miércoles, 27 de octubre de 2021

CUANDO LOS PADRES NOS QUEDAMOS HUÉRFANOS, de Gabriel García Márquez

Hay un período
cuando los padres
quedamos huérfanos
de nuestros hijos.

Es que los niños crecen
independientemente de nosotros,
como árboles murmurantes
y pájaros imprudentes.

Crecen
sin pedir permiso a la vida.
Crecen
con una estridencia alegre
y, a veces,
con alardeada arrogancia.

Pero
no crecen todos los días,
crecen de repente.

Un día se sientan cerca de ti
y con una naturalidad increíble
te dicen cualquier cosa
que te indica que
esa criatura de pañales,
¡ya creció!

¿Cuándo creció
que no lo percibiste?
¿Dónde quedaron
las fiestas infantiles,
el juego en la arena,
los cumpleaños con payasos?

El niño crece
en un ritual de
obediencia orgánica
y desobediencia civil.

Ahora estas allí,
en la puerta
de la discoteca
esperando no sólo que no crezca,
sino que aparezca.

Allí están
muchos padres al volante
esperando que salgan.
Y allí están
nuestros hijos,
entre hamburguesas y gaseosas.

Con el uniforme
de su generación
y sus incómodas
y pesadas mochilas
en los hombros.

Allá estamos nosotros,
con los cabellos canos.

Y esos son
nuestros hijos,
los que amamos
a pesar
de los golpes de los vientos,
de las escasas cosechas de paz,
de las malas noticias
y la dictadura de las horas.

Ellos crecieron amaestrados,
observando y aprendiendo
con nuestros errores
y nuestros aciertos.

Principalmente
con los errores
que esperamos no se repitan.

Hay un periodo
en que los padres
vamos quedando
huérfanos de los hijos.

Ya no los buscaremos más
en las puertas de las discotecas
y del cine.

Pasó el tiempo del piano,
el fútbol,
el ballet,
la natación.

Salieron del asiento de atrás
y pasaron
al volante de sus propias vidas.

Deberíamos haber ido más
junto a su cama,
al anochecer,
para oír su alma respirando
conversaciones y confidencias
entre las sábanas de la infancia,
y a los adolescentes,
cubrecamas de aquellas piezas
con calcomanías, afiches,
agendas coloridas
y discos ensordecedores.

Pero crecieron
sin que agotáramos con ellos
todo nuestro afecto.

Al principio fueron al campo,
la playa, navidades,
pascuas, piscinas
y amigos.

Sí,
había peleas en el auto
por la ventana,
los pedidos de la música de moda.

Después llegó el tiempo
en que viajar con los padres
comenzó a ser un esfuerzo,
un sufrimiento,
no podían dejar a sus amigos
y primeros enamorados.

Quedamos los padres
exiliados de los hijos.

Teníamos la soledad
que siempre deseamos,
y nos llegó el momento
en que sólo miramos de lejos,
oramos mucho
(en ese momento
se nos había olvidado)
para que escojan bien
en la búsqueda de la felicidad
y conquisten el mundo
del modo menos complejo posible.

El secreto es esperar.
En cualquier momento
nos darán nietos.

El nieto
es la hora del cariño ocioso
y la picardía no ejercida
en los propios hijos.

Por eso, 
los abuelos
son tan desmesurados
y distribuyen
tan incontrolable cariño.

Los nietos
son la última oportunidad
de reeditar nuestro afecto.

Así es.
Los seres humanos
sólo aprendemos
a ser hijos
después de ser padres;
sólo aprendemos
a ser padres
después de ser. abuelos.

En fin,
pareciera que
sólo aprendemos a vivir
después de que la vida
se nos va pasando.

Disfrutemos de nuestros hijos
en cada una de sus etapas
mientras duremos vivos...!!

martes, 26 de octubre de 2021

SONETO A MAMÁ - Joan Manuel Serrat

No es que no vuelva, porque me he olvidado
de tu olor a tomillo y a cocina.
De lejos, dicen que se ve más claro,
que no es igual quién anda y quién camina

Y supe que el amor tiene ojos verdes
que cuatro palos tiene la baraja.
Que nunca vuelve aquello que se pierde
y la marea sube y luego baja.

Supe que lo sencillo no es lo necio,
que no hay que confundir valor y precio.
Y un manjar puede ser cualquier bocado

si el horizonte es luz y el rumbo un beso.

No es que no vuelva porque me he olvidado,

lunes, 25 de octubre de 2021

CUANDO ME VAYA, de Joan Manuel Serrat

Me iré despacio un amanecer
que el sol vendrá a buscarme temprano.
Me iré desnudo, como llegué,
lo que me diste cabe en mi mano

Mientras tú duermes deshilaré
en tuyo y mío lo que fue nuestro.
Y a golpes de uñas en la pared
dejaré escrito mi último verso.

Y a la grupa del terral, mi chalupa,
de blanca vela peinará el mar.
¿Qué soledad te vendrá a buscar?
Cuando me vaya, cuando me vaya.

Luna tras luna, llamándome
bajarás donde el azul se rompe.
El viento te abrazará de pie
hurgando el vientre del horizonte.

Una sonrisa se esfumará
rozando el borde de los aleros.
Tu boca amarga preguntará:
¿para quién brillan hoy los luceros?

Y las olas sembrarán caracolas,
arena y algas entre tus pies.
Los besarán y se irán después
hacia otra playa,
cuando me vaya.

Me iré silbando aquella canción
que me cantaba cuando era un crío.
Un marinero lleno de ron
por si en verano sentía frío.

Me iré despacio y sé que quizás
te evoque triste doblando el faro.
Después la aldea quedará atrás,
después el día será más claro.

Y ese día dulce melancolía,
has de arrugarte junto al hogar,
sin una astilla para quemar,
cuando me vaya,
cuando me vaya.

viernes, 22 de octubre de 2021

PIDO CASTIGO, de Pablo Neruda

Por estos muertos, nuestros muertos
pido castigo.

Para los que de sangre salpicaron la patria
pido castigo.

Para el verdugo que mandó esta muerte
pido castigo.

Para el traidor que ascendió sobre el crimen
pido castigo.

Para el que dio la orden de agonía
pido castigo.

Para los que defendieron este crimen
pido castigo.

No quiero que me den la mano
empapada con nuestra sangre
pido castigo.

No los quiero de embajadores
tampoco en su casa tranquilos.

Los quiero ver aquí juzgados
en esta plaza en este sitio.

Quiero castigo,
quiero castigo.

miércoles, 20 de octubre de 2021

TOCO TU BOCA, de Julio Cortázar.

 

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio.

Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura.

Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella.

Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

CEREMONIA RECURRENTE, de Julio Cortázar



El animal totémico con sus uñas de luz, los ojos que junta la oscuridad debajo de la cama, el ritmo misterioso de tu respiración, la sombra que tu sudor dibuja en el olfato, el día ya inminente.

Entonces me enderezo, todavía batido por las aguas del sueño, vuelvo de un continente a medias ciego donde también estabas tú pero eras otra, y cuando te consulto con la boca y los dedos, recorro el horizonte de tus flancos (dulcemente te enojas, quieres seguir durmiendo, me dices bruta y tonta, te debates riendo, no te dejas tomar pero ya es tarde, un fuego de piel y de azabache, las figuras del sueño) el animal totémico a los pies de la hoguera con sus uñas de luz y sus alas de almizcle.

Y después despertamos, y es domingo y febrero.

NOCTURNO, de Julio Cortázar.


Tengo esta noche las manos negras, el corazón sudado como después de luchar hasta el olvido con los ciempiés del humo.
Todo ha quedado allá, las botellas, el barco, no sé si me querían y si esperaban verme.
En el diario tirado sobre la cama dice encuentros diplomáticos, una sangría exploratoria, lo batió alegremente en cuatro sets.

Un bosque altísimo rodea esta casa en el centro de la ciudad, yo sé, siento que un ciego está muriéndose en las cercanías.
Mi mujer sube y baja una pequeña escalera como un capitán de navío que desconfía de las estrellas.
Hay una taza de leche, papeles, las once de la noche.

Afuera parece como si multitudes de caballos se acercaran a la ventana que tengo a mi espalda.

LOS AMIGOS, de Julio Cortázar.

 

En el tabaco, en el café, en el vino, al borde de la noche, se levantan como esas voces que a lo lejos cantan sin que se sepa qué, por el camino.

Livianamente hermanos del destino, dióscuros, sombras pálidas, me espantan las moscas de los hábitos, me aguantan que siga a flote entre tanto remolino.


Los muertos hablan más pero al oído, y los vivos son mano tibia y techo, suma de lo ganado y lo perdido.

Así un día en la barca de la sombra, de tanta ausencia, abrigará mi pecho esta antigua ternura que los nombra.

AFTER SUCH PLEASURES, de Julio Cortázar.

 

Esta noche, buscando tu boca en otra boca, casi creyéndolo, porque así de ciego es este río que me tira en mujer y me sumerge entre sus párpados, qué tristeza es nadar al fin hacia la orilla del sopor, sabiendo que el sopor es ese esclavo innoble que acepta las monedas falsas, las circula sonriendo.

Olvidada pureza, cómo quisiera rescatar ese dolor de Buenos Aires, esa espera sin pausas ni esperanza.

Solo en mi casa abierta sobre el puerto, otra vez empezar a quererte, otra vez encontrarte en el café de la mañana sin que tanta cosa irrenunciable hubiera sucedido.

Y no tener que acomodarme de este olvido que sube para nada, para borrar del pizarrón tus muñequitos y no dejarme más que una ventana sin estrellas.

DESPUÉS DE LAS FIESTAS, de Julio Cortázar.



Y cuando todo el mundo se iba y nos quedábamos los dos entre vasos vacíos y ceniceros sucios, qué hermoso era saber que estabas ahí como un remanso, sola conmigo al borde de la noche, y que durabas, eras más que el tiempo, eras la que no se iba porque una misma almohada y una misma tibieza iba a llamarnos otra vez a despertar al nuevo día, juntos, riendo, despeinados.

LA LENTA MÁQUINA DEL DESAMOR, de Julio Cortázar.



La lenta máquina del desamor, los engranajes del reflujo, los cuerpos que abandonan las almohadas, las sábanas, los besos, y de pie ante el espejo interrogándose cada uno a sí mismo, ya no mirándose entre ellos, ya no desnudos para el otro, ya no te amo, mi amor.

VEREDAS DE BUENOS AIRES, de Julio Cortázar.



De pibes la llamamos: “la vedera”.
Y a ella le gustó que la quisiéramos.
En su torno sufrido dibujamos tantas rayuelas…

Después, ya más compadres, taconeando, dimos vuelta manzana con la barra, silbando fuerte para que la rubia del almacén saliera, con sus lindas trenzas a la ventana.

A mí me tocó un día irme muy lejos, pero no me olvidé de las “vederas
Aquí o allá, las siento en los tamangos como la fiel caricia de mi tierra.
¡Cuánto andaré por “ái” hasta que pueda volver a verlas...!

LA "ECONOMÍA POPULAR". ¿SOLUCIÓN O CONSECUENCIA..?, de Enrique Martínez - 20/10/2021


Foto: Sofía Mazzaglia. revista Hamartia.


Dejemos de lado por un momento las agudezas semánticas y entendamos de qué nos ocuparemos.
El término “economía popular” es una categoría auto asignada por organizaciones sociales que se agruparon para reclamar derechos de aquellos trabajadores que el capitalismo excluyó y excluye de sus estructuras, en una dinámica de concentración y financiarización que parece no tener límite.

El objetivo fue nítido: hacer visible un problema generado por el sistema económico vigente.
Tanto así que se habló de movimientos de trabajadores excluidos; de trabajadores de la tierra sometidos a arrendamientos insoportables. También se buscó y consiguió en algunas áreas subsidios públicos para trabajadores integrados a cadenas de valor en condiciones infra humanas, como los cartoneros.

Pasó el tiempo; casi 20 años desde que comenzó el proceso organizativo de esos trabajadores.
El escenario de exclusión no se revirtió sino que se agudizó.
Finalmente, el trabajo fuera del sistema tradicional, fuera del culturalmente asumido, se naturalizó.
Sucedió para la política, para la sociedad en su conjunto y para los protagonistas.

Hace apenas 7 años, la consigna central de una marcha de organizaciones sociales era “Somos lo que falta”. Ya no.
Ahora la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) reclama derechos equivalentes a los del trabajo en relación de dependencia, crédito barato y la generalización de un ingreso básico universal para sus representados, que complemente lo obtenido por el trabajo independiente.

No imaginan los mentores del espacio que esos trabajadores podrán ser empleados por algún capitalista ni que su actividad - sea cual sea la rama - podrá obtener una demanda de mercado que les permita alcanzar sustentabilidad, prescindiendo del apoyo público.

Este escenario se complica y mucho, cuando se quiere revisar las actividades a las que se califica como Economía Popular.
Las que podríamos llamar históricas, que dieron lugar a las primeras agrupaciones para reclamar sus derechos, son los cartoneros; las cooperativas de reciclado primario de residuos urbanos; vendedores ambulantes; trabajadores ocasionales de la construcción; personas aplicadas al cuidado de niños, enfermos o ancianos; personas que mantienen en actividad comedores populares; trabajadores de la confección de indumentaria; cooperativas de saneamiento de cauces periurbanos; campesinos de la agricultura familiar.
Son actividades jamás censadas, pero se estima que comprenden unos 2 millones de trabajadores y trabajadoras.

Llegó la pandemia.
La debacle ocupacional que generó el aislamiento social obligatorio condujo a tomar decisiones como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), paliativo para la pérdida de recursos de trabajadores independientes.
Se esperaban entre 2 y 4 millones de solicitudes.
Aparecieron 11 millones.
Se validaron 9 de esos millones.
Nadie, ni de la política, de la burocracia o de las organizaciones sociales, supo explicar de dónde salieron, porque ni siquiera éstas últimas los representaban o los visibilizaban.

Se trataba en parte de jóvenes desocupados o desalentados prematuramente; pero, además, sobre todo, de la multitud de servicios personales brindados por ciudadanos que aspiran a parar la olla con su tarea de peluqueras, plomeros, mecánicos, centenares de oficios con variada formación, que forman parte natural del tejido social y cuya oferta aumenta desproporcionadamente al ritmo de la exclusión.

¿Forma parte de la economía popular ese ejército de trabajadores?
Los líderes de la UTEP salieron inmediatamente a afirmarlo, al punto que se habilitó el RENATEP, registro de los trabajadores de la economía popular, con la intención de contener esa enorme franja de compatriotas y sumarlos al reclamo de derechos laborales.

Varios meses después de creado ese Registro, alberga menos de 4 millones de inscriptos, confirmando que ni antes ni después de la pandemia buena parte de esa franja laboral cree tener las mismas prioridades o necesidades que los “históricos”.
Mas allá de lo subjetivo, reitero: ¿forman todos ellos parte de la economía popular..?

Si el término intenta abarcar a todos quienes han sido excluidos de la posibilidad de un trabajo digno dentro de la economía de mercado, buena parte de los colectivos mencionados están efectivamente comprendidos.
Deberíamos exceptuar a los servicios personales que fueron afectados por la pandemia pero que tienen recuperación inmediata cuando se acerca el fin de su efecto económico.


Sin embargo, la confusión no termina allí.

¿Acaso todos o casi todos los trabajos de la economía popular, no tienen un vínculo con la economía de mercado, con la salvedad que esa conexión no es equitativa..?
¿No están allí configurados como eslabones de una cadena de valor, en la cual algún capitalista ejerce una relación de dominación que le permite apropiarse del valor agregado por ellos de manera abusiva?

El cartonero suministra materia prima barata a los industriales procesadores; el vendedor ambulante de anteojos recibe las migajas del mayorista; el pequeño horticultor entrega a un consignatario sin precio fijado y no conoce el real destino de su producto; la costurera independiente entrega su trabajo a intermediarios que lo revenden varias veces.

Ese vínculo siniestro y doloroso con la economía “formal”, ¿no es similar al del repartidor de comida en bicicleta o al del conductor ocasional de un vehículo de alquiler, aunque ellos no formen parte orgánica de agrupamientos como la UTEP..?
La uberización de la economía, ¿no es la verdadera y profunda naturalización de la - ya me animo a decir - mal llamada economía popular..?

Creo que sería más pertinente señalar que la concentración global del capitalismo, con la rotunda hegemonía de las finanzas, condena a fracciones crecientes de la población trabajadora a vincularse con el resto del sistema a través de actividades aparentemente independientes, en que ceden a otros el poco o mucho valor agregado que aportan y son condenados a ingresos rotundamente por debajo de su subsistencia.

Este es el problema estructural de fondo y no se puede naturalizar, a riesgo de condenar generaciones presentes y futuras a una esclavitud abyecta, donde el esclavista ni siquiera se hace cargo del mantenimiento más elemental de su dependiente.

¿Aporta a la solución de este tremendo problema social que definamos una categoría pseudo independiente, como “economía popular”, que englobe todos los marginados y súper explotados que vayan tomando conciencia de la necesidad de agruparse?
Depende.
Especialmente, depende de qué entendamos por solución.

Si llamamos solución a pelear y conseguir mejoras relativas en los ingresos, en esas cadenas de valor donde se aporta mucho trabajo de baja productividad y se obtiene aún menor retribución, puede ser.
Si llamamos solución a conseguir coberturas de salud o de jubilación parecidas a los trabajadores en relación de dependencia y aportes pecuniarios del Estado que complementen lo que la economía de mercado genere, puede ser.

¿Por qué deberíamos considerar que la salida es esta pseudo puja distributiva cuya aspiración es arañar ingresos de subsistencia..?

La respuesta institucionalizada es: porque el capitalismo ya fijó eso como techo aspiracional para casi la mitad de la población.

La repregunta: 
¿Por qué debemos aceptar como política social estratégica - la que ordena nuestras vidas y de nuestros descendientes - que la inercia capitalista elimine la esperanza de por lo menos la mitad de los compatriotas..?

¿Qué podríamos hacer a cambio..?
Si los capitalistas se van acostumbrando a este escenario, están dispuestos a sumarse a esquemas asistenciales, y hasta invitan a los representantes de la economía popular a sus congresos de reflexión sobre políticas públicas, ¿no se van acomodando todas las piezas del rompecabezas de un modo, digamos, armónico..?

Por empezar, deberíamos modificar el axioma que postula que el trabajo depende de las decisiones de inversión de los dueños de capital y por lo tanto, cuanto más capital poseen algunos, más importante es la dependencia de sus decisiones.

Apenas pasamos a pensar que la prioridad social es atender las necesidades básicas de la comunidad y el Estado es la institución creada para administrar ese proceso, varios - muchos - escenarios pasan a ser mirados de otra manera.

Sin parar el mundo un solo segundo, emergen las debilidades de hábitat y de calidad ambiental; los enormes déficit de comunicación y energía que pueden ser resueltos con acciones distribuidas hasta a escala doméstica; la irracionalidad de la dependencia internacional de cadenas de valor alimenticia en el país con mayor superficie arable por habitante, en el mundo; la grosera ineficiencia de la distribución de todo tipo de alimentos, que encarece su precio sin agregarle valor alguno; el mismo panorama en la indumentaria; la posibilidad de resolver los problemas de vivienda de 3 millones de familias en un lustro.
Y más y más.

La demanda es de naturaleza social.
No es simple platita para gastar.
Está pendiente.
La oferta que atienda esa demanda se debe organizar desde la propia comunidad con asistencia económica, financiera, tecnológica del Estado, como función primordial.
Mientras tanto, los contadores y financistas deben hacer los deberes administrativos en los ámbitos nacionales e internacionales, pero no se traslada a ellos el poder de establecer la miseria como horizonte para un solo argentino.

Este fuerte cambio de rumbo y de ilusiones, comprendería todos los miembros actualmente asumidos como parte de la economía popular, pero les agregaría la multitud de actores productores de bienes y servicios de variada dimensión, con obvia preeminencia de los de menor poder económico, que transitan por la actual realidad con expectativas de supervivencia que son solo levemente superiores a las de quienes tienen el agua por encima de la nariz.

Allí sí se podría decir que se configura otra economía, por cuya identidad vale la pena - y mucho - esforzarse: la economía de producción social.
Aquella en que los emprendimientos compran y venden como cualquier otro, pero tienen como objetivo atender la solución de problemas sociales, no se definen detrás de la meta icónica del capitalismo: el lucro.

Allí sería políticamente legítimo y socialmente concebible y deseable, pensar en dos fracciones de la economía, con vínculos operativos, pero con objetivos diferentes: la economía de mercado y la economía de producción social.

En esta última, participarían recuperadores urbanos, pero no habría cartoneros esclavizados; habría cooperativas textiles cuyos productos llegarían directamente a quienes los necesitan; florecerían las cooperativas de vivienda a construir sobre millones de lotes con servicios que se comprarían en largas cuotas; los pequeños productores de alimentos participarían de cadenas de valor donde su materia prima no dependería de precio internacional alguno, sino solo de su costo de producción y luego llegarían a la mesa ciudadana, por los mecanismos que se configuren como servicio de distribución, no como negocios de especulación.

En cada caso, los detalles operativos técnicos serán motivo de análisis y de soluciones que a veces llegarán por aproximaciones sucesivas.
Lo esencial, es saber para qué estamos trabajando y no confundir el rumbo.

HAPPY NEW YEAR, de Julio Cortázar.


Mira, no pido mucho, solamente tu mano, tenerla como un sapito que duerme así contento.

Necesito esa puerta que me dabas para entrar a tu mundo, ese trocito de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestas tu mano en esta noche de fin de año de lechuzas roncas?

No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo, el durazno sedoso de la palma y el dorso, ese país de azules árboles.
Así la tomo y la sostengo, como si de ello dependiera muchísimo del mundo, la sucesión de las cuatro estaciones, el canto de los gallos, el amor de los hombres.


CELEBRANDO LOS 70 DE CHARLY GARCÍA, de Juan Pablo Csipka - 20/10/2021

El sábado cumple 70 años Charly García.
Intuyo que mi estimado Pablo Alabarces tiene mayores elementos de juicio, pero se me ocurre que García es el último gran ídolo popular y musical que queda de la Argentina del siglo XX, al menos de su segunda mitad y en particular desde los 70 en adelante. 

No cabe duda que integra una galería muy selecta con, entre otros, Sandro, Mercedes Sosa, Spinetta y, a otro nivel, Maradona.
Su recorrido es transversal: abarca a varias generaciones.
Un par de escalones por debajo quizás estén, entre los vivos, Jairo y León Gieco.
Mención aparte para el caso de Palito Ortega, porque más allá de sus vaivenes políticos, para los que rige una amnesia selectiva, Ortega no le dice nada a nadie menor de 35 años en materia musical.

Charly tiene una impronta de al menos 25 años entre Sui Generis y sus trabajos solistas de comienzos de este siglo, y al llegar a las siete décadas tiene para mostrar, desde hace bastante, un corpus de canciones fundamental en la música popular argentina, con algunos giros poéticos muy potentes (pienso en "Dios es empleado en un mostrador, da para recibir", y sobre todo, en el estremecedor "Un río de cabezas aplastadas por el mismo pie juegan cricket bajo la luna").

No se puede pensar buena parte de la música popular de las últimas décadas sin García y de cómo fue la banda sonora de momentos muy precisos de la historia de este país.
Si Sui Generis es la inocencia de los primeros 70, con despedida en medio de la hecatombre del Rodrigazo, La Máquina de Hacer Pájaros es la compañía de los primeros tiempos de la dictadura (una canción lo dice todo desde el título: "¿Qué se puede hacer salvo ver películas?"), y Serú Girán un ajuste de cuentas con un Proceso que entraba en su ocaso ("Canción de Alicia en el País", sí, pero también "José Mercado" como crítica al boom de la plata dulce); hasta llegar a Clics modernos y Piano Bar como referentes de la apertura democrática.

Por cierto, Piano Bar arranca con "Demoliendo hoteles", que se inicia así: "Yo que nací con Videla, yo que nací sin poder, yo que luché por la libertad, y nunca la pude tener".
Lo escribió en 1984, no diez años después.
Y así hasta arribar, al menos, a la gran provocación contra todo tipo de conservadurismo que es su versión del Himno.

A García lo siguen pibes que no habían nacido en los 70, y ese no es un dato menor.
A sus reencuentros con Serú Girán y con Nito Mestre fue muchísima gente que no vivió esos años.
Y lega un cancionero que es de los más ricos de la Argentina, junto al de Spinetta, y por fuera del rock, a la par de Discépolo, Yupanqui, Leguizamón y María Elena Walsh.

Pese a la pandemia, el sábado tiene que ser un día de fiesta.
Para celebrarlo a él y a su obra.

martes, 19 de octubre de 2021

SIMIOS DROGADOS, de Horacio Verbitzky - 17/10/2021

En la Argentina el peronismo no es parte del problema, sino de la solución


Diseño, Alejandro Ros. Animación, Silvia Canosa

El 9 de octubre de 1945 el jefe de Campo de Mayo, general Eduardo Ávalos, exigió la renuncia del coronel Juan Perón a los tres cargos que ocupaba desde 1944: Secretario de Trabajo y Previsión, Ministro de Guerra y Vicepresidente.
Los grandes patrones de la industria y de la producción, como se le llamaba entonces al campo, no le perdonaban las medidas que adoptó, como el Estatuto del peón rural, la creación de la justicia laboral, el aguinaldo, las vacaciones obligatorias pagas, la jubilación, la indemnización por despido, los convenios colectivos.
Perón contó que hasta doña Juana Sosa le recriminó que no podría pagarles a los peones de su estancia en la Patagonia. 
“Si no podés pagar, dejalos que se vayan a otro lado donde les paguen. En vez de 20 peones tené 10, pero pagales”, dice que le contestó a su madre.

El embajador de Estados Unidos, el gran empresario minero del cobre Spruille Braden, unificó a la oposición, acusando a Perón de acuerdos con el Eje y de adhesión ideológica al nazismo.
El 19 de septiembre de 1945, radicales, conservadores, socialistas, democristianos, demoprogresistas y comunistas convocaron a una Marcha de la Constitución y la Libertad, que recorrió desde el Congreso hasta la Recoleta portando banderas argentinas, muñecos y gigantografías de José de San Martín, Domingo Faustino Sarmiento y Bernardino Rivadavia, para exigir el alejamiento del Vicepresidente.

Cuando ese pliego de condiciones fue asumido por Campo de Mayo, Perón puso como única condición que le permitieran despedirse de los trabajadores.
La concentración en su apoyo frente a la Secretaría y su discurso transmitido por cadena nacional instando a la unidad obrera en defensa de las conquistas obtenidas en el último año, enfurecieron a sus adversarios, que el 13 de octubre lo detuvieron y confinaron en medio del Río de la Plata.

https://www.youtube.com/watch?v=gn2zLq4tdrE&ab_channel=CanalEncuentro

El martes 16 de octubre, la CGT anunció un paro general para el jueves 18 “en defensa de las conquistas sociales”, contra la oligarquía que procuraba anularlas y la entrega del poder a la Corte Suprema, cuyo Procurador General Juan Álvarez había recibido el encargo de formar un gabinete ministerial.
Apenas hubo una referencia elíptica a Perón en el reclamo de “libertad a todos los presos civiles y militares” que se hayan identificado “con la causa obrera”.

La huelga nacional se realizó el 18, pero el país llevaba 48 horas paralizado.
Un flujo espontáneo de columnas que llegaron en camiones, colectivos, a pie y hasta en botes que cruzaron el Riachuelo cuando la policía levantó los puentes, había tomado el día anterior el centro de Buenos Aires y forzado al gobierno a liberar a Perón y encarecerle que contuviera a las masas.
Lo hizo entrada la noche del 17, desde los balcones de la Casa de Gobierno.
El 19, la CGT proclamó el éxito del paro, en una declaración que tampoco mencionó a Perón ni a la sublevación del subsuelo de la Patria, según la expresión que inmortalizó Raúl Scalabrini Ortíz, un humus de medio millón de personas, que ese día dejaron de estar solas y a la espera.

En ambos mensajes, Perón exaltó la unidad de los trabajadores como base para la unidad de todos los argentinos, y el 17 dijo que habían desaparecido los motivos para el paro del día siguiente, que podría realizarse “festejando la gloria de esta reunión de hombres que vienen del trabajo”, y de los que se erigió en único representante e interlocutor válido.

https://www.youtube.com/watch?v=6uneaJbUhsM&ab_channel=PepeRobles

Tres cuartos de siglo

Han pasado tres cuartos de siglo.
Aquella CGT clasista creada en 1930, que confluiría con Perón en constante tensión desde el Partido Laborista, tiene poco que ver con el sindicalismo empresarial que se moldeó durante los gobiernos de Onganía y Menem y nadie en la actualidad cumple un rol equivalente al de aquel líder que haría desembocar una entente militar - eclesiástica en un movimiento democrático de masas con el que el país ingresaría a la modernidad.

Sin embargo, hombres y mujeres que no habían nacido entonces tienden a reproducir algunas líneas tanto de confluencia como de discrepancia, en un contexto en el que arrecia la presión patronal y política para arrasar en forma definitiva con la protección al trabajo establecida en aquellas jornadas.
La incesante referencia del PRO a las siete décadas explicita que las furias dirigidas a Cristina, apuntan a Perón.

Mañana lunes 18 de octubre, el Consejo Directivo de la actual CGT, con fecha de vencimiento en tres semanas, se propone conmemorar aquel paro general, con un desfile frente al monumento al Trabajo de Rogelio Yrurtia, para expresar apoyo al Presidente Alberto Fernández y ninguneo a la Vicepresidenta CFK.
Hoy, en cambio, afluirán a todas las plazas del país, incluyendo la de Mayo, militantes de organizaciones políticas, sociales, sindicales, de derechos humanos “para conmemorar esa gesta popular extraordinaria que fue el 17 de octubre de 1945”, estando “muy unidos para construir entre todos y todas un futuro mejor”, según la declaración de Alberto como presidente del Partido Justicialista, que de inmediato fue reenviada por Cristina.


Una y otra vez la ilusión de fracturar esa entente se estrella contra decisiones que el Presidente y la Vice sostienen con los dos hemisferios de sus respectivos cerebros.

El Presidente trató de conciliar las distintas posiciones.
Pidió a la CGT que levantara el desfile del 18, pero los sindicalistas se negaron, aduciendo que por tratarse del Día de la Madre no podían convocar el domingo.
Alberto valora el apoyo sindical y la capacidad de movilización del eviterismo, pero rehúsa dirigirlos en contra de Cristina, porque tiene claro que, en conflicto con ella, su gobierno se evaporaría.

Por otra parte, le consta que llenar un estadio o una avenida no es lo mismo que colmar las urnas en una elección, como la legislativa que se realizará dentro de cuatro domingos.
Con muchos planes y pocos votos sólo se construye una burocracia endeble.
Está abierto a opiniones si actos como el de Nueva Chicago suman o restan pensando en el próximo escrutinio.

En el camino quedaron otras iniciativas:
  • La del gobernador bonaerense Axel Kicillof, que había pensado un encuentro de dirigentes en la Quinta de San Vicente.
  • La del propio Fernández, quien se proponía anunciar un Plan Quinquenal para la construcción de medio millón de viviendas.
  • La del jefe de gabinete Juan Manzur, que planeaba un cónclave similar al de Kicillof pero en el Mercado Central.
Axel decidió levantar la cita en San Vicente, si había una actividad nacional en la Plaza de Mayo, y Alberto postergó para otro día el anuncio del programa en el que trabaja Jorge Ferraresi.
Manzur viajó a Estados Unidos, a pedido del Ministro de Economía Martín Guzmán, quien necesita mostrar espalda política ante sus interlocutores del sistema financiero.

Pese a todas las dificultades, el gobierno considera que se avanzaron algunos casilleros:
  • la confirmación de Kristalina Georgieva en el FMI, luego de lo que Joseph Stiglitz definió como un intento de golpe de Estado, por parte de sectores molestos con su enfoque menos centrado en la austeridad que en el cambio climático, la pobreza y el desarrollo;
  • la programada visita de Joe Biden el viernes 29 al Vaticano, donde tratará con el papa argentino una agenda que incluye el cambio climático y la preocupación por los pobres, según el comunicado oficial de la Casa Blanca;
  • el apoyo del G20 a la eliminación de sobretasas, y la propuesta creación de un fideicomiso de resiliencia y sostenibilidad que permita a los países más poderosos transferir a los más pobres y los de ingresos medios, la ampliación reciente de Derechos Especiales de Giro.
Varias de estas iniciativas confirman las gestiones iniciadas por Alberto con el encargado estadounidense del clima, John Kerry, y con los gobernantes de México, España, Francia y Portugal, Andrés López Obrador, Pedro Sánchez, Emmanuel Macron y Antonio Costa.

Fernández tampoco ha dejado de coordinar actividades con Máximo Kirchner, Wado de Pedro y Sergio Tomás Massa, quienes le organizaron el almuerzo con una decena de propietarios de grandes empresas.
Fue consecuencia de un encuentro previo de Massa, Kirchner y De Pedro, en el quincho del presidente del Banco Macro con el propio Jorge Brito (h), el accionista de Panamerican Energy, Marcos Bulgheroni, y el supermercadista Francisco De Narváez, quien no se opuso a un estudio de las cadenas de valor.
Kirchner participó en el tendido de la mesa en la Casa Rosada, pero prefirió no arrimarle su silla, cediendo todo el protagonismo al Presidente.
Habrá otro similar, con industriales, cuya organización quedó a cargo del ministro del Interior, quien ha comenzado a difundir sus actividades en un humorístico noticioso en internet, titulado La semana de Pedro.

https://twitter.com/la_remiseria/status/1448767548934303746?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1448767548934303746%7Ctwgr%5E%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.elcohetealaluna.com%2Fsimios-drogados%2F

El padre homónimo de Brito, fallecido hace un año al caer su helicóptero, fue oficialista de todos los gobiernos que se lo permitieron.
Pero Macrì intentó meterlo preso, cosa que el hijo no olvida.

Durante la tenida, De Narváez preguntó si “la señora Vicepresidenta” apoyaba la negociación con el FMI, que según el Presidente concluirá lo antes posible.
La respuesta fue afirmativa.
Como saben los lectores del Cohete, la condición vicepresidencial es que el organismo elimine las sobretasas por el excesivo endeudamiento argentino, dada su corresponsabilidad en esa demasía, y una cláusula pari passu o de nación más favorecida, que permita a la Argentina migrar a cualquier programa futuro que mejore plazos y condiciones de los clásicos de Facilidades Extendidas.

En esas sobremesas también se convino la asistencia de Alberto al coloquio de IDEA, el organismo de lobby patronal en el que se presiona por formas de contratación laboral menos onerosas, según variantes del modelo de Techint presentado por Roberto Lavagna.
La condición pactada con el vicepresidente de IDEA, el empresario automotor Daniel Herrero, fue el envío de una esquela que garantizó que este año las palabras del Presidente no serían escondidas por comentarios hostiles en un chat abierto entre los presentes.
Varios de los comensales asintieron a la reflexión de Alberto sobre la cobertura mediática sesgada, que no ve más que vigas en el ojo presidencial.

La desconcertada trifecta mediática tendió a presentar estos hechos en contradicción con el nombramiento de Roberto Feletti en la Secretaría de Comercio y sus anuncios de congelamiento de precios de artículos esenciales hasta el 7 de enero.
No tienen por qué serlo, dado que hay necesidad de ambas cosas, en las semanas que restan para la prueba electoral, cuyos resultados definirán las condiciones del tránsito hacia la confrontación decisiva de 2023.
También es razonable que el gobierno prefiera compartir la mesa con el accionista principal de Walmart antes que con el lobbysta de los productores de alimentos colocado como mascarón de proa de la aún llamada Unión Industrial.

No obstante, la situación de Feletti es compleja.
Su intención era congelar los precios cuidados al 7 de julio, ya que no se realizó la revisión prevista al 7 de octubre, pero los empresarios se negaron.
La advertencia de que se aplicará la ley de abastecimiento ya la había hecho Paula Español.
Pero esa ley ya no tiene la facultad de arresto que contemplaban los textos de Arturo Illia de 1964 y de Perón de 1974.
Sólo contempla multas y clausuras, una atribución del Ministerio de Desarrollo Productivo, no de la Secretaría de Comercio.
El discurso presidencial en IDEA fue un mensaje de respaldo, al advertir que sería inflexible con el control de precios, pero del dicho al hecho media una distancia a recorrer.

Calibres

Son personajes de calibre muy distinto.
Pero no tanto que explique la asimetría de las reacciones que provocaron los dichos de uno y otros.
El Ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, se trenzó en una discusión ociosa con un humorista del diario La Nación.


Al mismo tiempo, el candidato liberal neo de la provincia de Buenos Aires, José Luis Espert, publicó este post:


Y el diputado bonaerense de la Coalición Cívica Libertadora Luciano Bugallo tampoco disimuló sus tiernos sentimientos:


Bugallo organizó junto con Yamil Santoro los primeros cacerolazos de 2013, financiado por la Task Force Argentina, creada por los fondos buitre para forzar al gobierno nacional a pagarles lo que quisieran.

En 2018, la diputada barrionuevera Graciela Camaño lo señaló como uno de los organizadores del sistema de trolls de Marcos Peña Braun, en un informe preparado para Sergio Massa.

En diciembre de ese mismo año el Banco Central lo colocó en la lista de deudores irrecuperables, por un crédito de 3,7 millones de pesos a pagar en 30 años, obtenido por su esposa, la también diputada Lucila Lehman, de Santa Fe, incumpliendo las regulaciones cuando Javier González Fraga presidía el Banco Nación.

Al mes de asumir el actual gobierno, Bugallo promovió el primer tractorazo contra su política desde la sigla Campo + Ciudad.

Intimidación o polémica

Las palabras de Aníbal Fernández motivaron declaraciones y editoriales indignados en todo tipo de instituciones y medios.
Fueron presentadas como arquetipo de intimidación amenazante desde el poder contra un simple ciudadano.
La de Espert en cambio, fue reproducida en algunos medios como una “polémica frase”, aunque no hubo polémica alguna al respecto, pasó apenas como una anécdota pintoresca, por más que es difícil condensar tanta violencia en apenas tres docenas de palabras.
De Bugallo, sólo se ocupó algún programa de cable.

Por no desprenderse a tiempo de los reflejos de tuitero suelto, que comenta cualquier cosa sin medir las consecuencias, Fernández terminó agrandando a un personaje menor, cuyas observaciones electoralistas hubieran pasado inadvertidas sin el espaldarazo ministerial.
El tumulto que se armó fue tan grande que no pudieron oírse sus aclaraciones posteriores: que el dibujo al que se refirió es uno en el que Nik declara su amor a ese colegio.


Pese a ello se dio por sentado que el ministro usaba información confidencial y había amenazado a las hijas del dibujante, que tenían miedo y lloraban.
Incluso se llegó a afirmar que su frase tenía un tufillo antisemita (sic).
Esto define la cancha en la que se juega la partida entre oficialismo y oposición.

En el debate del jueves entre candidatos porteños, María Eugenia Vidal opinó que los del oficialismo debían pedir la renuncia de Fernández.
Leandro Santoro, quien había criticado al ministro, le respondió que mucho peor era el espionaje que Macrì ordenó a los hijos de Diego Santilli, denunciado por la madre, Nancy Pazos, y judicializado.

El Hada Buena respondió que como querellante conoce la causa y que Macrì no está involucrado, lo cual es falso, y agregó: “Macrì no es Aníbal”.

Al comentar el debate, Pazos dijo en su programa de radio que «a Santilli le habían plantado gente adentro de la casa (…)
Macri espiaba la casa donde iban mis hijos (…).
El enojo fue de todos; después la política va cerrando heridas más fácil que las que puedo cerrar yo que no tengo por qué caretearle a este hijo de puta que no puedo creer que haya hecho lo que hizo.
Porque además era un modus operandi».

En Santa Fe, Luis Contigiani renunció a su candidatura a diputado nacional por Primero Santa Fe, en repudio a un poster de su compañero de fórmula, el aspirante al Senado Jorge Boasso, que muestra a CFK con traje a rayas de presidiaria, y la consigna «Basta de corrupción K».
Contigiani dijo que era un escrache inadmisible que estigmatiza a una persona.
Tanto Contigiani como Boasso provienen de la UCR.

La Cámara Federal de Córdoba revocó el sobreseimiento del candidato Libertario Eduardo Prestofelippo, y ordenó al juez federal Alejandro Sánchez Freytes que lo procese por “incitación a la violencia colectiva y aliento al odio de personas por sus ideas”. Prestofelippo, conocido en las redes antisociales como El Presto, escribió en agosto de 2020:


Sánchez Freytes había entendido que no había delito sino ejercicio de la libertad de expresión, pero los camaristas Liliana Navarro, Eduardo Ávalos y Abel Sánchez Torres le ordenaron procesarlo y dictarle la prisión preventiva y un embargo para que no eluda la justicia.

En ese clima, Luis Juez y Rodrigo de Loredo, vencedores en la interna cordobesa de Juntos por el Cambio, se reunieron con un grupo de empresarios y profesionales interesados en conocer las políticas que pensaban impulsar desde el Congreso de la Nación.
Sobre todo, indagaban acerca de la posibilidad de despedir trabajadores sin pagar indemnización.
La respuesta de Juez fue contundente:

- Miren muchachos. Les voy a ser absolutamente sincero.
Nosotros no vamos a proponer nada.
Lo que vamos a hacer es no dejarlos gobernar.
Rechazarles todo lo que propongan.


De Loredo y Juez, con Bullrich: no los vamos a dejar gobernar.

Eso es lo que la oposición hizo en 2010, con la mayoría obtenida en las elecciones legislativas del año anterior.
Bajo la conducción de Patricia Bullrich formaron el Grupo Ahhh…, y coparon la presidencia de las principales comisiones legislativas, desde las cuales sabotearon todas las iniciativas del kirchnerismo.
Por primera vez, se negaron a votar el Presupuesto Nacional, lo que obligó a CFK a prorrogar el de 2009.

Incluso impusieron su mayoría para votar un proyecto de ley que establecía la jubilación del 82% móvil, con el declarado propósito de forzar al Poder Ejecutivo a vetarla, y pagar las consecuencias por ello, o a promulgarla y concederles una doble victoria: asociar a la oposición con un eterno reclamo popular y descalabrar el Fondo de Garantía de Sustentabilidad del sistema previsional, que el gobierno estaba utilizando para dinamizar la inversión pública.
Cristina no vaciló en vetar la ley, alegando que los jubilados sabían qué gobierno se había preocupado por rescatarlos de la miseria en la que quedaron con la privatización previsional del menemismo, revertida en 2008 al estatizar las AFJP.

Esta actitud impide discutir entre el gobierno y la oposición, tal como planteó Cristina, para abordar cuestiones de fondo: la deuda, la restricción externa, problemas que no se resuelven con un solo gobierno.
La cuestión no pasa por despotricar contra la alternancia, que algunos idealistas creen posible evitar, cuando lo imprescindible es remontar desde un piso del 30% de los votos, sino poner un proyecto posible de país sobre la mesa con quienes tienen chances de llegar al gobierno.
Esto no debe confundirse con la retórica del consenso y el diálogo sino con resolver los problemas con los que cualquier administración se tropezaría: la economía bimonetaria, el dinero de argentinos estacionado en el exterior, la inflación, la incorporación de trabajadores al sistema.
De ahí la importancia del cara a cara con los dueños del poder económico.
Ninguno de ellos reclamó la flexibilización laboral, por el contrario, pidieron que se incorporaran al diálogo los sindicatos de trabajadores.
El Presidente repuso que el ámbito para ese diálogo es el Consejo Económico - Social.

Los 23 minutos del mensaje que el viernes leyó en IDEA redondearon uno de los mensajes más nítidos en sus dos años de gobierno.
Su búsqueda de interlocución en el poder real se explica por la carrera vertiginosa que sus representantes políticos y mediáticos emprenden hacia la pared de la derecha.

Allí dijo que las indemnizaciones y la protección legal contra el despido no impiden el crecimiento, como lo demostró el Premio Nobel de Economía de este año, David Card.
Por el contrario, sistemas como el de la mochila austríaca, reclamado por muchos patrones y políticos, no han sido exitosos.

Y en los países nórdicos, la indemnización por despido no impide la creación de trabajo.
La doble indemnización argentina es un recurso transitorio, pero todo depende de la política económica que se implemente.

Había dos millones de planes cuando asumió el kirchnerismo en 2003.
Se redujeron a menos de 200.000 cuando concluyó el último mandato de Cristina, y se cuadruplicaron entre 2015 y 2019 con la política de destrucción industrial y apertura irrestricta.

En la campaña electoral de 2003, quienes se acercaban a los candidatos pedían planes; en 2007, cuando asumió Cristina, los reclamos eran por mejores condiciones salariales, y en 2015 de no pagar impuesto a las ganancias.
Entre esos extremos, se crearon más de cuatro millones de puestos de trabajo.

La recuperación del salario real, que durante el gobierno anterior cayó un 20% es un compromiso irrenunciable, lo mismo que el control de los aumentos inexplicables de precios, que el gobierno desea alcanzar en una mesa de negociación con productores y comercializadores, pero será inflexible en la aplicación de las leyes si de ese modo no lo consigue, porque donde sólo unos pocos ganan no hay una sociedad sino una estafa.

Sobre la deuda con el FMI dijo que busca el acuerdo más rápido posible, siempre que sea sostenible, porque no basta con que se posterguen los pagos hasta que termine el actual gobierno.
La trifecta mediática consignó «frialdad y decepción» entre los empresarios (Infoemba) por un mensaje que «distó mucho de lo que esperaban escuchar los principales referentes» (Clarín).
Uno de ellos «advirtió irónico que lo único que querría saber es qué carta le entregará Cristina a Alberto luego del 14 de noviembre para así saber cuál será el nuevo rumbo de la Argentina» (La Nación).

Mientras tanto en Nueva York Guzmán y Manzur hablaron sobre la inflación y la deuda.
Ante una audiencia de insuperable escepticismo, el jefe de gabinete fue categórico.
En la Argentina el peronismo no es parte del problema, sino de la solución, dijo.
Resta por ver qué opinan las urnas, dentro de cuatro semanas.

ZAMBA DEL NUEVO DÍA, de Armando Tejada Gómez y Oscar Cardozo Ocampo.

Subió el alba como un pañuelo del amanecer
y en la zamba del tiempo nuevo comenzó a crecer.
Madrugaba en la luz un rostro, claro y labrador,
y era Patria en lo azul, el cielo de un tiempo mejor.

Es hermoso el ver como crece el trigal
ondulando en la inmensidad,
limpio y alto como un pañuelo
de amor y de paz.

Un aroma de tierra arada por el aire va,
y un caliente rumor de fragua canta en el metal.
Tiene oeste el color del vino, sur de manzanal,
dulce caña en el aire del norte, verde litoral.

Es hermoso el ver como crece el trigal
ondulando en la inmensidad,
limpio y alto como un pañuelo
de amor y de paz.

VOLVERÉ SIEMPRE A SAN JUAN, de Armando Tejada Gómez y Ariel Ramírez

Por las tardes de sol y alameda
San Juan se me vuelve tonada en la voz.
y las divinas acequias
reparten el grillo de mi corazón.

Yo que vuelvo de tantas ausencias
y en cada distancia me espera un adiós.
Soy guitarra que sueña
la luna labriega de Ullín y Abadón

Volveré, volveré
a tus tardes San Juan
Cuando junte el otoño
melescas de soles allá en el parral.
Volveré siempre a San Juan, a cantar.

Un poniente de largos sauzales
regresa en mi zamba para recordar.
Esas viejas leyendas de piedra
y silencio que guarda el Tontal.

Altas cumbres de piedra y camino
maduran el vino de mi soledad.
Cuando el sol sanjuanino
como un viejo amigo, me viene a encontrar.

FUEGO EN ANIMANÁ, de Armando Tejada Gómez

Dicen que yo de solo estar fui apagándome
como la luz lenta y azul del atardecer.
Piensan que estoy sacando el sol de la soledad,
que, por estar en mi raíz, ya no crezco mas.

Es que yo soy ese que soy, el mismo nomás
hombre que va buscándose en la eternidad.
Si es por saber de donde soy:
soy de Animaná.

Sepan los que no han sabido, que no estoy de sólo estar
estoy parado en el grito bagualero del lugar

Si yo me voy, conmigo irá todo lo que soy;
lejos de mi, lejos de aquí, ya no seré yo.
Déjenme estar, de sólo estar viendo el sol volver,
yo quiero ver en mi país el amanecer.

Soy pa' durar como el maíz simple y cereal
soy pa' durar porque yo se pasar y pisar.
Si es por saber de donde soy:
soy de Animaná.

COPLERA DEL PRISIONERO, de Armando Tejada Gómez y Horacio Guaraní

Estamos prisioneros,
carcelero.
Yo de estos torpes barrotes,
tu del miedo!

Adónde vas que no vienes
conmigo a empujar la puerta.
No hay campanario que suene
como el río de allá afuera.

Como el que se prende fuego
andan los presos del miedo.
De nada vale que corran
si el incendio va con ellos.

No sé. No recuerdo bien
qué quería el carcelero:
creo que una copla mía
para aguantarse el silencio.

No hay quien le compre la suerte
al dueño de los candados;
murió con un ojo abierto
y nadie pudo cerrarlo.

Le regalé una paloma
al hijo del carcelero.
Cuentan que le dejó ir
tan sólo por verle el vuelo.

¡Que hermoso va a ser el mundo
del hijo del carcelero!

Es cierto, muchos callaron
cuando yo fui detenido
vaya con la diferencia
yo preso, ellos sometidos

CANCIÓN CON TODOS, de Armando Tejada Gómez

Salgo a caminar
por la cintura cósmica del sur,
piso en la región
más vegetal del viento y de la luz.
Siento al caminar
toda la piel de América en mi piel,
y anda en mi sangre un río
que libera en mi voz su caudal.

Sol de Alto Perú,
rostro Bolivia, estaño y soledad.
Un verde Brasil,
besa mi Chile cobre y mineral.
Subo desde el sur,
hacia la entraña América y total,
pura raíz de un grito
destinado a crecer y estallar.

Todas las voces, todas,
todas las manos, todas,
toda la sangre puede
ser canción en el viento.
Canta conmigo, canta,
hermano americano.
Libera tu esperanza
con un grito en la voz.

Ciñe el Ecuador
de luz Colombia al valle cafetal.
Cuba de alto son
nombra en el viento a México ancestral.
Continente azul
que en Nicaragua busca su raíz
para que luche el hombre
de país en país
por la paz.

CANCIÓN DE LAS SIMPLES COSAS, de Armando Tejada Gómez

Uno se despide insensiblemente
de pequeñas cosas,
lo mismo que un árbol en tiempos
de otoño se quedan sin hojas.
Al fin la tristeza es la muerte lenta
de las simples cosas,
esas cosas simples
que quedan doliendo en el corazón.

Uno vuelve siempre a los viejos sitios
en que amó la vida,
y entonces comprende como están
de ausentes las cosas queridas.
Por eso, muchacha, no partas ahora
soñando el regreso,
que el amor es simple y a las cosas simples
las devora el tiempo.

Demórate aquí, en la luz mayor
de este mediodía,
donde encontrarás con el pan
al sol la mesa tendida.
Por eso muchacha no partas
ahora, soñando el regreso,
que el amor es simple y a las cosas simples
las devora el tiempo.

lunes, 18 de octubre de 2021

A VER, A VER, QUIEN MANEJA LA BATUTA, por El Cohete a la Luna - 17/10/2021


«Sé que van a estar en la Plaza», dijo, sin dudar.
Le hablaba al piberío que estaba allí, en el inevitablemente simbólico terreno de la ex ESMA, bajo una luz esplendente.
En el cierre del Encuentro Nacional de Juventud de La Cámpora, Cristina Fernández de Kirchner sorprendió a propios y ajenos y se reencontró con el calor humano del que la pandemia - como a todos y todas - la había privado.

«Me pongo enfervorizada», confesó durante el ida y vuelta que protagonizó; y sin embargo, no perdió nunca el hilo de lo que necesitaba decir.
Vestida en blanco y negro, con esos pantalones de impronta morrisoniana que viene eligiendo en los últimos tiempos, jugó al juego que mejor juega y que más le gusta: la comunicación directa, a escala humana, que le permite despejar la hojarasca del discurso mediático y explicar los dilemas de la hora con precisión envidiable.

Habló de la vigencia del peronismo («el peronismo es una instancia superadora»), de la «concentración cada vez más horrorosa» del capital, y convocó al pueblo a confiar en aquellos que nunca les mintieron. 

«Podrán decir cualquier cosa de nosotros - aclaró -, menos caretas y mentirosos».
Por eso llamó a «una articulación entre el capital y el trabajo, donde el Estado regula y falla a favor de los trabajadores porque en cualquier ecuación donde hay capital y trabajo, la parte más débil es la de los laburantes».

A su juicio se trata de «una idea profundamente humanista, social, cristiana. Eso fuimos, somos y seremos»
«Necesitamos una refundación en la Argentina de aquel pacto entre los trabajadores y el capital - planteó -.
Ya probaron con un Gobierno que decía que los empresarios van a salvar el país.
Miren lo que nos pasó: entramos de vuelta con el Fondo Monetario Internacional y estamos con un endeudamiento que, sumado a la pandemia que sufrimos, nos pone en el estado en que estamos».


En alusión a las ínfulas anti - democráticas de algunos, puso en claro: 
«La política económica la decidimos los argentinos y argentinas en elecciones libres, populares y democráticas».
«La pandemia ha dejado un mundo que agravó la situación de concentración y desigualdad que había pero incorporó cosas nuevas: incertidumbre y miedo al futuro», dijo para explicar el crecimiento de las derechas.
«Lo que ahora está en disputa es quién regula.
Quién conduce. Quién establece las reglas: ¿el mercado y las corporaciones o el Estado y la política que se decide en las urnas, democráticamente?
Esta es hoy la discusión.
Quién regula, quién ordena, quién controla, por supuesto respetando la propiedad privada - lo que siempre hizo el peronismo».

«Es necesario que aquellos que se han pasado denostando al peronismo y señalándonos con el dedo y que han fugado al exterior PBIs enteros se hagan cargo alguna vez de lo que han hecho y ayuden a que la Argentina vuelva a reconstruir después de las dos pandemias que pasamos: la del macrismo y la del coronavirus.
Necesitamos una reconstrucción nacional que vuelva a ordenar las grandes coordenadas que teníamos y que supimos construir.
La de un país donde había movilidad social ascendente, donde los pibes tenían una computadora en el colegio, donde tenían expectativas de una vida mejor donde llegamos a 5,9 de desocupación allá por el 2015.
Retomemos la discusión política en serio.
Hemos estado más de un año encerrados en nuestras casas donde el interlocutor era la pantalla del televisor.
Nada bueno puede salir de ahí».

«Es necesario - agregó - volver a la discusión, a la participación, al debate.
Tenemos que hacer el gran esfuerzo y trabajar mucho.
No solamente para el 14. No, no, no.
Tenemos que trabajar en serio como hicimos siempre los peronistas: para la historia, para lo que viene, lo que vendrá y para lo que sabremos construir.
Siempre lo hicimos así.
Cuando me sumé a la política, con la edad de ustedes, no había elecciones en la República Argentina.
Cuando mañana vayan a la plaza a recordar esa gesta histórica de nuestro movimiento, no vayamos con una actitud sólo recordatoria, casi nostálgica.
Pese a tanta diatriba, a tanto análisis injurioso en la TV, el peronismo sigue hoy más vigente que nunca».


«El peronismo es superador.
Una alianza del pueblo, una articulación entre el capital y el trabajo, donde el Estado regula y falla a favor de los trabajadores porque en cualquier ecuación donde hay capital y trabajo, la parte más débil es la de los trabajadores».

«La derecha dice que la culpa la tienen los derechos de los laburantes.
Minga.
No es eso lo que genera la falta de trabajo, es la concentración cada vez más horrorosa del capital.
Hoy Francisco habló de la locomotora descontrolada que marcha hacia el abismo».

«Nuestro Gobierno cumplió las tres pruebas del ácido: la incorporación y generación de millones de puestos de trabajo y la movilidad social ascendente, la incorporación de los jóvenes y que Perón nunca permitió el ingreso del FMI a la República Argentina».

«En el ejercicio de la militancia, volvamos a convocar a la sociedad a que participe, pero como decía Máximo hoy en Villa Palito: que lo haga por los que nunca les mintieron.
Podrán decir cualquier cosa de nosotros, menos caretas y mentirosos».

«Las mayorías se vuelven a reconstruir cuando se hacen cargo de las demandas de la sociedad y las necesidades que tiene el pueblo.
Que es la única manera de construir mayorías.
Aquí, en Alemania y en China también».

«Por eso quería venir hoy acá a reencontrarnos después de tanto tiempo de aislamiento, de sufrimiento, de gente que no quedó bien porque nadie queda bien después de tanto tiempo encerrado, sobre todo cuando hay carencias no sólo económicas sino también afectivas.
Imaginen dónde estaríamos si esos jóvenes no se hubieran incorporado a la política y hubieran obligado a que hubiera elecciones en el país.
No fueron gratuitas y por donación: fueron por lucha, como todas las cosas en la vida, y en la Argentina más todavía».

FORMULARIO DE CONTACTO

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

BUSCAR EN ESTE BLOG

SEGUIDORES

SIGUEN LOS ÉXITOS, de Hracio Verbitzky - 17/3/2024

Diseño, Alejandro Ros. Animación, Silvia Canosa Las discrepancias entre el gobierno de los Hermanos Milei y la Vicepresidenta Victoria Vil...