viernes, 11 de agosto de 2023

PENALES EN LA MADRUGADA, de Oscar Tineo - 11/8/2023

UNO
Están ahí, sentados, con los nervios a flor de piel y la adrenalina a 10.000 kilómetros por hora y una angustia que a duras penas pueden contener.
Están en Boedo, en la sofocante noche de casi 30º.
Es el miércoles 16-11-1977, una noche que parece interminable, con un cielo encapotado y una lluvia que en cualquier momento se desata.
No se conocen entre sí.
Uno se llama Absalón y está en la tribuna calamar tras tomarse el 133 en Saavedra.
El otro se llama Eutiquio, y llegó de Lanús con el 75.
Ambos asisten a algo que parece una final del mundo... pero, no es un desempate por el descenso entre Platense y Lanús.

DOS
Son las 21.00, salen los dos equipos nerviosos y tensos.
Los de Platense de marrón y los de Lanús de blanco.
Saben que este partido es de vida o muerte.
El árbitro Barreiro da la orden de empezar, Absalón, Eutiquio y más de 20.000 presentes se concentran en un partido donde cualquier error puede ser fatal....

21.45: Termina en cero el primer tiempo.
22.00: Comienza la segunda parte.
22.45: Termina la segunda parte. La ruleta canta: cero!
23.00: Comienza el alargue, son 30 minutos más...
23.30: Terminan los 120 minutos.

Absalón y Eutiquio lo saben, igual que los que están en Boedo y los que escuchan la radio, ahora es suerte y verdad, plata o mierda, gloria o Devoto.
Algunos rezan, otros esperan, todos miran a los "unos":
Rubén Sánchez y Osmar Miguelucci.

TRES
23.45: Comienzan los penales, arranca Miguel Arturo Juárez y gol, luego Cárdenas, Belloni, Pachamé, Pérez, Ribecca, Ulrich.
1 penal cada uno y 100% de efectividad.
Miguelucci tapa a Coria, Sánchez tapa a Gianetti, gol de Moralejo, Miguel Ángel Juárez anota, Benejú es atajado y se pone a llorar, Niro remata... y afuera...
Zárate, Rivero, Barrera, Pinasco desgarrado y Giachello, todos goles.
Peremateu, roto y todo va... pero falla...
va Sánchez, puede dejar al grana en primera y... Miguelucci contiene.

CUATRO

01.00 del jueves 17: Ahora va... otra vez Juárez, Miguel Arturo... ¿cómo? ¿Otra vez? ¿No iba el arquero?, se pregunta Eutiquio. Juárez anota: 8-7.
Le toca a Cárdenas otra vez, patea y... Miguelucci adivina y vuela a su derecha.
Se desata la tormenta, Absalón grita eufórico: "Platense no se va carajo.!!!".
Eutiquio se pone a llorar.
Salen de la cancha y se cruzan sin decir palabra...
Absalón se fue con otros calamares en el 133, Eutiquio se fue en el 75 en un viaje para él interminable...

CINCO
Lo que no imaginaban ambos, era que el viejo Gasómetro dejaría de existir.
Lo que no imaginó Absalón era que después Platense viviría con la espada de Damocles del descenso y siempre se salvaba, hasta que el destino le dijo basta y hoy recién pudo volver a la A.
Y lo que no imaginó Eutiquio era que Lanús iba a bajar una vez más, y desde allí comenzaría su resurgimiento hasta ser lo que es hoy...

22 PENALES EN PLATENSE vs. LANUS EN CANCHA DE SAN LORENZO

Fue el 16 de noviembre de 1977, (en realidad fue el 17-11-77, pues se definió en la madrugada)
Una noche calurosa que terminó al otro día con una lluvia torrencial

LA HISTORIA JAMAS CONTADA
Sin dudas que fue el desempate más sufrido en la historia del fútbol, Platense y Lanús empataron 0 a 0 durante los 90 minutos, luego un alargue de 30 en 2 tiempos de 15' y los 22 tiros en la definición desde el punto del penal.


Foto de Platense, Osvaldo Morelli, Peremateu, Miguelucci, Enrique Mario Belloni, y Gianetti. Abajo: Rivero, Orlando, Niro, Carlos Pinasco, Osvaldo Pérez y Ernesto Ulrich. Platense se impuso por 8 a 7, decretando el descenso del equipo granate.

INTIMIDADES DE UN DESEMPATE
Hubo de parte del árbitro Roberto Barreiro gruesos errores reglamentarios.
El primero fue la falta de interpretación del reglamento que decía: "Al finalizar la serie de 5 se ejecutarán dos penales"
Por lo que Barreiro hizo patear 2 por equipo, cuando en realidad era solo uno por bando.
(A partir de ahí se entendió y se ejecuta de esa manera)
Si se hubiese entendido la letra, Platense hubiese quedado en Primera A ya que en Lanús erraba Coria luego de que convirtiera Ulrich.
Otra curiosidad: en Lanús no pateó Julio Crespo, se descompuso (tuvo diarrea en el campo de juego) y se fue cagado al vestuario (así de simple y real).
Por el lado de Platense, un muy caracterizado hincha (reservamos su identidad) vio el encuentro en la tribuna de Lanús con una vela encendida durante toda la noche.

LA SERIE
Era un momento sublime, donde el cansancio y la tensión serían protagonistas al igual que cualquiera de los 22 futbolistas.
Ejecutó con certeza Miguel Arturo Juárez, poniendo a los “calamares” en ventaja.
Orlando Cárdenas, delantero de Lanús rezaba de rodillas frente a una imagen de la Virgen de Luján en el centro del campo.
Debió dejar esa mística postura para dirigirse al punto de sentencia. Lentamente llegó y anotó: 1-1.
A partir de ahí y con gran eficacia, ejecutaron Belloni para Platense, Pachamé para el granate, Osvaldo Pérez para el calamar, Ribecca para Lanús y Ulrich para Platense.
La chapa con Platense arriba 4-3.
El remate de Coria es detenido por Osmar Miguelucci, y era el momento de festejar....
Sin embargo, Gianetti toma carrera, llega y su ejecución se encuentra con las manos de Rubén Sánchez.
El llanto de Gianetti se mezcla con la incipiente tormenta que cubre el cielo de Boedo.
Ahora es Moralejo el encargado y su conquista pone paridad y un alivio para Lanús: 4-4 y tanda de dos por bando.
El otro Juárez de Platense, Miguel Ángel, anota y a continuación nuevamente se luce Miguelucci conteniendo el envío de Benejú.
Ya festejamos la salvación, solo había que esperar el disparo de Niro… y éste lo desvía.
Sufrir y sufrir.
El drama crece hasta límites insospechados.
¿Quién se quedaría en Primera?
¿Quién vuelve a los sábados?
Guillermo Zárate la coloca con calidad y la chapa marca 5-5.

COMIENZA LA SERIE DE DOS (pero un tiro por bando y nos dos)
A continuación, vuelve la eficacia: Rivero (P), Barrera (L), Pinasco (P) y Giachello (L) marcan para establecer el 7 iguales.
En el turno de Pinasco, el delantero está desgarrado.
Los jugadores, el técnico Juan Manuel Guerra y el árbitro deliberan, mientras las agujas de los relojes se van acercando a la medianoche.
Como puede, el delantero Pinasco se incorpora y camina hacia el punto penal y es gol.
Su rostro sonríe, pero las piernas están en otro lado y el médico Suarez que lo ayuda a caminar.
Por el lado de Lanús convierte Giachello.
Va Peremateu y su tiro se estrella en el poste derecho de Sánchez y golpea el alma calamar, estamos a punto de descender.
Ahora es Lanús el que dispone por primera vez de su chance.
Si convierte se salva.
Quien toma la responsabilidad es su arquero, Rubén Omar Sánchez, pero su remate débil y al medio, es fácil para Miguelucci. Otra vez iguales.
Parece que esto no va a terminar nunca.
El turno ahora es para el guardameta “marrón”, pero se altera el orden y vuelve a ejecutar Miguel Arturo Juárez, sin que Miguelucci lo haya hecho.
El “negro” Juárez revienta las redes y pone el 8-7.
¿Definitivo? Si,
Increíblemente definitivo, porque el disparo de Cárdenas va sobre la derecha de Miguelucci, que se estira hacia allí cuan largo es, para aferrarse a esa pelota y decretar el final.

LLANTOS Y MAS LLANTOS
Lágrimas de un lado y del otro, como en la comedia y la tragedia, porque este partido tuvo de todo.
Miguelucci toma la pelota y se golpea el pecho de cara a su tribuna. Es su revancha, porque la noche anterior, en la casa del técnico Guerra habían recibido un llamado intimidatorio: “Miguelucci se vendió contra Chacarita, si mañana juega, les quemamos la casa”.
Ante tanta cobardía, el Presidente Shafer que lo respalda, y la hombría con mayúsculas de Juan M. Guerra para ponerlo y darle ánimo al arquero para sobreponerse a todo.

LANUS vs. A.F.A.
Lanús accionó judicialmente contra la AFA y, mientras se discutía en los estrados, bajó de la Primera B a la C.
Le ofrecieron dos posibilidades: volver directamente a la Primera División, saltando dos categorías, o una fuerte suma de dinero.
Lanús se quedó con la plata e inició su gran despegue en lo social y deportivo, y recién regresó a primera en 1990.
Alegría, tristeza, 120 minutos, 22 penales para una noche ya lejana, pero eterna en el recuerdo del futbolero argentino y calamar
El héroe de la jornada fue el arquero de Platense, Osmar Miguelucci, quien atajó cuatro lanzamientos y se fue a su casa vestido de jugador y caminando por Av. La Plata bajo la lluvia, como queriendo enfriar esa noche de nervios.
Una noche que la viví junto a mi madre Antonia, una fana calamar que fue la cábala de la dupla Eduardo Anzarda - Heriberto Correa como D.T., y la que le regaló al plantel la Virgen que aún está en el vestuario local.
Inolvidable
(basado en un hecho real)



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