el mundo.
En este modelo de gobernabilidad lo decisivo no radica en la relación entre los actores y sectores que se convocan sino en la disputa / negociación de las grandes corporaciones con los Estados nacionales y organismos internacionales.
El objetivo último de las primeras es controlar los recursos y mecanismos de regulación que los segundos monopolizan y aplican en los territorios nacionales y en el escenario internacional.

En los últimos tiempos, sin embargo, el fracaso del mecanismo Covax en la lucha contra la pandemia ha mostrado los límites de este modelo de gobernabilidad multisectorial sacando a la intemperie la voracidad insaciable de un pequeño núcleo corporativo altamente tecnologizado y la dinámica irracional de un capitalismo que ha colocado a la humanidad en una situación sin salida.

La impronta de ese modelo dominó a la estructura organizativa de Covax desde el vamos y los acuerdos logrados fueron el resultado de las decisiones de un conjunto de actores emanados de organismos públicos y privados, y de la sociedad civil: laboratorios, corporaciones farmacéuticas, institutos y organismos de investigación, representantes de la comunidad científica y fundaciones filantrópicas.
Este conjunto fue liderado por la Fundación Gates y articulado por la Organización Mundial de la Salud, que quedó relegada a la supervisión.
Covax fue lanzado en abril del 2020 y tuvo por objetivo lograr la contribución en dinero y otros recursos de los países más ricos para el desarrollo y producción acelerada de las vacunas contra el Covid - 19.
Otro objetivo fue la distribución mundial de 2.000 millones de estas vacunas en 2021, siguiendo para ello principios equitativos, a precios razonables, y sin costo alguno para los países más pobres.

Al día de la fecha Covax sólo ha repartido el 4% de las vacunas que se propuso repartir.
Los gobiernos de los países ricos no invirtieron en Covax y, pasando por encima de los acuerdos estipulados, negociaron directamente con un puñado de corporaciones farmacéuticas para producir y apropiarse rápidamente de la mayor cantidad de vacunas.
Así, a fines de junio del 2020 el Presidente Trump puso recursos técnicos, infraestructura y 10.000 millones (billions) de dólares al servicio de seis corporaciones farmacéuticas con las que firmó contratos sin estipular condiciones ni precios (marketwatch.com 24 6 2020).

Hacia principios de junio de este año, sólo diez países habían administrado el 75% del total de las vacunas producidas en el mundo, algo que según el Secretario General de las Naciones Unidas “no sólo es claramente injusto sino contraproducente” (bbc.com 22 6 2021).
Se refería así a la irracionalidad del acopio de vacunas por parte de unos pocos países frente a la carencia de la mayoría y a otros que las reciben con cuenta gotas.
Esto ha permitido el avance incontenible de la pandemia y la mutación del virus en versiones cada vez más letales, situación que amenaza ahora con neutralizar la eficiencia de las vacunas existentes.

A poco más de un año de su creación, el mecanismo Covax demostró ser el escenario de una supuesta participación multisectorial que operó como fachada para encubrir el posicionamiento de un pequeño grupo de mega corporaciones farmacéuticas en su intento de realizar rápidas y enormes ganancias. Lograron así cooptar los recursos de los Estados más ricos y de la OMS y ganar “competitividad” frente a otras corporaciones farmacéuticas, infligiendo en el proceso un daño a la salud de la población mundial y facilitando la continuidad de la pandemia.


Naciones Unidas y el Sistema Alimentario Mundial

La convocatoria de Naciones Unidas para realizar a fines de este año una Cumbre Mundial sobre Sistemas Alimentarios y Desarrollo Sostenible parece seguir el mismo camino que siguió la OMS al organizar a Covax al inicio de la pandemia.
Esto ocurre en un mundo donde la concentración económica avanza a pasos agigantados siguiendo una estrategia de control corporativo del sistema mundial de alimentos, tanto en lo que hace a la producción como a la comercialización, investigación tecnológica y financiamiento.
En la década de los ‘70, 7.000 corporaciones controlaban la producción de semillas.
Hoy la controlan sólo cuatro enormes agro - negocios.
Esto es sólo un indicador del grado de concentración actual de la producción agropecuaria y de alimentos.

La digitalización de la vida cotidiana ha abierto un enorme potencial de ganancias y ha colocado a las actividades agropecuarias y a la producción y venta de alimentos en el centro de la pelea entre un puñado de enormes monopolios por la apropiación de recursos.
Así, Amazon, Alibaba, Google y Tencent buscan hoy controlar a los agro - negocios y dominar a las cadenas de valor global de la producción de alimentos.
En este contexto, la convocatoria de Naciones Unidas otorga a los monopolios tecnológicos una oportunidad única para imponer un modelo de gobernabilidad multisectorial a los organismos internacionales.
Esta puede ser la fachada que utilicen para consolidar el uso de plataformas tecnológicas, inteligencia artificial, manejo del Big Data, robótica, etc., en la producción agropecuaria y de alimentos y, a través de estas tecnologías, expandir su dominio sobre recursos estratégicos para la vida humana y para el propio medio ambiente.


Oposición a los monopolios y su modelo de gobernabilidad

Una encuesta reciente muestra que el 94% de los adultos norteamericanos rechazan el control de la oferta global de vacunas contra el Covid-19 por parte de las corporaciones farmacéuticas. Tanto los que votaron a Biden como los que eligieron a Trump lo rechazan con la misma intensidad.
La mayoría de los encuestados considera inaceptable que las corporaciones farmacéuticas hayan obtenido ganancias sustanciales con vacunas desarrolladas con financiación pública.
Así, si bien los norteamericanos han sido especialmente privilegiados en la repartija mundial de vacunas, pareciera que empiezan a olfatear que detrás de las vacunas existe una trama de intereses corporativos que poco tiene que ver con el bien común (zerohedge.com 20 6 2021).

Asimismo, en los últimos tiempos se empieza a delinear una estrategia que busca oponer resistencia a los monopolios en distintas áreas de la vida social.
Esta estrategia pasa por la acumulación de poder de un modo descentralizado y tejiendo complicidades solidarias e intereses comunes de abajo hacia arriba y en forma horizontal.
Esta estrategia busca poner fin a la fragmentación y el aislamiento individual que produce la concentración del poder, da visibilidad a los intereses comunes y permite articularlos con otros intereses, potenciando así el alcance y la eficiencia de las acciones que se toman.

Este modo de operar apareció desde principios de este año en el árido mercado financiero norteamericano.
En otras notas hemos analizado la rebelión de miles y miles de pequeños inversores nucleados en el grupo wallstreetbets (WSB) de la plataforma social reddit.
Potenciando el impacto de múltiples pequeñas inversiones, el WSB actuó en varias oportunidades al unísono y en la misma dirección con el objetivo de infligir daños a grandes fondos de inversión que, posicionados en corto, jaqueaban a determinadas empresas con problemas.

La estrategia de acumular poder de un modo descentralizado, de abajo hacia arriba, también aparece en el plan formulado por el Panel de Expertos Internacionales en Sistemas Alimentarios Sostenibles (IPES, Long Food Movement), que nuclea y pretende dar voz y poder político a diversas redes de movimientos agroecológicos y campesinos, cooperativas y sindicatos de pequeños productores ubicados en distintos países y regiones del mundo.

El IPES propone una serie de políticas destinadas a impedir la degradación del medio ambiente y de la biodiversidad y a dar presencia y voz política a las pequeñas y mini - empresas que desarrollan la agricultura, la ganadería y la pesca en el mundo.
Este tipo de producción, ejercida en zonas rurales y urbanas, hoy asegura la subsistencia del 70% de la población mundial.

Asimismo y según el IPES hoy hay más de 350 millones de granjas que innovan con 7.000 cultivos diferentes y 38 especies animales frente a enormes agro - negocios que, desarrollando solo 12 cultivos y 5 especie animales, poseen más del 75% de las tierras fértiles disponibles y son responsables por la creciente degradación de la tierra y del medio ambiente.
El IPES busca impedir que los monopolios tecnológicos controlen el futuro del Consejo Internacional Digital para la Agricultura y la Producción de Alimentos (International digital council for food and agriculture) y que impongan su estrategia de poder a los Estados y a los organismos internacionales especializados en la producción agropecuaria y de alimentos.


La Argentina en el ojo del huracán

La Argentina puede producir alimentos para centenares de millones de personas.
Sin embargo, más del 40% de su población y el 57% de los menores de 14 años son pobres.
La producción agropecuaria está dominada por los agro - negocios mientras la producción industrial, y en particular los alimentos, son controlados por monopolios transnacionales.
En estas circunstancias, el proyecto de un país inclusivo y soberano es imposible sin una transformación de la matriz productiva que permita, como manda la Constitución, satisfacer las necesidades de su población.
Esta matriz viene de lejos y se profundizó con las políticas de Mauricio Macri y del FMI.

Si bien no se la puede cambiar de un día para el otro, dejar pasar el tiempo sin aplicar políticas que tiendan a erradicarla implica profundizar las raíces de la pobreza y dar combustible a una oposición que siembre el miedo y el odio para desestabilizar a la democracia y controlar al país.
Esto es comprendido por los grandes empresarios que, olfateando debilidades y anticipando elecciones, han pasado a la ofensiva formando precios, especulando con los tipos de cambio, sobrefacturando importaciones y subfacturando exportaciones.

Ahora anticipan una corrida cambiaria en los meses que vienen, cuando no haya cosechas para exportar, se acentué la caída de los precios de los commodities por los cambios que están ocurriendo a nivel internacional y haya que enfrentar pagos por 4.575 millones de dólares al FMI por amortización de la deuda e intereses.

Creer que estas presiones amainarán si se hacen concesiones y/o una buena elección es creer en espejitos de colores.

La Argentina está en el ojo del huracán que agita al mercado financiero internacional y a la pugna entre mega corporaciones.
Su dependencia del dólar, sus recursos naturales y su producción agropecuaria atraen a las mega corporaciones que pujan por dominar al mundo.
Al mismo tiempo, sus recursos, su gente y la coyuntura geopolítica le brindan la oportunidad de salir de la trampa.

La estrategia de vacunación seguida por el gobierno le ha permitido sobrevivir a las consecuencias del fracaso de Covax y a la violenta oposición macrista a las restricciones impuestas por la pandemia.
Posicionándose geopolíticamente, el gobierno logró avanzar en la vacunación y empezar a producir localmente las vacunas.

Ahora también puede fortalecerse políticamente si moviliza de abajo hacia arriba a sus votantes para controlar a la inflación en todos los eslabones de las principales cadenas de valor, empezando por los alimentos.
Esto se puede hacer en forma organizada y con las restricciones que hoy existen por la pandemia.
La formación de precios y la consiguiente inflación son actualmente el principal campo de batalla política.
Movilizar es acumular poder y mostrar los dientes para imponer cambios a los poderosos intereses económicos y políticos que buscan desestabilizar al gobierno.

El último conflicto con la “mesa de la carne” y las organizaciones que nuclean a distintos sectores agropecuarios ha dejado al desnudo, entre otras cosas, la impunidad con que se forman los precios (6% de aumento de la carne durante el periodo en que las exportaciones estuvieron cerradas) y la impunidad con que se especula con los tipos de cambios, la subfacturación de exportaciones y las cantidades que se exportan.

Esto ocurre a plena luz del día y ante organismos de control estatal que parecen dormir la siesta de la “simplificación de trámites” impuesta por el macrismo.
Se impone pues un control inmediato de estos organismos y de la hidrovía por la que sale, sin control efectivo, más 80% de las exportaciones del país.

Por último, el gobierno podría aprovechar las turbulencias que azotan al dólar como moneda internacional de reserva, y los cambios que se están gestando en la estructura financiera internacional, para lanzar una moneda paralela que permita eventualmente poner fin a la dolarización de la economía.

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