viernes, 19 de noviembre de 2021

EL CANTOR, de Eduardo Galeano



Cuando Alfredo Zitarrosa murió en Montevideo, su amigo Juceca subió con él hasta los portones del Paraíso, por no dejarlo solo en esos trámites.
Y cuando volvió, nos contó lo que había escuchado.

San Pedro preguntó nombre, edad, oficio.
- Cantor - dijo Alfredo.

El portero quiso saber: cantor de qué.
- Milongas - dijo Alfredo.

San Pedro no conocía.
Lo picó la curiosidad, y mandó:

- Cante -

Y Alfredo cantó.
Una milonga, dos, cien.
San Pedro quería que aquello no acabara nunca.
La voz de Alfredo, que tanto había hecho vibrar los suelos, estaba haciendo vibrar los cielos.

Entonces Dios, que andaba por ahí pastoreando nubes, paró la oreja.
Y ésa fue la única vez que Dios no supo quién era Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

FORMULARIO DE CONTACTO

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

BUSCAR EN ESTE BLOG

SEGUIDORES

TIROS EN LOS PIES, de Horacio Verbitzky - 21/4/2024

Diseño, Alejando Ros. Animación, Silvia Canosa El gobernador Axel Kicillof sería la principal víctima de la andanada antikirchnerista que se...