martes, 28 de marzo de 2023

ERA 1955, de Julián Ferrari - 28/3/2023


Era 1955.
Te hicieron entrar en la residencia presidencial, te filmaron y te mostraron todo lo que supuestamente se había robado Perón.
Te mostraron - y esto te lo voy a contar con la voz del noticiero de la época - “lujosísimos automóviles y toda clase de motocicletas y motonetas, así como también este espectacular conjunto de sombreros, vestidos, zapatos y pieles que no sabemos si habrá logrado reunir ninguna reina de ningún país del mundo, aquí podemos ver marfiles que valen una fortuna reunidos en cantidad tal para formar un museo”.

Pero Perón, Mordisquito, no tenía un peso, y sobrevivió a duras penas durante 18 años, con plata de Jorge Antonio, en casas prestadas por el general Trujillo en República Dominicana, y con el cobro de algunos derechos por los libros que escribió.

Te lo creíste, te creíste lo que te contó la Revolución Fusiladora, y sesenta años después, te lo volviste a creer, cuando te muestran el auto que Milagro Sala nunca tuvo, los bolsos denunciados por Miriam Quiroga que no existieron o las cuentas en Delaware de Máximo y Garré que nunca se abrieron.

Siempre te lo creíste, porque siempre te manejaron la cabeza.

Pasaron 10 años y en Enero de 1966, la revista Gente mostraba a Onganía en la playa, con este titular “Golpe de mar”.

“Golpe”.
El golpe que iba a llegar a mitad de año.
Pero vos lo mirabas y así como los yanquis te dijeron que Galtieri era un “general majestuoso” y te lo creíste, ni te dabas cuenta que “Gente” preparaba un golpe en el que lo primero que iba a sacarse de encima serían la ciencia y la técnica al servicio de la soberanía.

Fue entonces que la revista “Gente” publicó una encuesta sobre la universidad, ¿a qué lector de una revista con chicas top en la tapa, le podía importar el tema..?

Pero ahí estaba “Gente”, diciéndote qué tenías que pensar, con preguntas como ésta

¿Hace bien el gobierno en respetar la autonomía universitaria en caso de subversión..?

Repito: ¿Hace bien el gobierno en respetar la autonomía universitaria en caso de subversión..?

En la pregunta está la respuesta. “Gente” te metía en la cabeza y en la lengua una palabra que sería vedette en la década siguiente, la “subversión”, cuando todavía ni había pasado por la cabeza de ningún coronel, cuando nadie había pensado en fundar Montoneros o ERP.

El 24 de febrero la revista titula “¿Cuánto ganan los militares..?”, y te dice como quien te murmura al oído y agarrándote del codo “cada ocho días un oficial de la marina pide su retiro por no alcanzarle lo que gana para vivir con el decoro que su profesión le exige”.

¿Ves cómo te comían la cabeza, Mordisquito?

En Marzo de 1966, va por más en el intento de colonizarte la azotea: un acto de estudiantes de la UBA termina con vidrios rotos, molotovs y heridos, y Gente titula “Vietnam en Buenos Aires”.

En la Universidad ya tenías Vietnam, y te preguntaban si el gobierno hacía bien en bancar la “subversión”.

El 27 de junio se da el golpe y Gente cubre el desfile del 9 de Julio con un suplemento a color, como cuando Acavallo se había consagrado campeón mundial.

Gente te manejó la cabeza, Mordisquito, y cuando vio que cambió la mano, se puso a chuparle las medias al peronismo.

En 1973 decía cosas como ésta: “un párrafo aparte merece el gobernador Menem, hombre decidido, emprendedor, de esos que parecen agrandarse ante la adversidad y nunca dan el codo a torcer. Es lindo ser amigo de él”.

Pero después, cuando vino el golpe, dijo: “Abrimos las páginas de la revista a las actitudes populistas del ex gobernador Carlos Menem”.
Fue entonces cuando en un editorial dijo “Gente se equivocó”.

Y de ahí en más, “Gente” y tu cabeza fueron una misma cosa.
24 de marzo de 1976, 42 años.
Vos y ese picoteo intenso que te fue moliendo la sesera, que te hizo blanquito, europeo, clase media, burguesito.

“Gente” te dijo a vos, Mordisquito, qué estaba bien y qué estaba mal, como ahora, que una pintada en el Cabildo después de un 8M es un escándalo, pero mujeres arrastradas y golpeadas por la calle no te mueven un pelo.

¿Dónde creés que empezó eso si no es en notas como ésta en plena dictadura..? 

“No, no son miembros de ningún grupo político ni están pintando leyendas en la pared. Son alumnos del colegio Otto Krause, que por propia determinación decidieron blanquear el frente de la escuela. Allí había cartelones con frases de tono político, fechas, llamados a reuniones o huelgas. Ahora sólo ha quedado un muro prolijo y blanco. Como debe ser. Como debió ser siempre. Este gesto de jóvenes argentinos es un síntoma, un buen síntoma. Algo que nos hace pensar en eso de: ‘El orden bien entendido empieza por casa’.

Se te metió en cada nota, en cada metáfora, en cada imagen, Mordisquito.

Para hablar de las prevenciones sobre la vinchuca, “Gente” te hablaba así en la dictadura, hasta para eso escuchá: 
“La vinchuca, portadora de un azote nacional: el mal de Chagas. un enemigo público al que hay que eliminar”.
Cada palabra apuntaba a la muerte.

“Enemigo público”.
Cuando se encuentran libros “subversivos” en una universidad, esos que la dictadura quemó en un basural de Sarandí, sí, un millón y medio de libros, dirá “más veneno para nuestros hijos”.

Y después, “Gente” empieza, de la mano de Chiche Gelblung su cruzada contra la “campaña antiargentina”, Mordisquito.
Los exiliados que se habían escapado del horror, te decían lo que pasaba acá, y “Gente” lo llamaba “campaña antiargentina”.
Y te pedía que vos defendieras al país, como si la dictadura fuera “el país”.

Mirá: 
“Carta a un argentino que vive afuera.
En el mundo se ha desatado una campaña antiargentina.
Cada uno de los argentinos tiene la obligación y el derecho de defenderse.
Esta carta que sugerimos es una posibilidad.
Es una carta a la que usted puede agregarle lo que quiera o lo que sienta.
Para enviar a sus amigos en el exterior o a sus parientes que allí viven.
Para que la divulguen, para que conozcan la verdad que lucha por la paz después de la guerra sucia que vivió”.

La versión femenina de esto salía en “Para ti”, “Muestre la verdad al mundo, mostrando junto a su familia las postales de revista Para ti”.
Te imprimían las postales con imágenes de paz y libertad y vos las tenías que mandar al exterior.

¡Qué boludos fuimos, Mordisquito..! ¡30.000 muertos..!
Playas llenas de cadáveres que traían las olas, casas bombardeadas en medio de un barrio, gente secuestrada en pleno día desde un Falcon verde, y “Gente” diciéndonos lo que teníamos que contar.

Esa mollera tuya fue trabajada desde entonces con tus miedos, con tu respeto al poderoso garca que le facilitaba, como Franco Macri, coches 0 km. a los grupos de tareas para sus secuestros, como alguna vez contó Guglielminetti, esos mismos poderosos garcas que te pasaron 170 millones de dólares de deuda para que los pagues vos, tus hijos y tus nietos, y vos, Mordisquito, cuarenta años después lo votaste como presidente.

“Gente” te batía “habla la madre de un subversivo muerto”, y vos no sabías que era Telma Jara de Cabezas, que le habían desaparecido a un hijo, que la secuestraron cuando cuidaba a su marido moribundo, que la picanearon en la ESMA y al final le propusieron salvar su vida con una nota hecha en Uruguay, que en realidad se hizo con carteles de marcas uruguayas en algún lugar de Buenos Aires, para que actuara como una arrepentida.

La posverdad ya estaba de moda, y vos te lo creíste como te creíste que los argentinos éramos derechos y humanos, que estábamos ganando la guerra y que Argentina era un bocado apetitoso para la subversión internacional.

Sí, Mordisquito, todos nos lo creímos, todos fuimos engañados y manipulados hace 42 años, pero ahora crecimos, ahora supimos de esas trampas, ahora no nos pueden seguir mintiendo con cuentos de hadas y duendes.

¿O sí..?
Hoy los mismos que te metieron toda esa mierda en la cabeza, te quieren hacer creer que el caso de Larrabure fue un crimen de lesa humanidad, así coronan la teoría de los dos demonios como corresponde, con un juicio a militantes revolucionarios que fueron desaparecidos o muertos, pero ya entonces, la revista “Gente” hablándole a un argentino imaginario le hacía decir a otro argentino inventado: “pero vos recordarás porque lo hemos hablado, el silencio del mundo cuando entre los años 1973 y 1976 un ejército subversivo mataba, secuestraba, ponía bombas, nunca nadie en el mundo gastaba una línea de texto o una frase en televisión para comentar el bárbaro asesinato de Aramburu, nadie mencionó los derechos humanos para denunciar el caso de Larrabure, un coronel que fue ahorcado después de estar durante un año en una celda de un metro por un metro, nadie argumentaba contra los crímenes delirantes que se cometían día a día”.

Ni siquiera se sabe si Larrabure fue ahorcado o se suicidó, pero hoy, intentan esa vía judicial para seguir, Mordisquito, porque hay que volver al Proceso, porque para vos, no pasó el tiempo y Meijide dice de un asesino de lesa humanidad que “hasta el peor enemigo tiene derechos”, arrogándose la palabra de la ley, tu palabra y la mía, porque Astiz, que puede quedar en libertad en estos días, el asesino de la adolescente Dagmar Hagelin, el torturador de cientos, el entregador infiltrado de las Madres, el cobarde que se rindió a los ingleses sin un tiro, el perro guardián de esta misma oligarquía que nos gobierna, no es el enemigo de Meijide, que bien cerca está de la Rural, de los Macri, del pasado, es un asesino de lesa humanidad, y jamás un alemán diría de un jerarca nazi que es un enemigo ni intentará por vía de una falsa piedad, ahorrarle años de cárcel, porque para vos no pasó el tiempo, y el gobierno dice que por una cuestión de espacio quiere dejar a 110 genocidas en libertad.

Qué curioso este gobierno de hijos de puta, Mordisquito, que quiere mandar a la luna a 582 argentinos pero a sus casas a 110 asesinos.

Quieren volver al Proceso, tapando los pañuelos de las Madres en Morón, perdiendo la memoria en la Plaza y en los billetes y en el cuentavueltas del horror puesto en 0.

Quieren volver, Mordisquito, porque tu cabeza no se fue de allí, porque eso que “Gente” te martilló en cada palabra, cada idea, cada gesto, te cinceló el alma, porque ahora repetís lo que te dicen mercenarios como los Leuco, soretes como Lanata, bestias como Feinmann, porque nunca escuchaste que Sartre alguna vez dijo “somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros”.
No.

A vos Mordisquito te hicieron una vez y ya no quisiste hacer nada con vos.

A vos te hicieron boludo y no fuiste capaz de hacer otra cosa con eso.

Porque todavía no aprendiste que dejar de ser boludo es un acto que se hace en defensa propia.
(Mordisquito)

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