jueves, 18 de mayo de 2023

REFLEXIONES DE MARCELO BIELSA EN SU PRESENTACIÓN COMO DIRECTOR TÉCNICO DE LA SELECCIÓN DE URUGUAY, 18/5/2023

REFLEXIONES DE MARCELO BIELSA EN SU PRESENTACIÓN COMO DIRECTOR TÉCNICO DE LA SELECCIÓN DE URUGUAY


1.- “Cuando uno es recibido en un país que no es el propio hay que ser muy cuidadoso de lo que se dice para que no se confunda con demagogia.
Voy a correr el riesgo de decir lo que le comentaba a Ignacio Alonso y sus compañeros.
Tengo una dimensión como entrenador.
El fútbol uruguayo tiene una dimensión basada en su pasado y su presente.
Si hay una desproporción, claramente, lo que ha pasado en la historia del fútbol uruguayo...en los últimos 15 años ha habido una expresión muy superior a lo que yo hice en mis últimos 15 años como entrenador.
Sí puedo describir la expectativa: desproporcionada y exagerada. Se pueden buscar datos y decir si tengo o no razón.
El fútbol uruguayo no es hoy Obdulio Varela.
Hablo de los últimos 15 años de Uruguay y de mis últimos 15 años. Si ve los desequilibrios, los verá en contra mío y a favor de Uruguay.
Ojalá ese mensaje se valore como sincero.
Yo describo una realidad verificable y ustedes proponen una interpretación que no es real”.

2.- “El fútbol es la gente y los jugadores.
Y después estamos quienes mediamos entre ambos.
Somos los entrenadores, los periodistas y los dirigentes.
Somos lo peor del fútbol, claramente. Eso se verifica.
El fútbol cada vez tiene más adeptos y cada vez se parece menos a lo que permite que un hincha se enamore del juego.
Porque los resúmenes de tres minutos no son el fútbol ni muchísimo menos.
Es como si uno viviera con la esposa sólo los sábados a la noche.
¡No hay matrimonio que fracase..!
Eso es ser espectador. Ser hincha es otra cosa.
Al fútbol lo mantienen los hinchas. Hay que evitar destruir el fútbol.
Creo que los entrenadores, dirigentes y periodistas hacemos todo lo posible para que el fútbol sea cada vez peor y lo estamos consiguiendo.

Cada vez hay menos jugadores que valen la pena ver.
Nos damos cuenta por los valores exorbitantes que se pagan por los que juegan bien.
Ni aún los poderosos como la liga inglesa pueden mantener la tradición y no dejarse absorber por la moda.
Hay dos formas de definir al fútbol uruguayo: por los jugadores que tiene jugando afuera y por los que tiene en su liga.
Lo que hace grande a un torneo es la calidad de los equipos que participan.
Si se van los mejores a Europa, los del medio a América del Norte y los buenos que quedan van a los países sudamericanos...¿de quién es la culpa..? De nadie…
Hay que encuadrar la mirada en ese análisis”.

3.- “En el mundo del fútbol hay veinte grandes equipos. No los dirigí y no me los ofrecieron nunca.
No soy uno de los grandes entrenadores del mundo. Esta regla indiscutible lo verifica.
Los seres humanos queremos ser queridos.
En el fútbol el afecto se consigue instalando en la memoria colectiva recuerdos inolvidables.
La única manera es ganando”.

4.- “Dije que cualquier decisión que involucre a algún jugador uruguayo con antecedentes históricos no puede ser tratada sin escucharlos.
Soy muy respetuoso de los ídolos: son patrimonio de la gente.
Son un metal precioso para los más pobres.
Jamás haría conscientemente algo que pueda dañar a un ídolo”.

5.- “La palabra fracaso es un alfiler que puede tocar al que puede ganar o fracasar.

Hay un jugador de básquet norteamericano que ha dado una respuesta magistral y es muy difícil replicar. La responde de un modo que yo no podría hacerlo tan bien.
Sugiero esa respuesta para evaluar lo que es éxito y fracaso.
Así en los términos con los que pregunta, significa que lo va a definir el orden con que termine en la tabla cada equipo.
Esa es una medida muy contundente y representativa.
Para algunos no es la única. Hay otras.
Los que perdemos con más frecuencia estamos muy dispuestos a discutirlo.
Estoy un poco cansado de esas discusiones sobre qué significa ser exitoso o no serlo.
Me asumo más vinculado con el fracaso que con el éxito”.

6.- "Quería que Argentina saliera campeón del mundo de cualquier manera. Después analizaríamos.
Por supuesto que la recompensa que Messi obtuvo es una recompensa mucho más vinculada a su obstinación, a su paciencia, a su aguante que a sus recursos, que obviamente son extraordinarios.
Hubo dos cosas que me encantaron de la final.
Antes del partido, hice una comparación. Puse cada jugador francés comparado con cada jugador argentino en su puesto.
Mi conclusión es que había nueve jugadores franceses mejores que nueve jugadores argentinos.
Puta, qué partido difícil.
Y Argentina no solamente mereció el triunfo, sino que dominó 80 minutos de los 90.
Ese fue el mejor elogio de todos para el entrenador y los jugadores.
Demostraron ser mucho mejores que los rivales cuando el análisis previo demostraba lo contrario.

También noté una cosa definitoria: por primera vez noté que el público iba a acompañar al equipo aunque no ganara.
Eso no es propio del exitismo argentino.
Es algo que el equipo se había ganado.
El costo social que tiene la derrota en la Argentina hace que los jugadores se potencien. Los jugadores argentinos no quieren perder.
El público fue distinto.
Desde el primer momento el mensaje fue que los iban a acompañar aunque no ganaran. 
Eso tuvo un efecto muy potenciador.
Se produjo la reunión de tres cosas muy importantes: jugadores dispuestos a superar a rivales mejores, un jugador como Messi en estado de gracia mental (con los pies lo tiene siempre) y un público que se mimetizó con su equipo sin condiciones.
Es un amor muy fortalecedor.
Te quiero, no importa si ganás o perdés.
Si uno se sabe querido de antemano es más fácil liberar todo lo que uno es capaz".

7.- "Leí el proyecto de la AUF para los próximos años. No crea que estoy elogiando porque sí.
Me parece un proyecto que no tiene ninguna fisura ni ninguna área que no esté tratada.
Y el episodio este del Sudamericano Sub 20 certifica un tránsito acertado.
Para mí es un signo de salud muy grande del fútbol uruguayo.
Como que en el diálogo se acentuó el torneo local y las falencias que tiene.
Yo vi todo ese torneo y la gran diferencia entre Uruguay y el resto fue la consistencia colectiva, agregada a las individualidades. Estaban dentro de una idea colectiva muy desarrollada.
Se sabía claramente que era un equipo que sabía a qué jugaba y estaba organizado.
Al revisar el dato de que los equipos cedieron a los jugadores para una preparación larga y que los vuelven a ceder es un índice de salud. En ningún país pasa eso.
Ningún club cede para mejorar la visión externa de su fútbol.
Mucho menos, si muchos de esos jugadores debilitaban a sus equipos”.

8.- “Primero, imponer un estilo o una forma de jugar es la combinación de las intenciones del entrenador, las posibilidades de los jugadores de concretar la propuesta y un tiempo necesario de desarrollo para que la conjugación de esos elementos cristalice. Eso es muy difícil de medirlo.
Los entrenadores si hay algo que no pueden hacer es actuar diferenciándose de lo que piensan y sienten.
Tienen la necesidad de convencer: ser sincero es inherente a proponer y que el otro asienta.
El día que Uruguay juegue con Chile el equipo se va a reunir el martes y va a jugar el jueves.
Si yo le dijera que la obtención del estilo se consigue en dos días, usted estaría en condiciones de descubrir que lo estoy engañando.
Pero el cargo no autoriza a la excusa, sino a la búsqueda de los objetivos, tanto en el diseño del estilo como en los resultados.
Hay preguntas como la suya donde uno está obligado a mentir en alguno de los dos sentidos.
Si le digo que voy a traicionar mi forma de pensar, le miento.
Si le digo que voy a transmitir mi forma de pensar inmediatamente, es muy fácil que me descubra.
Los grandes jugadores no necesitan mucho tiempo para asimilar una idea.
Como la forma en que yo pienso el fútbol la encuentro muy asimilable a los jugadores con los que imagino la construcción del equipo me permito creer que no va a ser una tarea tan dificultosa como la estoy relatando”.

9.- “No tuvieron que convencerme. Casi diría que todo lo contrario.
Lo segundo es que mi deseo de pertenecer a este proyecto tiene dos extremos muy convincentes para mí.
Uno es por los jugadores que posee Uruguay.
A mí me gusta el grupo de jugadores que han representado a Uruguay en los últimos años.
El destinatario del trabajo de una selección es el ciudadano de a pie del país del que se trate.
En ese sentido, a mí me tocó vivir una experiencia casual.
Que tuvo un peso posteriormente decisivo en lo que tiene que ver conmigo.
Los jugadores a mí no me resulta muy difícil calificarlos. Es mi oficio desde hace 40 años.
Tenía la certeza de que mi predilección era justificada.
En cuanto a la gente, vine a pasar un fin de semana a Montevideo con mi esposa. Nos fuimos quedando... Nos quedamos dos meses.
Y un día le dije que íbamos a pasar el día a Carrasco.
Volvamos en transporte público cuando la gente vuelve. Cuando se asoma el lunes y el mal humor.
Vinimos en transporte público. Estaba repleto. El viaje duró 45 minutos.
Se produjeron un montón de episodios que pusieron a prueba la civilidad de los que iban arriba del micro.
Nuestra conclusión fue de admiración por la generosidad con la que la gente interactuó.
La generosidad me refiero al respeto por niños, mayores, mujeres
”.

10.- “Una cosa es la ilusión y otra, la toma de conciencia.
Hay países a los que la toma de conciencia los autoriza a pensar en lo máximo.
Y hay países que tienen recursos y antecedentes, y los potencian con la fantasía, la ilusión y la perspectiva.
Creo que Uruguay es del grupo del medio.
Puede fantasear y tiene con qué alimentar esa fantasía”.

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